Una pol¨ªtica exterior de adolescente

En las ¨²ltimas semanas, y en medio de la crisis del Covid-19, se ha dejado ver lo incoherente e ineficaz de la pol¨ªtica exterior colombiana. Hace algunos d¨ªas, la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos sac¨® su informe anual. En ¨¦l, Colombia quedaba mal parada, pues era claro que la situaci¨®n de seguridad en el pa¨ªs se estaba deteriorando. No debe olvidarse que la seguridad fue la principal bandera del actual presidente durante la campa?a pol¨ªtica de 2018. El resultado, luego de 18 meses de gobierno, es un deterioro incre¨ªble. El Gobierno colombiano acus¨® a la ONU de indebida injerencia en la soberan¨ªa nacional.

D¨ªas m¨¢s tarde, sali¨® el informe del relator para defensores y defensoras de derechos humanos de la Naciones Unidas, Michel Forst. All¨ª, quedaba claro que Colombia es el pa¨ªs de la regi¨®n donde m¨¢s se asesinan l¨ªderes sociales. Adem¨¢s, mostraba que los niveles de impunidad son particularmente altos. Nuevamente, el Gobierno colombiano hizo un gran esc¨¢ndalo. Pero lo m¨¢s complicado se supo horas despu¨¦s de publicarse el documento: al se?or Michel Forst no se le permiti¨® regresar al pa¨ªs en 2019 para terminar su informe, su primera visita fue a finales de 2018. Aunque el relator busc¨® que lo invitaran, siempre el Ejecutivo colombiano esquiv¨® esa petici¨®n. Este tipo de comportamiento solo lo tienen Gobiernos con democracias d¨¦biles o abiertamente autoritarios.

Horas despu¨¦s de estas dos reacciones del gobierno ante los dos informes en materia de derechos humanos, el presidente Iv¨¢n Duque se reuni¨® con el secretario general de las Naciones Unidas, Ant¨®nio Guterres. All¨ª, el presidente intent¨® rebajar la tensi¨®n y anunci¨® un acuerdo de cooperaci¨®n con las Naciones Unidas. Todo esto ocurri¨® en unos cuantos d¨ªas. El mundo diplom¨¢tico en Colombia dice no entender nada. De hecho, calificaron la pol¨ªtica exterior colombiana como ca¨®tica y err¨¢tica.

Pero la cereza en el pastel lleg¨® en las ¨²ltimas horas. El presidente Iv¨¢n Duque anunci¨® el cierre de la frontera entre Colombia y Venezuela. Horas despu¨¦s hab¨ªa una verdadera crisis humanitaria, centenares de personas pasaban por las trochas o caminos ilegales. La frontera entre ambos pa¨ªses tiene una extensi¨®n de poco m¨¢s de 2.200 kil¨®metros, hay m¨¢s de 150 trochas, todas ellas controlados por las 28 estructuras armadas ilegales que est¨¢n en el espacio fronterizo. Cada vez que cierran los puentes fronterizos legales, se da una bonanza econ¨®mica para estas estructuras, pues aumenta el cobro por persona que quiera pasar. De tal forma que el cierre no va a contener el Covid-19. La ¨²nica forma de contenerlo es garantizando la coordinaci¨®n entre ambos Estados o al menos entre las autoridades sanitarias de ambos Estados. Aun as¨ª, y a pesar de una posible crisis, el Gobierno colombiano sigue hablando de un presidente interino, Juan Guaid¨®, que en la vida real no existe.

Toda la pol¨ªtica exterior colombiana gira en torno a Venezuela, al respaldo a un presidente interino que no controla nada, mientras que la frontera es un verdadero caos. En otro tiempo, en las ¨¦pocas de ?lvaro Uribe, era com¨²n ver estos ataques vehementes a la comunidad internacional, pero nunca se lleg¨® a las actuales circunstancias. Adem¨¢s, en ese momento, Uribe ten¨ªa el 80% de aprobaci¨®n, actualmente Duque ronda el 23%. Es decir, hay un gran rid¨ªculo internacional y una crisis pol¨ªtica interna.

Al final, se puede decir que la pol¨ªtica exterior de Colombia es un gran fiasco. Carece de dosis de realismo, de un horizonte com¨²n y sobre todo de alguien que la lidere. Pareciera que la pol¨ªtica dom¨¦stica lo rige todo y el ala radical del partido de Gobierno controla la Canciller¨ªa. No se piensa con criterio de Estado sino de venganza partidista.