Administraci¨®n leal

El presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, mantuvo ayer una reuni¨®n telem¨¢tica con los l¨ªderes de los Ejecutivos aut¨®nomos para informar de las medidas adoptadas en el marco de la declaraci¨®n del estado de alarma, as¨ª como para coordinar las pr¨®ximas acciones destinadas a controlar la propagaci¨®n del coronavirus. La totalidad de los participantes en este encuentro virtual mostr¨® la disposici¨®n de sus comunidades a colaborar con el Gobierno central, en l¨ªnea con las directrices aprobadas el s¨¢bado, y solo el lehendakari I?igo Urkullu, el president Quim Torra y la presidenta madrile?a, Isabel D¨ªaz Ayuso, expresaron diferentes reservas. Los primeros, por considerar que la gesti¨®n prevista en la declaraci¨®n de alarma invade competencias de sus respectivas comunidades; D¨ªaz Ayuso, por la lentitud con la que, en su opini¨®n, habr¨ªa reaccionado el Ejecutivo de S¨¢nchez.

La celebraci¨®n misma de la reuni¨®n es la prueba de que la alarma no pone en cuesti¨®n la naturaleza auton¨®mica del sistema espa?ol, sino que la reconoce como parte sustancial de las medidas excepcionales que la Constituci¨®n pone a disposici¨®n del poder ejecutivo para hacer frente a circunstancias como la actual. El argumento de que la declaraci¨®n de alarma prevista por el art¨ªculo 116 equivale a una aplicaci¨®n del 155 limitada a la sanidad y la polic¨ªa obvia deliberadamente la diferente materia que regulan ambos preceptos, adem¨¢s de la radical disparidad de los procedimientos institucionales que establecen y de las consecuencias que conllevan para las autonom¨ªas. Invocar este argumento por ignorancia es grave, pero hacerlo por razones de propaganda pol¨ªtica es tanto como confesar que se anteponen los avances del programa nacionalista al objetivo de controlar la pandemia. En otra coyuntura ser¨ªa ventajismo; en la presente es, adem¨¢s, un s¨ªntoma de cortedad pol¨ªtica que, a diferencia de Torra, Urkullu prefiri¨® corregir de inmediato.

El desaf¨ªo al que se enfrenta el pa¨ªs no permite prolongar por m¨¢s tiempo la pueril estrategia de reclamar del Gobierno central medios de los que no dispone para, de este modo, poder transferirle la responsabilidad por el agravamiento de la situaci¨®n que previsiblemente se producir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas. El n¨²mero de contagiados y fallecidos en Madrid hace de esta comunidad un indiscutible foco de atenci¨®n, y en este sentido es comprensible que la presidenta D¨ªaz Ayuso solicite ayuda urgente al Gobierno central. Pero lo que esta constataci¨®n de la gravedad exige es una cooperaci¨®n leal entre Administraciones para promover soluciones, no una soterrada competici¨®n para transferir culpas. Por lo dem¨¢s, una est¨¦ril competici¨®n en la que parece estar instalado el president Torra, como ratific¨® en su rechazo a suscribir una declaraci¨®n conjunta.

La reuni¨®n celebrada ayer tendr¨¢ continuaci¨®n la pr¨®xima semana, despu¨¦s de que el Consejo de Ministros apruebe ma?ana, como anunci¨® el presidente el s¨¢bado, el paquete econ¨®mico que acompa?ar¨¢ la declaraci¨®n del estado de alarma. Tambi¨¦n en esta dimensi¨®n los Ejecutivos aut¨®nomos tienen un destacado papel que desempe?ar, en coordinaci¨®n con el central. Hasta el momento, el sistema auton¨®mico no ha demostrado debilidades o ineficiencias insalvables para hacer frente a la crisis del coronavirus, sino todo lo contrario. De ah¨ª que las voces que lo ponen en cuesti¨®n desde la ultraderecha y desde el ultranacionalismo deban ser desautorizadas con la evidencia de los hechos: las Administraciones p¨²blicas est¨¢n cooperando desde el inicio de la crisis como si fueran una sola Administraci¨®n. Con lealtad al sistema auton¨®mico y, tambi¨¦n, con lealtad a los ciudadanos.