Aplauso
Estamos como siempre, y como nunca, en manos de los profesionales de la salud. No quiero que se me olvide cuando todo esto pase
Nunca en mi vida he hablado con tantos cient¨ªficos como en el ¨²ltimo mes. Empe?ados en no opinar sobre lo que no sabemos, nos propusimos tener cada noche en la SER a un epidemi¨®logo, un vir¨®logo, un experto en enfermedades infecciosas, alguien que pudiera traducirnos las cifras que llegaban primero de China, despu¨¦s de Italia, finalmente de Espa?a. Tengo que agradecer a muchos de ellos, porque algunos estaban en el d¨ªa a d¨ªa del trabajo en un hospital, la disponibilidad para ponerse al tel¨¦fono despu¨¦s de agotadoras jornadas de trabajo y responder a preguntas simples, formuladas desde el desconocimiento absoluto y sin m¨¢s base que la observaci¨®n de los datos y de la realidad, que es lo ¨²nico en lo que tenemos experiencia los periodistas sobre este tema. Con infinita paciencia iban desenredando el nudo que se nos hab¨ªa hecho a lo largo del d¨ªa. A¨²n hoy, cuando la epidemia escala sin tregua ¡ªpeligrosamente entre los propios sanitarios¡ª, siempre encontramos a alguno dispuesto a divulgar con serenidad sus conocimientos. Muy pocos rebajaron la importancia de un virus desconocido que circulaba en un mundo interconectado, ninguno sembr¨® m¨¢s alarma de la necesaria, pero todos pon¨ªan el acento en evitar el colapso del sistema sanitario. No he encontrado discursos id¨¦nticos entre ellos, y cuando la conversaci¨®n aterrizaba en las medidas p¨²blicas a tomar, sobre todo al principio, las diferencias eran m¨¢s evidentes. Nos desconcierta que la ciencia no sea monol¨ªtica. Los no creyentes corremos el riesgo de esperar de la ciencia un sustituto perfecto del Dios de los que s¨ª creen: respuestas ¨²nicas, claras y sobre todo infalibles. Sabemos que no es as¨ª, pero no nos lo planteamos hasta que nos toca. Y ahora nos toca a todos a la vez y en circunstancias bien dram¨¢ticas. La ciencia est¨¢ viva, opera sobre procesos cambiantes y sus hacedores no se cansan de decirlo cada vez que un titular, lleno de buena fe, anuncia la inminencia de una vacuna o el aplanamiento de una curva. Hay batallas que necesitan m¨¢s tiempo que la redacci¨®n de una noticia.
Han estado siempre ah¨ª, hemos contado sus penurias con los recortes en Sanidad, nos ha indignado el desprecio a la investigaci¨®n, los sueldos de miseria, la huida de talentos. Y ahora estamos como siempre, y como nunca, en sus manos. No quiero que se me olvide cuando todo esto pase. @PepaBueno
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.