Trump presenta un plan de paz que respalda los intereses clave de Israel
El llamado 'acuerdo del siglo' concede a Israel demandas hist¨®ricas y somete a condiciones dif¨ªciles la creaci¨®n de un Estado propio palestino
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha presentado este martes en la Casa Blanca el llamado acuerdo del siglo para Oriente Pr¨®ximo, un nombre grandilocuente para un plan de paz que nace herido de muerte, pese a los casi tres a?os que lleva en elaboraci¨®n. La propuesta concede a Israel gran parte de sus hist¨®ricas aspiraciones, mientras que ofrece a las autoridades palestinas una hoja de ruta hacia el Estado propio sujeta a tantos condicionantes que lo hacen improbable. Que Trump expusiese el plan acompa?ado de una sola de las partes, el exultante primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, dio buena cuenta del vuelo gallin¨¢ceo del proyecto.
"Hoy Israel da un gran paso hacia la paz", ha dicho Trump desde la sala Este de la Casa Blanca. Esta es, ha asegurado, "una oportunidad para que ambas partes ganen, una soluci¨®n realista de dos Estados que resuelve el riesgo del Estado palestino para la seguridad de Israel", ha recalcado.
El plan fraguado por Washington m¨¢s que duplica el territorio bajo control palestino, seg¨²n explica la Casa Blanca, si bien esta ampliaci¨®n resulta imposible de identificar en los mapas que el documento concreto proyecta sobre ese Estado futuro. Bajo el t¨ªtulo de The Vision (La Visi¨®n), ese futuro Estado palestino comprender¨ªa Cisjordania y la Franja de Gaza, que quedar¨ªan conectados por t¨²neles o carreteras elevadas y deja el cotizado valle del Jord¨¢n bajo el control militar israel¨ª.
La propuesta congela durante cuatro a?os la construcci¨®n de nuevos asentamientos con el fin de posibilitar la soluci¨®n de los "dos Estados", pero pide a las autoridades palestinas el reconocimiento de Jerusal¨¦n como capital ¨²nica de Israel, descarta el desmantelamiento de los asentamientos que ya existen y establece la consideraci¨®n de Israel como Estado jud¨ªo, tres puntos que complican el visto bueno del presidente palestino, Mahmud Abbas.
La propuesta incluye una lluvia de 50.000 millones de d¨®lares (45.420 millones de euros) en inversiones durante 10 a?os para fomentar la prosperidad, pero eso no acaba de convencer a las autoridades palestinas. La mitad ir¨ªa en principio destinado a Gaza y Cisjordania y a pa¨ªses vecinos como Jordania y Egipto.
"Presidente Abbas, si aceptan este camino hacia la paz, Estados Unidos y otros muchos pa¨ªses estaremos all¨ª para ayudarles", ha apelado el presidente de EE UU, tras admitir que su Administraci¨®n hab¨ªa sido muy favorable a Israel y asegurar que ahora deseaba que fuera "muy buena tambi¨¦n para los palestinos".
Jerusal¨¦n, donde se entremezclan culturas y creencias, es el coraz¨®n del conflicto en Tierra Santa. En el plan original de partici¨®n de la Palestina bajo mandato brit¨¢nico aprobado por la ONU en 1947 se le reservaba un estatuto internacional, al margen de los Estados jud¨ªo y ¨¢rabe previstos. Pero qued¨® dividido por la fuerza de las armas en 1949, con el sector oriental bajo control jordano, y ocupado en su totalidad por Israel en la Guerra de los Seis D¨ªas, en junio de 1967. Una tercera parte de sus 900.000 habitantes son palestinos, con derecho de residencia pero sin nacionalidad en su ciudad natal. El Acuerdo del siglo?parece apuntar a una devoluci¨®n a la Autoridad Palestina de varios distritos del este y el norte que suman unos 100.000 vecinos, separados de hecho desde hace 15 a?os por el muro de separaci¨®n erigido por el Ej¨¦rcito tras la explosi¨®n de violencia de la Segunda Intifada.
Los palestinos siempre han reclamado regresar a las fronteras de 1967, lo que implicar¨ªa establecer la capital de su futuro Estado en Jerusal¨¦n Este, donde se incluye el recinto amurallado de la Ciudad Vieja con los lugares sagrados del cristianismo, el juda¨ªsmo y el islam. En todos los planes de paz anteriores los mediadores prefirieron postergar el estatuto final de la Ciudad Santa hasta la consecuci¨®n de un acuerdo definitivo entre israel¨ªes y palestinos. Trump puso fin en 2017 al consenso internacional con una declaraci¨®n en la que reconoci¨® Jerusal¨¦n como capital de Israel. Desde entonces todos los puentes entre la Casa Blanca y la Autoridad Palestina est¨¢n rotos y este martes el estadounidense puso un nuevo clavo en el ata¨²d.
Pero el republicano busca con la presentaci¨®n de un plan tan ambicioso, que intenta poner fin a 70 a?os de conflicto, una suerte de colof¨®n a sus ¨²ltimos movimientos en pol¨ªtica exterior. En el transcurso de semanas, ha logrado que el Congreso apruebe la reformulaci¨®n del acuerdo comercial con M¨¦xico y Canad¨¢, ha firmado un principio de acuerdo con China para dejar atr¨¢s la guerra comercial y ha matado a un poderoso general iran¨ª acusado por Washington de colaboraci¨®n con el terrorismo, Qasem Soleimani, sin que la operaci¨®n haya desembocado, al menos hoy por hoy, en una escalada b¨¦lica. Todo, en un momento m¨¢s que complicado en la pol¨ªtica nacional, en pleno impeachment por el esc¨¢ndalo de las presiones a Ucrania.
Tambi¨¦n a Netanyahu le ayuda, ya que est¨¢ acusado en tres casos de corrupci¨®n, adem¨¢s de la elecci¨®n a la que se enfrenta el pr¨®ximo mes. Este martes, el fiscal general de Israel ha solicitado el procesamiento del primer ministro por corrupci¨®n. En el Washington de Trump, ha encontrado un firme aliado, empezando por el hecho de que la persona a la que el republicano ha confiado este espinoso caso no es otro de Jared Kushner, yerno del presidente y amigo personal de Netanyahu.
Este, como si interviniera en un mitin electoral, prometi¨® que la absorci¨®n del estrat¨¦gico valle del Jord¨¢n y de los asentamientos afectar¨ªa a un 40% de Cisjordania, en un recorte que amenaza la viabilidad, por falta de continuidad territorial, del futuro Estado palestino. Este ser¨¢ el caso del ¨¢rea conocida como E-1, entre Maale Adumin y Jerusal¨¦n, cuya anexi¨®n pr¨¢cticamente dividir¨¢ Cisjordania entre norte y sur, a modo de los bantustanes de la Sud¨¢frica del apartheid. "Esto nos dar¨¢ una frontera oriental permanente para defendernos", apunt¨® Netanyahu.
La soluci¨®n ¡°realista¡± de los dos Estados, pero con menos de un Estado, ofrecida por Trump a los palestinos en una carta enviada al presidente Mahmud Abbas, se justifica tan solo en una ingente inyecci¨®n de fondos internacionales en Gaza y Cisjordania, pero no garantiza un arreglo pol¨ªtico duradero a un conflicto con m¨¢s de 70 a?os de antig¨¹edad.
Para los millones de refugiados palestinos, de los que al menos cinco millones se hallan tutelados por una agencia de la ONU para subsistir, el primer ministro israel¨ª solo ha planteado que su problema ¡°debe ser resuelto fuera del Estado de Israel¡±, excluyendo as¨ª cualquier perspectiva de derecho de retorno a las casas y tierras que pose¨ªan en 1948. Su destino parece quedar, como hasta ahora, en manos de la comunidad internacional, de los pa¨ªses vecinos y de las compensaciones econ¨®micas que pudieran recibir a cambio de renunciar a su pasado.
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