¡°S¨ª¡± no siempre es ¡°s¨ª¡±
Cuando un hombre contrata los servicios de una prostituta pensar¨¢ que se trata de un contrato entre dos adultos que se acepta libre y amigablemente: servicio sexual a cambio de dinero. En ocasiones estar¨¢ en lo cierto, pero la mayor parte de las veces el contrato consiste en que el cliente paga un dinero que va al bolsillo del proxeneta y, a cambio, este permite que el cliente viole a una de sus esclavas. Y hablo de violaci¨®n y esclavitud porque muchas veces se trata de mujeres enga?adas y forzadas a decir s¨ª una y otra vez, aunque ellas quisieran gritar no. ¡°No¡± siempre es ¡°no¡± y ¡°s¨ª¡± no siempre es ¡°s¨ª¡±. Ahora que est¨¢ en tr¨¢mite la ley de libertad sexual, bueno ser¨ªa que la sociedad reflexionara al respecto y los legisladores actuaran en consecuencia. La prostituci¨®n es el paradigma de la violencia contra la mujer y creo que la abolici¨®n es el ¨²nico camino en una sociedad desarrollada, igualitaria y justa.
Sebasti¨¢n Fern¨¢ndez Izquierdo. Alicante
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