La seguridad humana como prioridad global

Arabia Saud¨ª ha convocado una reuni¨®n del G-20 para abordar los efectos del coronavirus. Lo hace a propuesta de Espa?a, que impulsa un esfuerzo de coordinaci¨®n internacional imprescindible en la lucha contra una pandemia de efectos devastadores para la salud y seguridad humana, as¨ª como para la propia resiliencia de los sistemas sanitarios y econ¨®micos del mundo. No es la primera vez que este foro econ¨®mico de car¨¢cter multilateral se ocupa de este tema. Lo hizo en 2014 con la Declaraci¨®n de Brisbane (Australia) al comprometerse a coordinar esfuerzos para frenar la expansi¨®n del ¨¦bola y hacer frente a las consecuencias de la enfermedad. Desde entonces, el G-20 ha hecho de la salud el eje vertebrador de su Declaraci¨®n de Berl¨ªn (2017) y, el a?o pasado, ya advirti¨® en Jap¨®n de la necesidad de fortalecer los sistemas de salud como fundamento de un crecimiento inclusivo. Es de esperar, por tanto, que la reuni¨®n de esta semana pueda dar lugar a la primera declaraci¨®n de car¨¢cter multilateral significativa sobre la Covid-19. Ser¨ªa un ¨¦xito si el enfoque desbordara lo estrictamente sanitario y econ¨®mico para plantearse desde la l¨®gica de la seguridad humana y con la prioridad que este atentado a la seguridad global reclama.

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Desde este planteamiento, el coronavirus tambi¨¦n deber¨ªa ser objeto de un pronunciamiento contundente por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Es dif¨ªcil de entender que el ¨®rgano encargado de constatar las amenazas a la paz y la seguridad internacionales no lo haga cuando ya se ha ocupado de otras epidemias. Ocurri¨® con el sida mediante resoluciones que declararon la enfermedad como uno de los desaf¨ªos m¨¢s formidables para el desarrollo, el progreso y la estabilidad de las sociedades que requer¨ªa, en consecuencia, una respuesta global amplia y excepcional. M¨¢s recientemente, el Consejo de Seguridad se ha pronunciado de nuevo al hilo de la propagaci¨®n del virus del ¨¦bola en Liberia (2014) y Congo (2018), calificando en esta ocasi¨®n a la epidemia como amenaza para la regi¨®n y subrayando la necesidad de que la comunidad internacional siga apoyando el fortalecimiento de los sistemas sanitarios nacionales.

A la vista del n¨²mero de pa¨ªses afectados por el coronavirus, considerando las cifras de contagios y el n¨²mero fallecidos, as¨ª como el impacto que la pandemia est¨¢ teniendo sobre la econom¨ªa mundial, resulta sorprendente que el Consejo de Seguridad todav¨ªa no haya considerado reunirse para declarar la Covid-19 una amenaza, sin precedentes, a la seguridad internacional. Dejando al margen a China, Estados Unidos o Rusia, ahora son cinco los pa¨ªses europeos que pueden impulsar este pronunciamiento: Francia y Reino Unido, como miembros permanentes; y Alemania, B¨¦lgica y Estonia, como no permanentes. ?Se atrever¨ªa Estados Unidos a minimizar en ese foro la dimensi¨®n global de una amenaza que atenta contra la seguridad de millones de personas en todo el mundo? No estar¨ªa de m¨¢s poder comprobarlo.