¡®El capit¨¢n planeta¡¯ | Objetivo salvar el planeta o c¨®mo hacer de nuestros hijos h¨¦roes del reciclaje
No servir¨¢ de nada preocuparnos de que los ni?os no tomen demasiado az¨²car si al final peta todo y tienen que vivir un 'Mad Max' de bajo coste
No s¨¦ si est¨¢ pasando en todas las ciudades, pero yo no paro de verlo. Apenas a 10 metros de los contenedores de reciclaje, gente sucia y bastante inc¨ªvica abandona en el suelo, y sin reparos, cartones, pl¨¢sticos y cristales.
Y otros directamente se desplazan hasta el contenedor, pero ponen el papel en el de pl¨¢stico y viceversa. No s¨¦ si es ignorancia, malicia, confusi¨®n mental o simplemente quieren ver el mundo arder (o, en este caso, convertido en un vertedero infinito). Siempre confiamos en las nuevas generaciones para que salven el planeta de los pecados de padres y abuelos que han consumido por encima de sus posibilidades (no econ¨®micas sino con respecto a los residuos), pero tenemos que explicarles esta misi¨®n y su urgencia.
Y sin una serie como El capit¨¢n planeta que ayude a concienciar como hizo con nosotros en su ¨¦poca, esta labor educativa la tenemos que hacer en casa y en el colegio desde ya.
Es vital que los ni?os aprendan desde peque?os la importancia de separar, reciclar y, sobre todo, no malgastar ni generar residuos innecesarios. Vaya, hacerles (y hacernos nosotros con el ejemplo) responsables de nuestro impacto ambiental, nuestra huella de carbono o, como lo llamar¨ªa alguien menos t¨¦cnico, la mierda que vamos dejando.
En clase de nuestra hija les ense?an los colores de los contenedores (y lo que va dentro, claro) y les proponen juegos para reciclar, pero lo mejor es que a nivel pr¨¢ctico ya han prohibido los zumos de pl¨¢stico y tetrabrik, el papel de plata y las botellas de pl¨¢stico. Y est¨¢n todos bien y sin ning¨²n trauma, os lo aseguro.
El agua la beben con su vaso en el grifo o a morro en el patio, como se ha hecho toda la vida, y los bocatas o la fruta se pueden llevar en el t¨ªpico tupperware o envueltos en modernos mantos ¨¦lficos con velcro que ahora se han puesto de moda. Nada de papel de plata. As¨ª ella y sus compa?eros se acostumbran desde peque?os a gastar solo lo imprescindible.
Muchas veces, el problema ¡°de comodidad¡± es para los adultos que llevamos d¨¦cadas con actos reflejos que dejan residuos. Es m¨¢s f¨¢cil comprar una botellita de agua y tirarla despu¨¦s de cuatro sorbos que ir con un termo o cantimplora encima (?record¨¢is cuando no hab¨ªa botellitas y la gente iba por la vida sin beber agua a todas horas? Tampoco es que atravesemos el desierto cada d¨ªa).
Ya que el planeta es para nosotros y para ellos, cuanto antes podamos curarlo o salvarlo entre todos, mejor. No hace falta que todos sean Gretos Thunberg, pero necesitamos que lo de ¡°reducir, reutilizar, reciclar y recuperar¡± sea uno de sus lemas vitales. Porque no servir¨¢ de nada preocuparnos de que nuestros hijos no tomen demasiado az¨²car o de que mejoren el ingl¨¦s extraescolar si al final peta todo y tienen que vivir un Mad Max low cost.
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