Cuatro reglas

Por lo que pueda pasar, no te olvides de los cuatro puntos cardinales que aprendiste en la escuela, norte, sur, este y oeste, porque, tal como vienen los telediarios, alg¨²n d¨ªa no lejano, los podr¨ªas necesitar. Bastar¨¢ con que se produzca una tormenta solar m¨¢s bestia de lo normal para que todas las ondas de orientaci¨®n electro-magn¨¦tica queden anuladas. En ese caso, perdidos en la tierra o en el mar, para orientarse habr¨ªa que volver a mirar el sol y las estrellas, como hac¨ªan los antiguos hace miles de a?os. A fin de cuentas, lo sustancial en esta vida consiste en no meterse en m¨¢s charcos de los necesarios, en no ir pisando mierdas por doquier y en corregir el camino de perdici¨®n por el que nos lleva alguna vez el azar de los zapatos. Y para eso no se necesita el GPS ni ninguna nueva aplicaci¨®n del 5G. Por otra parte, tampoco conviene olvidar las cuatro reglas de las matem¨¢ticas, sumar, restar, dividir y multiplicar, porque si la econom¨ªa del mercado global se viene abajo, como anuncian los profetas, habr¨¢ que volver al mercado de la esquina y all¨ª ning¨²n logaritmo, c¨¢lculo diferencial, mec¨¢nica cu¨¢ntica nos servir¨¢ para discutir con el tendero el precio de la fruta, de la carne o del pescado. Bastar¨¢ con saber los n¨²meros de la balanza. Tampoco los pol¨ªticos deber¨ªan desconocer las cuatro reglas esenciales del buen gobierno. De hecho, por 40 euros tienen a su alcance el conocimiento necesario. Para que su ignorancia no nos humille deber¨ªan leer El arte de la guerra, de Sun Tzu, El Pr¨ªncipe, de Nicol¨¢s Maquiavelo, El arte de la prudencia, de Baltasar Graci¨¢n, y a?adir como aderezo a Karl Marx, Adam Smith y Karl Popper, si quieren sacar nota. Encontrar el norte de la vida sin GPS, contar con los dedos de las manos, saber el valor del dinero de bolsillo, y no votar a ning¨²n pol¨ªtico idiota, con eso basta para ir tirando si vienen mal dadas.