Box 23
El asunto es que los hospitales se han llenado y algunos s¨²per se han vaciado
Cuarenta y un grados son muchos. Sobre todo a las doce en punto de la noche en un hospital de la Seguridad Social cuando saltan las alarmas por el coronavirus y por el D¨ªa de la Mujer Trabajadora, en un 8 de marzo.
Todo se ha puesto ese d¨ªa de cara. El term¨®metro interno dice que ya el cuerpo no da m¨¢s de s¨ª. Y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, ha decidido que ese tranv¨ªa no lo va a dejar pasar antes de hacerse muy famosa, y de paso tapar las verg¨¹enzas acumuladas en gesti¨®n sanitaria. Hubo monos con navajas que dejaron que se escaparan ocasiones mejores y la posteridad no fue nada misericordiosa.
Isabel ha declarado el toque de queda en Madrid, de modo que sus votantes no tienen que hacer cola en el s¨²per para demostrar que son tontos como ella y no obedecer al de las chaquetas molonas, que sabe de qu¨¦ habla cuando habla de coronavirus.
El asunto es que los hospitales se han llenado y algunos s¨²per se han vaciado. Pero no como querr¨ªan Fernando Sim¨®n, director del Centro de Coordinaci¨®n de Alertas y Emergencias Sanitarias y nuestra presidenta, o sea que algunos s¨²per se han vaciado de solomillo y algunos hospitales se han llenado de carne sin trabajar. A veces la naturaleza tiene esas cosas, que act¨²a de manera, al parecer, impremeditada, que es lo menos que se le puede pedir a la naturaleza.
El caso es que, por motivos muy personales, me vi enredado en una de esas trampas, taxista mediante, c¨®mo no, que la vida nos tiende de cuando en cuando. Y a las doce y un minuto del D¨ªa de la Mujer Trabajadora ca¨ª en brazos de la fortuna, que es caprichosa, y acab¨¦ en un hospital en vez de en una avenida grande de una ciudad grande gritando por la igualdad.
?Qu¨¦ verg¨¹enza pedir ayuda para el dolor cuando deber¨ªa estar pidiendo la igualdad!
Pero se me quit¨® pronto la verg¨¹enza, porque el dolor es casi siempre un sentimiento m¨¢s profundo. Aunque esta vez me encontr¨¦ con una manifestaci¨®n muy original. Hay que hacer una aclaraci¨®n previa: los gitanos en Almer¨ªa llaman payoponis a los ecuatorianos bajitos.
Y desde el box 23 empec¨¦ a ver un desfile de payoponis desde el punto de vista de un gitano de Almer¨ªa. All¨ª no hab¨ªa lucha por la igualdad; desde la puerta de mi box 23 yo solo ve¨ªa personajes que arrastraban un dolor m¨¢s antiguo que el m¨ªo.
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