Mucha muerte por delante
Nunca seremos capaces de comprenderla, o sea, de asir m¨ªnimamente lo que significa y, quiz¨¢ por ello, nos resistimos a su llamada casi sin excepci¨®n
Siempre ha estado ah¨ª. Y, si se mira alrededor con algo de serenidad, lo que ahora es dif¨ªcil, siempre se ha dedicado a la misma gente. Cuanto m¨¢s d¨¦bil es un colectivo, m¨¢s f¨¢cil le es penetrarlo, claro. Y se vuelca, sobre todo, en lo que ahora se conoce por ¡°grupos de riesgo¡±, que traducido al espa?ol vulgar, significa algo as¨ª como ¡°mayor de 70 a?os con alguna patolog¨ªa previa, sobre todo si es respiratoria¡±.
Por supuesto, estoy hablando de la muerte, asunto que da mucho de s¨ª. Creo que era el padre de los Fraguas el que dec¨ªa con mucha raz¨®n eso de que ¡°nos queda mucha muerte por delante¡±. La frase es buena, pero el contenido da v¨¦rtigo.
Nos queda tanta muerte por delante que nunca seremos capaces de comprenderla, o sea, de asir m¨ªnimamente lo que significa y, quiz¨¢ por ello, nos resistimos a su llamada casi sin excepci¨®n.
Siempre ha estado ah¨ª. Esperando a que nuestras acciones o nuestras omisiones nos lleven con ella. Porque irse solo puede ser fruto de un error o de que se ha entrado, sin darse uno cuenta, en un ¡°grupo de riesgo¡±. Pues malditos sean. Formar parte de alguno quiere decir que, de una u otra manera, est¨¢ uno desahuciado. No vale demasiado la pena luchar por ese pedazo de carne, porque, tarde o temprano, la lucha tendr¨¢ su fin y ya sabemos cu¨¢l ser¨¢ el resultado.
La vida es un peque?o par¨¦ntesis en el gran lapso de tiempo que tenemos por delante. Qu¨¦ salvaje, qu¨¦ inmisericorde, qu¨¦ exacto, el inventor de la frase.
En cierta manera, lo que conseguimos con tanta lucha, y lo sabemos desde siempre, es hacer un poco mayor el margen que gobierna ella. No es m¨¢s grande que eso el premio. Es una miseria.
Hay que hacer, entonces, un esfuerzo para conseguir entrar m¨¢s tarde en los ¡°grupos de riesgo¡±. Un poco m¨¢s tarde. Con eso nos conformamos. Qu¨¦ poco. Nos queda a¨²n mucho que vivir, que es algo sobre lo que, con un poco de suerte, podremos pensar. ?Vamos a poder hacerlo? Tampoco est¨¢ muy claro.
Dejemos para m¨¢s tarde, cuanto m¨¢s tarde mejor, lo de entrar en los dichosos grupos. A la muerte no es preciso darle pistas, sabe ir a donde quiere. Lo ¨²nico que pasa es que ahora viene m¨¢s veces que antes.
Sea como sea, tenemos mucha muerte por delante.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
