Feminismo

Es una palabra importante. Porque impuls¨® la ¨²nica revoluci¨®n social que triunf¨® en el siglo XX, la ¨²nica que sigue mejorando hoy la vida de la gente. El feminismo es la lucha de las mujeres por la igualdad. No es un sin¨®nimo de igualitarismo, ni de progresismo, ni de paridad, ni siquiera de justicia. No todas las mujeres son feministas, no todas las feministas son mujeres. Cada vez hay m¨¢s hombres feministas, y son muy valiosos, pero hasta el d¨ªa en que conquistemos la plena igualdad con la ¨¦lite primordial de la humanidad, que son los hombres, el feminismo seguir¨¢ siendo la lucha de las mujeres. Las j¨®venes que me lean estar¨¢n pensando, ya est¨¢, una vieja que piensa como las viejas, y es cierto. Voy a darles la raz¨®n con pocas palabras. Estoy en contra de la gestaci¨®n subrogada porque ninguna persona pobre es libre, soy abolicionista porque mientras est¨¦ intr¨ªnsecamente vinculada a la trata, la prostituci¨®n implica esclavitud y su regulaci¨®n ni siquiera se puede discutir. Pero precisamente porque soy vieja, s¨¦ que no hemos inventado nada. Custodio la memoria de las que lucharon antes que nosotras, las que crearon un movimiento que no pertenece a ningunas siglas, a ning¨²n partido, y que no es de unas feministas m¨¢s que de otras. Y porque soy vieja creo que nos estamos equivocando. La potencialidad del movimiento es tan inmensa que los ataques ser¨¢n cada vez m¨¢s numerosos, m¨¢s sutiles. Y si no nos mantenemos unidas frente a las provocaciones, si no reaccionamos frente a quienes pretenden enterrar el feminismo bajo la etiqueta de la igualdad, si renunciamos a nuestra identidad para diluirnos en el oc¨¦ano de las sensibilidades alternativas, nunca llegaremos al final de nuestro propio camino. Y no tendremos perd¨®n.