Mira a los ojos de la gente
?C¨®mo asumir y defender la acogida de personas que llegan en busca de un futuro mejor?
Nueve a?os de guerra en Siria y sus consecuencias en las fronteras europeas no han bastado para que los pa¨ªses de la UE encuentren una respuesta equilibrada y solidaria a uno de los mayores retos de las sociedades abiertas: ?c¨®mo asumir y defender la acogida de personas que llegan en busca de un futuro mejor?
La posici¨®n pragm¨¢tica considera que la aceptaci¨®n ser¨¢ mayor si la poblaci¨®n nativa espera un beneficio. ¡°Pagar¨¢n nuestras pensiones¡± o ¡°dejaremos entrar a los m¨¢s formados¡± son argumentos habituales en esa l¨ªnea, que tiene un problema de base: le pone un precio impl¨ªcito a las preferencias de la gente. La sociedad anfitriona podr¨ªa ¡°vender¡± su rechazo a cambio de beneficios materiales imposibles de anticipar. Los economistas Nina Boberg-Fazlic y Paul Sharp cuentan en un estudio reciente la historia de los migrantes daneses que llegaban a EE?UU en el siglo XIX: nadie adivin¨® que un grupo de agricultores sin formaci¨®n iba a cambiar por completo el futuro de sus nuevos conciudadanos porque consigo tra¨ªan la idea de un separador de nata que multiplicar¨ªa la productividad de la industria l¨¢ctea.
La posici¨®n moralista defiende en cambio que la acogida es un deber ¨¦tico ineludible. Pero tambi¨¦n trae su carga impl¨ªcita: juzga como malvados a quienes no asumen el deber de acogida como propio, con lo que corre el riesgo de alienar a una mayor¨ªa de la sociedad de acogida que parte de fronteras distintas para definir a la comunidad, sus intereses y sus valores. El paternalismo (a veces tambi¨¦n hacia el migrante) se vuelve inevitable.
Quiz¨¢s hay una manera de combinar lo mejor de ambas posiciones esquivando lo peor. Aqu¨ª es ¨²til la idea de Paul Collier de reconocimiento mutuo, que deber¨ªa basarse en el consenso sim¨¦trico de un conjunto m¨ªnimo de valores. Esta alternativa convierte el deber ¨¦tico, propio de las posiciones moralistas, en un activo para la sociedad, propio de los argumentos pragm¨¢ticos. Un valor que va m¨¢s all¨¢ de lo material, centr¨¢ndose en la redefinici¨®n de la comunidad: ser¨¢ bienvenido quien aporte solidariamente a la vida en com¨²n, y no lo ser¨¢ quien no lo haga, as¨ª haya nacido en su seno.
Timothy Snyder nos advierte de que uno de los instrumentos m¨¢s poderosos para las tiran¨ªas es la divisi¨®n y el aislamiento de la sociedad en peque?os silos incomunicados. Para empezar a prevenirlo, una buena idea es mirar a los ojos de la gente. @jorgegalindo
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