Lorenzo Castillo: ¡°En Madrid nos hemos acostumbrado a los disgustos est¨¦ticos por culpa de los pol¨ªticos¡±
Sus exuberantes mezclas lo han convertido en uno de los mejores decoradores del mundo. Desde su palacete madrile?o, asegura que "el mayor error en decoracio?n es convertir una casa en un si?mbolo de estatus social". Hablamos con ¨¦l sobre c¨®mo mezclar estampados o las joyas que se pueden encontrar en El Rastro

En la introducci¨®n del libro que reu?ne algunas de las mejores obras de Lorenzo Castillo (Ediciones el Viso, 2017), el especialista Michael Boodro poni?a el acento en la cualidad transatla?ntica del decorador madrilen?o: "La predileccio?n por lo ingenioso y lo extravagante, su exuberancia y humor y la alegre mezcla de ostentacio?n y moderacio?n de Lorenzo Castillo siempre me han llevado a considerarle el ma?s americano de los disen?adores europeos". Una afirmacio?n que el propio Boodro matizaba al an?adir que, en el fondo, no se pueden poner barreras al campo ni nacionalidades a quien se deja alimentar por todo tipo de estilos y culturas.
A Castillo la frase le provoca media sonrisa: "Creo que Boodro se referi?a al uso del color y a la transgresio?n de las normas de la historia de las artes decorativas. El mundo anglosajo?n es siempre un referente y los americanos crearon la decoracio?n moderna. Alli? esta?n muy acostumbrados a la figura del decorador. Adema?s, a diferencia de Europa, huyen de la contencio?n, y yo no soy contenido".
Castillo acaba de lanzar su nueva coleccio?n de telas, distribuidas por Gasto?n y Daniela, y en las que se concentra la esencia de su estilo. Despue?s de siete an?os unido a la firma textil y a trave?s de su propia marca, ha trabajado una serie de estampados en sedas, algodones, linos, lanas o terciopelos de todo tipo. Tejidos de alta decoracio?n que junto al arte y las antigu?edades son su principal sen?a de identidad. "Hacemos una bu?squeda de documentos antiguos y los ponemos al di?a", explica. "Me inspiran desde los archivos del propio Gasto?n y Daniela a retales que encuentro viajando en anticuarios. Por ejemplo, hemos encontrado un damasco florentino del siglo XVI que hemos convertido en algo mucho ma?s fresco y moderno".

Pese a que muchos definen su este?tica como exce?ntrica, e?l matiza: "Yo mezclo mucho pero no todo se puede mezclar. Ni todas las telas ni todos los estampados. Me gusta ser muy riguroso con los estilos y, por ejemplo, un estampado chino no puede ir con uno indio. Tiene que haber coherencia y armoni?a, y eso te lo da el rigor en el lenguaje".
Formado en Historia del Arte y en Artes Decorativas, Castillo empezo? su carrera como anticuario cuando, al terminar los estudios, abrio? su primera tienda en el barrio de Las Letras de Madrid. De ahi? paso? al disen?o y la decoracio?n. Suele citar la influencia de su madrina, Borita Casas (la creadora del personaje Anton?ita la Fanta?stica), la de su madre ("teni?a un don para la decoracio?n y experimentaba en nuestra casa familiar, haciendo tirar y levantar tabiques o cambiando los colores del salo?n") y la de su abuela Pepa, con la que acudi?a al Rastro madrilen?o en busca de antigu?edades.

Un ritual, el del Rastro, que mantiene vivo. "Yo ya no soy anticuario, no me dedico a viajar para comprar. Ese era mi trabajo de antes y ahora me resultari?a imposible hacerlo. Pero es un mundo que me divierte y mantengo una red de anticuarios que todos los di?as me ofrecen piezas. Si abro mi Whatsapp vera?s unos cuantos de esta misma man?ana. En Pari?s me gusta escaparme a Las Pulgas, pero el Rastro sigue siendo el tesoro y el secreto mejor guardado de Madrid, que adema?s se ha convertido en un centro importanti?simo de venta de antigu?edades. En el Rastro te puedes encontrar un retrato del siglo XVIII con una calidad impresionante o una cera?mica de Talavera digna de un museo. Despue?s de Las Pulgas, es el mejor mercado de Europa, aunque para mi? es mucho ma?s aut¨¦ntico que Las Pulgas, que tiene muchas ma?s falsificaciones. Yo en el Rastro tengo a mis fijos y lo disfruto muchi?simo". Entre sus ¨²ltimas adquisiciones hay una pareja de espejos lacados chinos que quiere utilizar en el ban?o de una casa de la calle de Alfonso XII o un biombo-joya de motivos marinos de los an?os cuarenta llegado desde San Juan de Luz.

Asegura que su relacio?n con los arquitectos ha sido desigual ("he vivido aute?nticas declaraciones de guerra, pero en otras obras importanti?simas, como en el Palacio de Villagonzalo de Madrid, la colaboracio?n ha sido perfecta") y que Espan?a adolece de la falta de intere?s en las artes decorativas que si? poseen otros pai?ses. "Aqui? es algo muy minoritario", sostiene. "Mi formacio?n me ha hecho tener una aproximacio?n diferente a los proyectos. Trabajo pensando en todos los detalles. Para mi? el principio es lo que para muchos es justo el final. Hasta pienso en los ceniceros de las mesas. Lo cierto es que nuestro tipo de cliente lo que nos pide es eso, llegar a la casa con el u?ltimo grabado puesto. Que, cuando la estrenen, parezca ya vivida". Para Castillo, el neobarroco y la alta decoracio?n llevan tiempo consolidados frente al minimalismo ("?que? antiguo!"), el vintage o el neoindustrial. Su casa-estudio, montada hace 12 an?os en pleno centro de Madrid, ha sido su principal carta de presentacio?n y un ima?n para una clientela internacional.

Pero Madrid no es su u?nico espacio propio. A su casa de Ribadesella, en Asturias, y su refugio en la Sierra de Guadarrama, se suma ahora una casa en Maho?n (Menorca). "Estoy enamorado de todas mis casas, pero procuro que no se parezcan entre si?". A su juicio, el mayor error en decoracio?n es convertir una casa en un si?mbolo de estatus social. "El uso de iconos de poder para demostrar quie?n eres y do?nde esta?s se repite a lo largo de la historia. Pero hay gente que sabe hacerlo. Las casas de Marella Agnelli teni?an todo lo que te puede dar el dinero y sin embargo no eran la ti?pica representacio?n de la casa del poderoso. Pero se? que como Marella Agnelli hay muy pocas. Imagino que el gran error es no conocerse y vivir en casas que no te reflejan. Al final lo que importa, a mi juicio, es la comodidad y la belleza".

Su casa-estudio, abierta a talleres, cenas y encuentros sociales, condensa su gusto pero tambie?n la relacio?n con su ciudad. "Soy muy gato", asegura sobre un Madrid que parece condenado a los desastres este?ticos. "No cambiari?a Madrid por nada del mundo pero es una ciudad este?ticamente abandonada y la culpa es de los poli?ticos, de todos, a los que siempre les ha dado igual. No han protegido un solo interior, han permitido que se tirasen aut¨¦nticas joyas. Han hecho barbaridades. Nunca ha existido una defensa responsable del patrimonio de la ciudad. Jama?s se han asesorado para proteger las maravillas que habi?a en edificios y locales comerciales. Protegen las fachadas y las escaleras, a veces sin ningu?n valor histo?rico, pero permiten vaciar o destruir edificios enteros que jama?s se deberi?an tocar. Desde la Pagoda de Fisac a las caballerizas de Villagonzalo, por desgracia hay decenas de ejemplos. Es un desintere?s que ha unido a todos los poli?ticos, de derechas y de izquierdas. En esta ciudad nos hemos acostumbrado a los disgustos".
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