Las crisis financieras empiezan con nader¨ªas
Siempre son consecuencia de una quiebra de confianza; y cuando se encienden las alarmas, ser¨ªa ingenuo y est¨²pido ignorarlas
Una cosa es que los mercados hayan sobrevalorado el impacto del coronavirus y que, atenazados por una histeria irrazonable, hayan comenzado una carrera bajista del todo desproporcionada, il¨®gica y alarmista.
Otra cosa es que esa reacci¨®n, por desmedida que sea, no pueda alumbrar por s¨ª misma una crisis financiera de a¨²pa.
Cuando la semana pasada coron¨® las peores evoluciones desde la Gran Recesi¨®n en muchos par¨¢metros, la ca¨ªda del precio del petr¨®leo en m¨¢s de un 13,5%; desplomes de las Bolsas entre un 10% y m¨¢s de un 12%; una afectaci¨®n directa de los pa¨ªses desarrollados por vez primera en una convulsi¨®n sanitaria; el impacto en algunos servicios ¡ªturismo¡ª y no solo en la producci¨®n industrial... cuando se encienden todas esas alarmas, ser¨ªa ingenuo y est¨²pido ignorarlas.
Porque las grandes crisis financieras suelen empezar con mucho menos. Con nader¨ªas. As¨ª ocurri¨® con la primera de las estudiadas en la ¨¦poca moderna, la de los tulipanes, que sucedi¨® en los a?os treinta del siglo XVII, en los Pa¨ªses Bajos.
Aquel primer derrumbe sucedi¨® cuando un inocente marinero se zamp¨® un bulbo de tulip¨¢n en el puerto de ?msterdam: ten¨ªa apetito y lo confundi¨® con una sabrosa cebolla. Los bulbos val¨ªan un potos¨ª, eran objeto favorito de especulaci¨®n en el comercio intercontinental. La digesti¨®n de un ejemplar de ese preciado activo se traslad¨® de inmediato a los pujantes mercados financieros centroeuropeos, al despertar una s¨²bita inquietud sobre la vulnerabilidad de su base material comercial.
Tambi¨¦n la ¨²ltima gran crisis bancaria espa?ola empez¨® en 2009 con el estallido de una de sus entidades m¨¢s peque?as e irrelevantes, la Caja Castilla-La Mancha. Encharcada en la burbuja inmobiliaria, ah¨ªta de riesgos, agente de una mete¨®rica expansi¨®n industrial y mecenas de un aeropuerto imposible, aquel talism¨¢n de un cutre socialismo meridionalista abri¨® la veda de las otras crisis embalsamadas.
Las grandes crisis econ¨®micas son siempre de naturaleza financiera, aunque empiecen por los tulipanes, las puntocom o la hipotecas subprime, porque son las finanzas el plinton sobre las que se multiplican y el lugar donde cristalizan. Y empiezan siempre con una quiebra de confianza, la argamasa vital del mundo financiero. Detectan y denotan un problema mayor, antes minusvalorado o no desvelado. Es lo que puede estar sucediendo ahora mismo con el bicho del coronavirus.
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