Entre lo mundano y lo divino: un recorrido por las casas de la arist¨®crata Marella Agnelli
Hoy se cumple un a?o del fallecimiento del ¨²ltimo cisne de la alta sociedad, cuyas residencias exhib¨ªan todo lo que el dinero puede comprar sin estridencias
"Las casas de Marella Agnelli (1927-2019) teni?an todo lo que te puede dar el dinero y sin embargo no eran la ti?pica representacio?n de la casa del poderoso. Pero se? que como Marella Agnelli hay muy pocas", sentenciaba Lorenzo Castillo en su entrevista con ICON Design, mientras lamentaba uno de los grandes errores en la decoraci¨®n: "El uso de iconos de poder para demostrar quie?n eres y do?nde esta?s".
Hoy se cumple un a?o del fallecimiento de esta arist¨®crata, coleccionista de arte e icono de estilo italiana, que The New York Times recordaba en su obituario como "el ¨²ltimo cisne de la alta sociedad", uno de los cisnes originales de Truman Capote. Estuvo casada con el presidente de la marca de autom¨®viles Fiat, Gianni Agnelli, y su imperio se extend¨ªa en varias propiedades ¨Cprincipalmente una villa en Tur¨ªn y un piso en Roma frente a la bas¨ªlica de San Pedro¨C llenas de joyas del dise?o, obras de arte que ahora se conservan en la colecci¨®n Agnelli, espectaculares jardines y piezas de mobiliario ¨²nicas. Con un rasgo com¨²n: esa elegancia despreocupada que brota tan natural y soberana como los bulbos en primavera, y que se debat¨ªa entre lo muse¨ªstico y lo cotidiano sin estridencias. Hacemos una visita a los interiores de Marella Agnelli.
1. Un 'loft' romano
Aunque la casa m¨¢s lujosa de los Agnelli era la mansi¨®n familiar en Tur¨ªn, en su apartamento romano Marella Agnelli puso en pr¨¢ctica un estilo m¨¢s actual y adaptado a los tiempos. Para ello colabor¨® con el interiorista Ward Bennett, que en 1970 aplic¨® un concepto muy innovador: un espacio abierto y di¨¢fano, con altos ventanales en arco que daban a los jardines del Palazzo Colonna y la bas¨ªlica de San Pedro, amueblado con piezas de rat¨¢n, obras de arte contempor¨¢neo y antig¨¹edades.
2. Vanguardia mediterr¨¢nea
En esta imagen se aprecia con m¨¢s detalle lo innovador del dise?o de Bennett, en la l¨ªnea de la reivindicaci¨®n de la arquitectura mediterr¨¢nea de los a?os sesenta y setenta: los muebles de rat¨¢n, habituales en terrazas y miradores, se convierten aqu¨ª en piezas de interior, igual que el limonero, que no est¨¢ en un jard¨ªn, sino decorando el sal¨®n.
En una ¨¦poca dominada por los estampados llamativos, elegir tejidos blancos y crudos para tapizar los muebles ¨C?atenci¨®n al sill¨®n de capiton¨¦!¨C es todo un gesto de vanguardia que remite incluso a los tejidos de lino de Axel Vervoordt. Y al fondo la escalera permite entender c¨®mo concibi¨® Bennett el espacio, con una mezzanina suspendida al fondo del sal¨®n. Las obras de arte abstracto siguen el mismo esquema crom¨¢tico.
3. Nostalgia depurada
En una ocasi¨®n Marella Agnelli cont¨® a su hija ¨Cque a su vez lo record¨® en Architectural Digest en 2014¨C que, la primera vez que visit¨® la casa familiar de la familia de su marido en Tur¨ªn, qued¨® impresionada por sus suntuosos interiores del siglo XIX. "Era como estar en un bucle en el tiempo. Era una vieja casa familiar llena de encanto y nostalgia".
Por eso, cuando se cas¨® y se mud¨® all¨ª, ella y el decorador Stephane Boudin decidieron conservar muchos de los elementos originales, como esta librer¨ªa de maderas nobles con libros cuidadosamente encuadernados. No es que pertenecieran a la misma colecci¨®n, sino a una costumbre que a¨²n hoy mantienen muchos bibli¨®filos: encargar encuadernaciones para que sus libros cumplan, adem¨¢s de la intelectual, una funci¨®n decorativa. Un capricho digno de Dorian Gray.
4. Mezclar y no agitar
La mezcla de estilos es esto: sobre una mesa moderna con sobre de cristal, cuberter¨ªa de plata del siglo XVII y margaritas. Las sillas son un dise?o plegable en acero y piel creado por la arquitecta italiana Gae Aulenti, que colabor¨® con Marella Agnelli en el jard¨ªn de su villa turinesa ideando una piscina y un pabell¨®n de ba?o de inspiraci¨®n japonesa.
5. Tapicer¨ªa rococ¨®
Una de las joyas de Villa Agnelli en Tur¨ªn es su planta noble, con pinturas murales del siglo XVIII. Marella y el decorador Boudin las restauraron, como en este Salon Dipinto ("sal¨®n pintado"). En ¨¦l destacan las tapicer¨ªas de los sof¨¢s y divanes, que representan el gusto de Marella Agnelli por las texturas suntuosas ¨Caqu¨ª, seda y tafet¨¢n italiano¨C en colores suaves y pastel que remiten al gusto rococ¨®. Menci¨®n especial para el juego de colores de los cojines del gran sof¨¢ del fondo, que descomponen el verde de la tapicer¨ªa en amarillos y azules.
6. Las estratos de su historia en un jard¨ªn
El jard¨ªn de Villa Agnelli es el origen de la fortuna de la familia, porque en ¨¦l un antepasado de Gianni Agnelli plant¨® moreras para criar gusanos de seda que fueron los cimientos de un negocio textil cuyos cuantiosos beneficios sirvieron a la familia para fundar en 1899 Fabbrica Italiana di Automobili Torino (es decir, la Fiat que Agnelli presidi¨®). Marella Agnelli se lo confi¨® al paisajista ingl¨¦s Russell Page, que cre¨® estos arriates de azaleas y encapsul¨® la historia de la familia conservando las zonas cultivadas por cada generaci¨®n.
7. Inteligencia decorativa
En la biblioteca del apartamento romano de Marella Agnelli, Ward Bennett ide¨® una decoraci¨®n en blanco y dorado con obras de arte como un desnudo de Modigliani y una escultura de plexigl¨¢s ¨Cen primer plano, sobre el aparador¨C de la escultora estadounidense Louise Nevelson. Atenci¨®n al juego de transparencias generado por los muebles de cristal y vidrio, que hacen que la luz se refleje y la estancia parezca m¨¢s amplia a pesar de estar abarrotada. Un ejercicio de pura sabidur¨ªa decorativa de los sesenta que no fue ajeno a otros gur¨²s de la ¨¦poca: durante aquellos a?os, Karl Lagerfeld viv¨ªa en una casa decorada exclusivamente en color blanco y acabados cromados.
8. La vegetaci¨®n entra al ba?o
El ba?o del apartamento romano est¨¢ presidido por las vistas panor¨¢micas del Quirinale y por el juego de las ventanas, en los que la vegetaci¨®n de dentro parece fundirse con los ¨¢rboles de fuera. La ba?era de m¨¢rmol es una pieza dise?ada por el propio Ward Bennett. La pared que enfrenta a la ventana del fondo es toda de espejo con perfiler¨ªa met¨¢lica, y duplica visualmente la superficie de la sala. Imag¨ªnatela al atardecer.
9. La mundanidad en un comedor
Tres de las paredes del comedor del apartamento romano est¨¢n ocupadas por un gigantesco mural pintado por Mario Schifano, un artista que, en su perfil de Wikipedia, aparece descrito como "amante de la mundanidad". En este caso, ese car¨¢cter mundano encontr¨® una interlocutora de primer nivel en Marella Agnelli. Aqu¨ª vuelve a haber juegos de contrastes: los muebles son modern¨ªsimos, pero el suelo de m¨¢rmol travertino est¨¢ cubierto por una alfombra que data del siglo XVII.
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