Mujeres y mortalidad, virus y violencia

Las mujeres que sufren violencia de g¨¦nero tienen un riesgo de muerte un 40% m¨¢s alto que las mujeres que no la sufren, es la conclusi¨®n del reciente trabajo publicado por las universidades de Warwick y Birmingham en la revista cient¨ªfica Journal of the American Heart Association. Pero eso es algo que no preocupa. O al menos no tanto como otras cuestiones.?

Los se¨ªsmos m¨¢s intensos no se miden en grados de la escala Richter, sino en la ¡°escala miedo¡±, un miedo que es capaz de agitar conciencias y lugares de manera simult¨¢nea por todo el planeta, y de hacerlo durante semanas, algo que no logra conseguir ning¨²n terremoto. Y es que el miedo tiene su epicentro en la mirada y el hipocentro en la conciencia, y la conciencia no es libre, est¨¢ atrapada entre las fallas de una cultura que da significado a la realidad, y dice si unos determinados acontecimientos deben dar miedo o no. Es cierto que siempre habr¨¢ un mayor o menor grado de respuesta individual, y que los factores del contexto potenciar¨¢n o compensar¨¢n la reacci¨®n, pero las bases para que se produzca la reacci¨®n y para que lo haga en un determinado sentido, est¨¢n previamente establecidas.

Un ejemplo de c¨®mo se construye esta percepci¨®n y reacci¨®n lo tenemos con la, de momento, epidemia del coronavirus (Covid-19). El coronavirus tiene que dar miedo y, por tanto, todas las personas que fallecen una vez que han sido infectadas son presentadas como ¡°muertes por coronavirus¡±, a pesar de que la mayor¨ªa de estas muertes (m¨¢s del 70%), se producen en personas enfermas con m¨²ltiples patolog¨ªas, algunas de ellas de car¨¢cter cr¨®nico, y en personas de edad avanzada. Y aunque la infecci¨®n por el coronavirus es un factor de estr¨¦s que contribuye al agravamiento del cuadro general, achacar todas estas muertes a sus efectos con una relaci¨®n de causalidad directa no deja de ser un exceso, y una conclusi¨®n poco s¨®lida desde el punto de vista cient¨ªfico.

Algo muy diferente de lo que ocurre con la violencia de g¨¦nero.

La OMS alerta desde hace a?os de todos los problemas de salud que se desarrollan bajo las consecuencias de vivir en una relaci¨®n definida por la violencia de g¨¦nero, una situaci¨®n que va mucho m¨¢s all¨¢ de cada una de las agresiones, y que genera problemas f¨ªsicos y ps¨ªquicos como consecuencia del ambiente violento y del estado de alerta e hipervigilancia que ocasiona en las v¨ªctimas en sus intentos de evitar las agresiones. Todo ello impacta en la salud de las mujeres y hace que acudan a consultas cl¨ªnicas un 20% m¨¢s que las mujeres que no la sufren, pero al no conocerse lo suficiente el impacto de la violencia de g¨¦nero en la salud, y pensar que solo se trata de golpes y lesiones, no se diagnostica. Y al no diagnosticarla no se act¨²a y se ¡°permite¡± que la violencia de g¨¦nero contin¨²e cada vez con m¨¢s intensidad, con problemas de salud m¨¢s graves, y con un riesgo de muerte que aumenta por la v¨ªa cl¨ªnica y por la criminal.

Recientemente, en febrero de este a?o, la revista cient¨ªfica Journal of the American Heart Association publicaba el trabajo antes citado, en el que se concluye que en las mujeres que sufren violencia de g¨¦nero el riesgo de muerte es un 40% m¨¢s alto que en las mujeres que no la sufren. Y sit¨²an las causas en las enfermedades cardiovasculares, especialmente por isquemia coronaria, en la diabetes mellitus tipo 2, y en las alteraciones encuadradas dentro del grupo denominado ¡°todas las causas de mortalidad¡±. Y a pesar de la evidencia cient¨ªfica y de confirmar lo que antes ya han demostrado otros estudios, ninguna de las muertes ¡°no violentas¡± en mujeres que sufren violencia de g¨¦nero se consideran relacionadas con la violencia, limitando sus efectos solo a las lesiones directas ocasionadas por las agresiones.

El resultado es evidente, cualquier muerte de una persona que haya sido infectada por el coronavirus, aunque tenga varias patolog¨ªas cr¨®nicas y edad avanzada se considera producida por el virus, mientras que las muertes de las mujeres que sufren violencia de g¨¦nero, a pesar de que los estudios indican que la violencia es un factor que contribuye a que su mortalidad sea m¨¢s elevada, no se consideran relacionadas con la violencia, y solo se consideran como tales los homicidios. Y la conclusi¨®n tambi¨¦n es sencilla: el coronavirus da miedo y hay que actuar preventivamente sobre ¨¦l, algo l¨®gico y consecuente con la realidad; mientras que la violencia de g¨¦nero ¡°no da miedo¡± y no hay que actuar de manera preventiva sobre ella, algo il¨®gico e inconsecuente con una realidad que, solo en nuestro pa¨ªs, asesina de media a 60 mujeres cada a?o, y de la que nada m¨¢s se conoce el 24% de los casos a trav¨¦s de la denuncia.

Si se utilizara en violencia de g¨¦nero el criterio que se emplea para contabilizar las muertes por coronavirus, teniendo en cuenta que seg¨²n el estudio de la Agencia de Derechos Fundamentales el porcentaje de mujeres que sufre violencia f¨ªsica en la UE es del 20%, hablar¨ªamos de miles de mujeres que morir¨ªan bajo las consecuencias de la violencia de g¨¦nero, es decir, asesinadas por sus parejas o exparejas.

Pero que las mujeres sufran violencia de g¨¦nero no agita a la sociedad, lo que da miedo es que se hable de ella y que se ponga de manifiesto la cultura machista que la causa y la oculta, por eso quieren llamarla ¡°violencia intrafamiliar¡± en una demostraci¨®n m¨¢s de cobard¨ªa, al intentar ocultar tras la familia lo que hacen los hombres que as¨ª lo deciden.