Vivir en estado de alerta

Tras casi una semana de confinamiento en la que los n¨²meros del coronavirus no han hecho m¨¢s que empeorar, la sociedad espa?ola vive estos tiempos excepcionales con un estado de ¨¢nimo de sorprendente tranquilidad: la mayor¨ªa de nuestros conciudadanos dice sentirse poco o nada nervioso. Es muy posible, sin embargo, que si la crisis se agudiza, tal y como vaticinan los expertos, el clima social de sosiego se resquebraje y d¨¦ paso a un estado de ¨¢nimo de mayor agitaci¨®n.

El estudio de 40dB. pone de manifiesto que ese equilibrio puede alterarse. A d¨ªa de hoy, las personas que declaran estar muy nerviosas como consecuencia de esta crisis son aquellas que han tenido m¨¢s contacto con el virus: los que ya han dado positivo, tienen s¨ªntomas compatibles con esta enfermedad o al menos una persona de su entorno, ya sean amigos, familiares o compa?eros de trabajo, padecen el virus o la sintomatolog¨ªa asociada.

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Los datos muestran que el contacto con la enfermedad altera el estado de ¨¢nimo. El nerviosismo, adem¨¢s, se asocia a una mayor preocupaci¨®n por esta crisis, as¨ª como a un consumo mucho m¨¢s intenso de informaci¨®n, ya sea directamente, en los medios (televisi¨®n, radio, prensa), o indirectamente, a trav¨¦s de redes sociales o WhatsApp. Igualmente, el miedo a perder el empleo, a sufrir una ca¨ªda salarial, a presenciar el cierre de la empresa en la que se trabaja, a retrasar o paralizar una inversi¨®n o compra prevista o a anticipar un impacto negativo en la econom¨ªa espa?ola y mundial es m¨¢s frecuente entre la gente que est¨¢ m¨¢s nerviosa ante la pandemia. El nerviosismo, en muchos casos producido por el contacto directo o indirecto con la enfermedad, multiplica el temor a los da?os materiales de una posible recesi¨®n.

?Qu¨¦ cabe esperar en los pr¨®ximos tiempos? ?Qu¨¦ podemos anticipar sobre el impacto en nuestra sociedad? Lo l¨®gico es que a medida que se extienda el virus, el nerviosismo vaya en aumento. El prolongado confinamiento y la angustia ante los efectos econ¨®micos contribuir¨¢n a ello. Deber¨ªamos ir prepar¨¢ndonos para una situaci¨®n m¨¢s tensa en las pr¨®ximas semanas.

Ahora bien, el nerviosismo y la ansiedad tienen tambi¨¦n algunos aspectos positivos: por ejemplo, nos preparan para afrontar mejor la crisis sanitaria. Son precisamente los m¨¢s intranquilos quienes cumplen m¨¢s a rajatabla las reglas impuestas. Son tambi¨¦n los que se muestran m¨¢s propensos en su d¨ªa a d¨ªa a ayudar a otras personas, quienes m¨¢s han hecho compras por Internet para evitar salir de casa y quienes participan con mayor entusiasmo en el aplauso a los sanitarios de las ocho de la tarde. Es muy posible que la sociedad espa?ola, de por s¨ª solidaria, refuerce a¨²n m¨¢s su empat¨ªa, su capacidad para ponerse en la piel de otras personas, aumentando as¨ª la disposici¨®n a dar y recibir de los dem¨¢s.

Finalmente, entre los que ya sufren un estado de ¨¢nimo de alerta, el 70% cree que el coronavirus dejar¨¢ una sociedad m¨¢s temerosa (17 puntos por encima de la poblaci¨®n general). La sociedad saldr¨¢ de esta crisis siendo m¨¢s solidaria pero tambi¨¦n lo har¨¢ con m¨¢s miedos, con m¨¢s ansia de seguridad. La gesti¨®n de esos temores ser¨¢ otro de los retos en un futuro que no queda tan lejos.

Bel¨¦n Barreiro es directora de 40dB.