Cuatro lecciones (de consumo) aprendidas gracias al coronavirus

Es dif¨ªcil levantarse por la ma?ana y conservar un buen estado de ¨¢nimo cuando las noticias nos anuncian ya de buena hora que algunas personas, famosas o an¨®nimas, se han incorporado al recuento macabro nuestro de cada d¨ªa. Podemos saber tambi¨¦n cu¨¢ntos han sido sanados en las ¨²ltimas veinticuatro horas y dados de alta del hospital de turno, pero la mente se regodea m¨¢s f¨¢cilmente en las cifras macabras. He decidido que voy a vencer esa tendencia al morbo y para ello voy a rebuscar, en medio de tanta tiniebla, algo de luz, ni que sea un peque?o destello al final del t¨²nel. Algo bueno es qu¨¦, por ejemplo, estoy aprendiendo en medio de esta tragedia global. Aqu¨ª abajo algunas de las lecciones que me han sido impartidas por si resultan ¨²tiles:

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Mi vida alterconsumista en tiempos del coronavirus

Viaje al centro de tu casa

1) Paga las facturas lo antes posible (si puedes) tanto a privados como a entidades p¨²blicas.

Recibo facturas a trav¨¦s del correo postal. Algunas deben pagarse con un cheque; otras veces, se pagan en l¨ªnea. Normalmente introduzco las facturas en mi agenda y me apunto que hay que abonarlas antes de la fecha de vencimiento. Para ser totalmente sincera, a veces pasan d¨ªas (o semanas) hasta que me decido a hacer el cheque o a conectarme a Internet para saldar la deuda. Hay siempre tantas cosas urgentes por hacer ?verdad? Me digo que ahora que nosotros (y la econom¨ªa con nosotros) estamos parados, hay que hacer que el dinero fluya en la medida de lo posible. Esa peque?a cantidad de euros que debo, por ejemplo, a la alcald¨ªa de mi ciudad por el comedor escolar de mis hijos, debe irse a las arcas p¨²blicas, que est¨¢n ya muy exhaustas.

Feliz de vivir en un pa¨ªs que ha decidido arruinar sus previsiones presupuestarias pero ha apostado por la vida

2) Haz donaciones (si puedes) para la investigaci¨®n y el trabajo del personal sanitario.

No recuerdo haber hecho una donaci¨®n a una entidad cient¨ªfica dedicada a la investigaci¨®n. A lo largo de mi vida he sido socia de ONG o he hecho donaciones para quienes trabajan para favorecer el desarrollo de comunidades en pa¨ªses empobrecidos, o bien para promover el discurso y la acci¨®n ecologista en nuestro entorno. La semana pasada hice una donaci¨®n por primera vez en mi vida a la Fondation de France, que aglutina la acci¨®n y la investigaci¨®n sobre la Covid-19 en Francia. Mientras hac¨ªa el donativo pod¨ªa observar c¨®mo el contador del dinero recaudado iba creciendo por segundos.

Cuando hice yo mi donaci¨®n contaban ya con 10 millones de euros y suma y sigue. Siempre consider¨¦ que los Estados y las fundaciones privadas se ocupaban de estas cosas. He aprendido estas ¨²ltimas semanas que la salud de mi vecino ¡ªy la salud en general del pa¨ªs donde vivo¡ª es tambi¨¦n la m¨ªa y ahora, escasos de recursos, toda contribuci¨®n, por modesta que sea, puede ayudar a vencer la enfermedad. ?Para qu¨¦ es el dinero sino para cuando se necesita?

3) Reduce la deuda (de tus deudores) o incluso, si puedes, perd¨®nala.

No s¨¦ en qu¨¦ circunstancias de vida te encuentras. En todo caso es el momento, si eres acreedor y si te lo puedes permitir, para reducir la deuda de tus deudores, demorarla o incluso, si puedes, dec¨ªdete a condonarla. Ahora m¨¢s que nunca se impone la regla ¨¦tica de hacer a los dem¨¢s lo que querrias que te hicieran a ti, incluso cuando hay dinero de por medio. Y lo que digo para los individuos, pero puede aplicarse a las empresas, a los Estados¡­ a todo colectivo.

4) Ante el dilema de la bolsa o la vida, escoge la vida.

Todas mis lecciones hablan de dinero y no creo que sea casual. Si algo ha puesto de relieve la crisis del coronavirus es que en realidad la vida se reduce casi a una disyuntiva que nos es presentada constantemente entre la bolsa o la vida. Me explico. La pandemia ha obligado a los Estados a tomar decisiones dr¨¢sticas: ?intentamos salvar el m¨¢ximo de personas a¨²n a riesgo de hacer desplomar nuestras econom¨ªas? ?O bien salvamos la econom¨ªa a¨²n a riesgo de ver morir muchas personas en nuestros pa¨ªses? Yo estoy contenta de vivir en un pa¨ªs que ha decidido arruinar sus previsiones presupuestarias pero ha apostado por la vida. Insisto: ?para qu¨¦ sirve el dinero si no es para cuando se necesita? ?Con qu¨¦ cara sobrevivir¨ªamos a la tragedia si dej¨¢ramos que los m¨¢s vulnerables se fueran al otro mundo sin que movi¨¦ramos ni una ceja para evitarlo?

Sent¨ª verg¨¹enza ajena cuando el otro d¨ªa en la radio o¨ª a Trump avisando a sus conciudadanos de que no iba a permitir el confinamiento total del pa¨ªs porque hab¨ªa que salvar la econom¨ªa antes que las personas. Que se avecinaban semanas dolorosas porque ese sacrificio ante el altar del dinero significar¨ªa la perdici¨®n de al menos cien mil estadounidenses. Al menos, cien mil estadounidenses. Qu¨¦ barbaridad. Ante el dilema, elige la vida. ?Qu¨¦ hay que sea m¨¢s valioso, m¨¢s precioso?