Israel pone rumbo al ¡®apartheid¡¯
El mundo parece lavarse las manos tras la propuesta para Oriente Pr¨®ximo de Trump, se duele Ben-Ami, exministro de Exteriores israel¨ª
A nadie deber¨ªa sorprenderle que la propuesta de paz para Oriente Pr¨®ximo del presidente norteamericano, Donald Trump, est¨¦ marcadamente inclinada a favor de los israel¨ªes. Lo que s¨ª sorprende es que, en lugar de rechazar la propuesta de Trump, el mundo haya dejado a los palestinos esencialmente librados a su suerte [el jueves se public¨® una carta contra la propuesta firmada por 50 exministros de Exteriores y ex primeros ministros de la UE y exdirigentes de la ONU y la OTAN].
Al mismo tiempo que desoye los anhelos nacionales de los palestinos con la promesa paternalista de ¡°mejorar sus vidas¡±, el plan de paz de Trump abraza el relato nacional israel¨ª de que s¨®lo Israel tiene reclamos hist¨®ricos v¨¢lidos sobre Judea y Samaria, la tierra b¨ªblica de los jud¨ªos. De manera que, si bien les dar¨ªa a los palestinos su propio Estado, ser¨ªa un territorio fragmentado que cubrir¨ªa Gaza y el 70% de una Cisjordania salpicada de asentamientos israel¨ªes y rodeada en todos los flancos por territorio anexado israel¨ª. Su capital estar¨ªa ubicada en un suburbio de Jerusal¨¦n Este, que seguir¨ªa siendo la capital indivisa de Israel.
El plan ignora las demandas palestinas del derecho a regresar a hogares abandonados cuando se estableci¨® Israel en 1948 ¡ªun derecho que fue reconocido en su momento por la Resoluci¨®n 194 de la Asamblea General de las Naciones Unidas¡ª. Es m¨¢s, en l¨ªnea con las ambiciones etnocr¨¢ticas de extrema derecha de Israel, la frontera se trazar¨ªa de manera tal que despojar¨ªa a 300.000 ¨¢rabes israel¨ªes de su ciudadan¨ªa, convirti¨¦ndolos en ciudadanos del Estado palestino.
Los territorios palestinos estar¨ªan conectados por una mara?a de t¨²neles y puentes y, al igual que los bantustanes de Sud¨¢frica en tiempos del apartheid, ser¨ªan objeto de un control militar israel¨ª abrumador. Cualquiera que ingresara a la nueva Palestina ¡ªpor aire, mar o tierra¡ª tendr¨ªa que pasar por Israel.
Mientras tanto, a los palestinos no se les permitir¨ªa crear sus propias fuerzas armadas o involucrarse en cualquier actividad ¡°que afecte adversamente la seguridad del Estado de Israel¡± ¡ªtal como determin¨® el Gobierno de Israel¡ª. De la misma manera, los palestinos tendr¨ªan que ganarse el derecho a este falso Estado desarmando a Hamas y probando ¡ªno s¨®lo ante los organismos internacionales, sino ante Israel y Estados Unidos¡ª que han creado un sistema democr¨¢tico gobernado por el r¨¦gimen de derecho.
Borrell conden¨® el plan en nombre de la UE despu¨¦s de que varios pa¨ªses se opusieran a una resoluci¨®n compartida
Al presentar un plan tan profundamente injusto, Trump ha destruido toda credibilidad que Estados Unidos a¨²n podr¨ªa haber tenido como mediador honesto. Es m¨¢s, ha minado la idea ¡ªcrucial para un progreso hacia un acuerdo justo¡ª de que los principios del proceso de paz palestino-israel¨ª acordados internacionalmente, desde la necesidad de adherir a las fronteras previas a 1967 hasta la ilegalidad de los asentamientos israel¨ªes, son irrefutables.
Considerando lo dispuesto que parece estar el resto del mundo a abandonar a los palestinos, estas p¨¦rdidas no ser¨¢n f¨¢ciles de revertir, inclusive si Trump pierde la elecci¨®n presidencial de noviembre y su sucesor abandona el plan, tal y como parecen estar dispuestos a hacer Bernie Sanders y Elizabeth Warren. El hecho de que nadie est¨¦ tomando en serio el plan sesgado de Trump es un testimonio, primero y principal, de la transformaci¨®n radical que Oriente Pr¨®ximo ha experimentado en los ¨²ltimos a?os. La solidaridad con los palestinos sol¨ªa ser el adhesivo que manten¨ªa unido a un mundo ¨¢rabe de otra manera fragmentado; ahora, su dif¨ªcil situaci¨®n es una molestia, una carga y, sobre todo, un obst¨¢culo para un reacercamiento con Israel.
Efectivamente, la Liga ?rabe repudi¨® el plan de Estados Unidos en una reuni¨®n de sus cancilleres en El Cairo. Pero la verdad, como se?al¨® el movimiento Hezbol¨¢ del L¨ªbano, es que ¡°el acuerdo de la verg¨¹enza¡± de Trump no habr¨ªa sucedido sin ¡°la complicidad y la traici¨®n¡± de varios Estados ¨¢rabes.
Los embajadores de Bar¨¦in, Om¨¢n y los Emiratos ?rabes Unidos participaron en la ceremonia de inauguraci¨®n de la Casa Blanca, lo que implic¨® la aprobaci¨®n de estos pa¨ªses. Es m¨¢s, a pesar de ¡°renovar su afirmaci¨®n¡± de respaldo al pueblo palestino, Arabia Saud¨ª observ¨® que ¡°valora los esfuerzos¡± de la Administraci¨®n de Trump para ¡°desarrollar un acuerdo de paz integral entre israel¨ªes y palestinos¡±. Dada la aparente lealtad de Trump hacia Arabia Saud¨ª ¡ªbasada, sobre todo, en acuerdos de armas lucrativos¡ª, el pr¨ªncipe de la corona del reino, Mohamed Bin Salm¨¢n, probablemente estuviera al tanto de los contenidos del plan antes de que se diera a conocer.
En Jordania, el rey Abdal¨¢ en un principio advirti¨® que la anexi¨®n por parte de Israel del Valle del Jord¨¢n tendr¨ªa serias consecuencias para la seguridad. Pero luego aconsej¨® a otros pa¨ªses ¡°mirar el vaso medio lleno¡±. A juzgar por su actitud ambigua hacia el Estado palestino, cabe preguntarse si Jordania no preferir¨ªa tener como vecino a Israel, con el que ha conspirado hist¨®ricamente para frenar las ambiciones palestinas, que a un Estado palestino.
De la misma manera, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Egipto inst¨® a ambas partes a ¡°considerar cuidadosamente¡± el plan de paz y hasta dijo que crear un Estado independiente y soberano en los territorios ocupados restablecer¨ªa todos los ¡°derechos leg¨ªtimos¡± de los palestinos. Y si bien el presidente de T¨²nez conden¨® el plan de paz como ¡°la injusticia del siglo¡±, el embajador del pa¨ªs ante las Naciones Unidas enseguida fue destituido por liderar un desaf¨ªo en su contra en el Consejo de Seguridad. Pero no es s¨®lo el mundo ¨¢rabe el que est¨¢ desilusionando a los palestinos. El alto representante para asuntos exteriores y pol¨ªticas de seguridad de la Uni¨®n Europea, Josep Borrell, conden¨® fuertemente el plan. Pero su declaraci¨®n unilateral fue necesaria precisamente porque algunos pa¨ªses de la UE ¡ªentre ellos Rep¨²blica Checa, Hungr¨ªa e Italia¡ª bloquearon una resoluci¨®n compartida. Francia, por su parte, le dio al plan una acogida cautelosa.
M¨¢s all¨¢ de la UE, el Gobierno del Reino Unido celebr¨® el plan de paz de Trump como ¡°una propuesta seria¡± y ¡°un paso adelante positivo¡±. Y a pesar de condenar oficialmente el plan por ¡°contradecir las resoluciones de las Naciones Unidas¡±, Rusia lleva las de ganar a partir de lo que un editorial del Moscow Times dio en llamar los ¡°humillantes t¨¦rminos impuestos unilateralmente¡± del acuerdo. Esto ¡°ofrece un precedente para que las potencias m¨¢s grandes les dicten los t¨¦rminos a las potencias m¨¢s d¨¦biles¡± y reivindica la ocupaci¨®n de Crimea por parte de Rusia, la ¡°Cisjordania de Rusia¡±. De hecho, ¡°soberan¨ªa limitada¡± era exactamente lo que el Kremlin quer¨ªa darles a las antiguas rep¨²blicas sovi¨¦ticas.
Si, con la probable connivencia de la Administraci¨®n de Trump, Israel anexa sus asentamientos de Cisjordania, el cambio de paradigma en el proceso de paz palestino-israel¨ª estar¨ªa completo. El estatus de Israel como un Estado de apartheid quedar¨ªa confirmado oficialmente. Y los palestinos enfrentar¨¢n una elecci¨®n dif¨ªcil: rendirse o pelear. Si eligen lo segundo, mejor que sea una lucha diplom¨¢tica: una tercera Intifada ser¨ªa calamitosa para su causa. Boicotear a Estados Unidos, todav¨ªa una potencia indispensable para una soluci¨®n regional equitativa, result¨® ser una pol¨ªtica palestina equivocada.
Shlomo Ben-Ami, exministro de Exteriores israel¨ª, es vicepresidente del Centro Internacional Toledo para la Paz. Es el autor de ¡®Scars of War, Wounds of Peace: The Israeli-Arab Tragedy¡¯.
? Project Syndicate, 2020. www.project-syndicate.org.
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