El alto precio que aumenta de d¨ªa en d¨ªa
Sigo esperando explicaciones que no me dan. A este Gobierno que nos han colado con mala fe, jam¨¢s lo habr¨ªa votado
Uno de los lemas m¨¢s repetidos por la actual coalici¨®n de Gobierno es que ¨¦ste emerge de las urnas, y por tanto de la voluntad de los ciudadanos. T¨¦cnicamente ¡ªmejor dicho, burocr¨¢ticamente¡ª es as¨ª, pero la frase es del todo falsa. Va pasando el tiempo y muchos de los que el 10 de noviembre votamos al PSOE todav¨ªa aguardamos alguna explicaci¨®n. Lo votamos tras la promesa (del 20 de septiembre, s¨®lo cincuenta d¨ªas antes de las elecciones) de que S¨¢nchez no gobernar¨ªa en ning¨²n caso con Podemos, incluida su famosa afirmaci¨®n de que, si se plegara a ello, ni ¨¦l ni la mayor¨ªa de los espa?oles dormir¨ªamos tranquilos. Ni siquiera partidarios de Podemos, subray¨®. Dos fechas despu¨¦s del 10-N se apresur¨® a sellar con abrazos la alianza a la que jam¨¢s iba a prestarse.
A estas alturas no sabemos ni por qu¨¦ ni a cambio de qu¨¦. Con un desprecio que ha convertido en respetuosas las actitudes despectivas de Rajoy, y que lo equipara m¨¢s bien con Aznar, no se ha dignado comunicarnos la veloz evoluci¨®n que sufri¨®. De hecho, su Presidencia es ya, en tan corto espacio de tiempo, la m¨¢s oscura y opaca conocida en democracia. Se nos escamotea en qu¨¦ consiste esa pamema llamada ¡°mesa de negociaci¨®n¡± para Catalu?a, y se nos oculta qu¨¦ ofrece el Gobierno a quienes ¡ª?es cosa sabida¡ª jam¨¢s se van a dar por contentos y adem¨¢s son naturalmente desleales, como reconoci¨® ante el Congreso la diputada Bassa, de ERC: ¡°La gobernabilidad de Espa?a me importa un bledo¡±. No se entend¨ªa, entonces, qu¨¦ diablos hac¨ªa all¨ª ni por qu¨¦ cobraba del erario.
Pero poco a poco vimos, a la fuerza, cu¨¢nto costaba el apoyo de los escu¨¢lidos 35 esca?os que le quedaron a Podemos tras su ¨²ltimo retroceso. El precio era car¨ªsimo: una vicepresidencia y nada menos que cuatro ministerios. De esos cinco nombramientos, dos iban a parar al mismo domicilio, en una muestra m¨¢s de una ¡°industria¡± muy arraigada en Espa?a, la conyugal. (Por mucha val¨ªa que se atribuya a dos c¨®nyuges, deber¨ªan evitar estos acaparadores repartos, porque pintan mal indefectiblemente.) Vimos c¨®mo esos ministros, a su vez, contrataban a secretarios y subsecretarios de sus filas, de manera que no son pocos los dirigentes podemitas con buenos sueldos a cargo del contribuyente. Pero no parece que el precio terminara aqu¨ª. Desde que el Gobierno ech¨® a andar, el Vicepresidente para asuntos sociales, Iglesias, se ha inmiscuido en cuanto no es de su competencia, con el benepl¨¢cito de su jefe (supuesto). Se insert¨® en la pamema catalana. Desplaz¨® al Ministro de Agricultura en las protestas del campo, meti¨® la pata, empeor¨® la situaci¨®n y, con demagogia de activista puro, imit¨® a Torra e inst¨® a los agricultores a ¡°seguir apretando, porque llev¨¢is raz¨®n¡±. Seguramente la lleven, pero en aquellos momentos estaban cortando e incendiando carreteras, y resulta inaudito que desde el Gobierno se los alentase a infringir la ley.
Nadie ignora los fuertes v¨ªnculos de Podemos con el golpista Hugo Ch¨¢vez y ¡ªmenos flagrantes¡ª con el dictador Maduro, y, oh casualidad, la pol¨ªtica exterior espa?ola vir¨® respecto a Venezuela, rebajando a los opositores de ese pa¨ªs. ?Tambi¨¦n se permite que Podemos dicte la diplomacia? ?Tambi¨¦n eso es parte del alt¨ªsimo precio nunca especificado? Iglesias manifest¨® hace tiempo que quer¨ªa para s¨ª RTVE y el CNI, los servicios secretos. Se le dijo que ni hablar. Pero ahora se han maquillado leyes para que est¨¦ en la comisi¨®n que controla al CNI. Tampoco aqu¨ª ha habido explicaci¨®n. Pero cualquier votante m¨ªnimamente informado ve consecuencias preocupantes. ?Es prudente que est¨¦ al tanto de todos los secretos de Estado quien siente como misi¨®n acabar con la monarqu¨ªa parlamentaria y el ¡°r¨¦gimen del 78¡±? Ante una nunca descartable reavivaci¨®n de ETA o de un grupo af¨ªn irredento, ?es de fiar quien se amiga sin cesar con Bildu y se funde en abrazos con Otegi, ¡°ese hombre de paz¡±? ?Quien, en la ¨²ltima o pen¨²ltima Diada, grit¨® a voz en cuello ¡°Visca Catalunya lliure!¡±, como si estuviera oprimida? ?Quien recibi¨® financiaci¨®n iran¨ª para un programa de televisi¨®n, seg¨²n se cuenta ¡ªno s¨¦¡ª por doquier? Tener a alguien as¨ª en la comisi¨®n del CNI convierte a nuestros servicios secretos en indignos de confianza para los de los dem¨¢s pa¨ªses, en una ¨¦poca en la que el intercambio de informaci¨®n entre ellos es vital para protegerse de atentados yihadistas o de las injerencias de Putin para minar y destruir la Uni¨®n Europea. Por lo visto la CIA, el MI5 y el MI6 brit¨¢nicos, los alemanes, no digamos el Mossad, dudan que puedan permitirse colaborar m¨¢s con el CNI.
Uno ya no sabe si es que el precio de Podemos aumenta de d¨ªa en d¨ªa o si el cuento del insomnio fue una escenificaci¨®n destinada a enga?ar. Es decir, si ya S¨¢nchez sab¨ªa entonces lo que acabar¨ªa haciendo: en cincuenta d¨ªas no se cambia diametralmente de postura. Sea como sea, este Gobierno no puede ser resultado de nuestra voluntad, cuando demasiados fuimos a votar condicionados por graves mentiras, creyendo exactamente lo contrario de lo que se nos ha endilgado. No s¨¦ otros, pero yo sigo esperando explicaciones que no me dan, porque me siento personalmente estafado. A este Gobierno que nos han colado con mala fe, jam¨¢s lo habr¨ªa votado.
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