?Rectificar¨¢?
La nueva direcci¨®n de Ciudadanos est¨¢ obligada a replantearse su estrategia de polarizaci¨®n
In¨¦s Arrimadas se encamina hacia una victoria en las primarias tan previsible que no deber¨ªa esperar a su designaci¨®n formal para resolver la ¨²nica pregunta importante de cuya respuesta depender¨¢n todas lo dem¨¢s: ?debe Ciudadanos avanzar hacia una convergencia con el PP en un centro-derecha refundado, o cabe persistir en un proyecto aut¨®nomo, tan fr¨¢gil y vulnerable como lo son todos los partidos de centro? Para lo primero, parece bien encaminada. Para lo segundo, se impone una rectificaci¨®n.
Estos ¨²ltimos a?os han demostrado que en Espa?a persiste una demanda electoral viable de pol¨ªtica moderada, de ese ¡°centro¡± confusamente ideol¨®gico con el que se identifica casi un tercio de los electores. Pero no est¨¢ tan claro que la oferta pol¨ªtica haya sabido representarla. No desde luego el PP, jibarizado transitoriamente en este espacio, aunque parece estar regresando; tampoco demasiado el PSOE, incapaz de recuperar todo aquello que desaloj¨® en 2011. Y tras los efectos patentes del veto a S¨¢nchez decidido hace un a?o, el declive de Ciudadanos ha convertido a los indecisos en el primer partido de ese centro en estos momentos.
Si Ciudadanos decide resucitarse a s¨ª mismo, deber¨¢ agradecer los servicios prestados a Francisco Igea y a la corriente socialdem¨®crata interna por mantener el v¨ªnculo del espacio m¨¢s progresista al que el partido renunci¨® hace tres a?os. Como muestra Fran?oise Boucek en Factional Politics, las organizaciones pol¨ªticas implosionan cuando se muestran incapaces de integrar y dejar espacio a las facciones disidentes. En los tiempos contempor¨¢neos, el pluralismo interno de los partidos parece haberse convertido en una excentricidad incompatible con la ortodoxia personalista de la nueva pol¨ªtica. Arrimadas no puede permitirse el lujo de prescindir de sus adversarios.
Pero, por encima de todo, la nueva direcci¨®n est¨¢ obligada a replantearse su estrategia de polarizaci¨®n, donde la oposici¨®n al independentismo ha eclipsado por completo una agenda m¨¢s rica y ambiciosa como la que ilustra la acci¨®n del partido en Parlamentos y Gobiernos auton¨®micos. Sin Vox, era una estrategia posible pero arriesgada. Hoy resulta suicida.
Ciudadanos ha sido una de las novedades m¨¢s originales del panorama pol¨ªtico europeo de la d¨¦cada. Pero, tras cinco a?os de protagonismo nacional, ha vivido demasiado deprisa para materializar los distintos argumentos que iba construyendo por el camino. Pudiendo haber sido Nick Clegg, Rivera lo fio todo a convertirse en el Macron espa?ol para acabar siendo un Matteo Renzi sin las sietes vidas que oculta todo pol¨ªtico italiano. Si Arrimadas regresa al principio, quiz¨¢ obre el milagro: rebajar las expectativas para expandir su influencia. Un partido de centro no suele ser otra cosa.
Juan Rodr¨ªguez es profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad de Valencia.
Este art¨ªculo ha sido elaborado por Agenda P¨²blica para EL PA?S.
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