Sin Dios ni ley
Las estructuras armadas ilegales regulan el tr¨¢nsito de personas, el comercio y hasta administran justicia en la frontera entre Colombia y Venezuela
La Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n dio a conocer el ¨²ltimo informe sobre el mapa de la seguridad en la frontera entre Colombia y Venezuela. La radiograf¨ªa es sencillamente incre¨ªble y dram¨¢tica. Se encontraron 28 estructuras armadas ilegales, entre ellas, la guerrilla del ELN, 10 grupos pos-FARC, al menos 3 grupos posdesmovilizaci¨®n paramilitar y hasta estructuras criminales mexicanas que hacen presencia en toda la l¨ªnea fronteriza. El segundo hallazgo es la dimensi¨®n importante de las econom¨ªas ilegales. No solo el narcotr¨¢fico, que es la econom¨ªa m¨¢s prospera en la regi¨®n. La investigaci¨®n determin¨® que la segunda econom¨ªa m¨¢s rentable es la trata de personas con fines de esclavitud laboral y explotaci¨®n sexual. Por ejemplo, centenares de venezolanos son utilizados para raspar coca, luego, para no pagarles, los asesinan y los botan al r¨ªo o los entierran en fosas comunes. En el caso de mujeres, muchas de ellas caen en redes de explotaci¨®n sexual y son trasladadas de municipio en municipio y encerradas en prost¨ªbulos.
Otra de las conclusiones es que la frontera colombo-venezolana est¨¢ viviendo un proceso acelerado de desinstitucionalizaci¨®n, derivado de al menos tres factores. Por un lado, la tolerancia a la corrupci¨®n y la cooptaci¨®n institucional por parte de organizaciones criminales. En segundo lugar, la ausencia de coherencia entre las pol¨ªticas de seguridad de ambos pa¨ªses. En este caso hay desconfianza institucional y, adem¨¢s, lenguajes diferentes. Mientras la estrategia de seguridad de Colombia se refiere a la l¨®gica del enemigo interno y amenaza terrorista, en Venezuela toda su estrategia va encaminada a evitar una intervenci¨®n militar. En tercer lugar, la no existencia de relaciones entre ambos pa¨ªses hace dif¨ªcil cualquier tipo de coordinaci¨®n institucional.
Toda esta situaci¨®n est¨¢ llevando a que las estructuras armadas ilegales funcionen como Estados: regulan el tr¨¢nsito de personas, el comercio y hasta administran justicia. Se calcula que diariamente cerca de 30.000 personas transitan la l¨ªnea fronteriza por los pasos autorizados, mientras que por las trochas pasan no menos de 8.000 personas. Cada vez que se cierran los pasos legales, ocurre una bonanza econ¨®mica para los ilegales, ya que pueden cobrar m¨¢s por el paso de cada persona. La investigaci¨®n encontr¨® al menos 159 trochas ilegales, pero pueden ser muchas m¨¢s.
La situaci¨®n de violencia m¨¢s grave se vive en la zona del departamento de Norte de Santander que limita con el Estado de T¨¢chira en Venezuela. All¨ª, se vive una verdadera batalla con la guerrilla del ELN que viene bajando desde la regi¨®n monta?osa del Catatumbo. Actualmente, la disputa se centra por la parte plana y el ¨¢rea metropolitana de C¨²cuta. Del lado venezolano, el ELN controla casi el 80% de ese territorio y ahora la guerra se prender¨¢ del lado colombiano. Hace apenas unos d¨ªas m¨¢s de 160 familias venezolanas llegaron al municipio de Puerto Santander en Colombia. Debido a los enfrentamientos calle a calle que se registran entre el ELN y bandas locales se vieron obligadas a desplazarse.
El informe de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n es bastante claro en que soluciones milagrosas dif¨ªcilmente surgir¨¢n. Al espacio fronterizo le esperan varios a?os de inestabilidad. Lo cierto es que el tipo de desenlace que se produzca en Venezuela traer¨¢ impactos importantes en la frontera. La mejor soluci¨®n ser¨ªa una salida pactada a la crisis. Sin embargo, esta salida no es bien vista por gran parte de la estructura pol¨ªtica de ambos pa¨ªses. Todo indica que no habr¨¢ una soluci¨®n en el corto plazo.
Por el momento, la actual situaci¨®n pol¨ªtica y de seguridad en la frontera es el mejor escenario para las estructuras armadas ilegales y organizaciones criminales. Ellas lo controlan pr¨¢cticamente todo y en medio de una bonanza econ¨®mica su crecimiento es casi que exponencial en algunas zonas de frontera. Los niveles de reclutamiento son bastante altos.
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