C¨®mo unas chicas afroamericanas de Nueva York estuvieron a punto de convertir saltar a la comba en deporte ol¨ªmpico
El ¡®double dutch¡¯, disciplina que consiste en saltar acrob¨¢ticamente sobre dos combas, se abri¨® camino en los ochenta en la comunidad negra de EE UU, influyendo incluso en el ¡®hip hop¡¯. Lleg¨® alto, luego cay¨®. Ahora vuelve
?Este pasado febrero, en el ciclo All in me: black heroines del MoMa, se proyect¨® Pick up your feet: the double dutch show, un documental de Skip Blumberg sobre el torneo de double dutch celebrado en Nueva York en 1981 en el que brillaron The Fantastic Four, las reinas del momento. Ahora muchos no saben nada sobre double dutch,pero hubo un tiempo en que este deporte callejero era religi¨®n, especialmente entre la comunidad negra.
Son dos jugadoras ¨Cel double dutch empez¨® siendo casi estrictamente femenino¨C girando fren¨¦ticamente dos combas en direcciones opuestas y una, dos o ?m¨¢s! chicas haciendo cabriolas a una velocidad vertiginosa
?Qu¨¦ es el double dutch? Aunque sus or¨ªgenes sean tan inciertos como el t¨¦rmino al que hace referencia (double dutch alude a una jerga inglesa ininteligible), parece que fueron los inmigrantes holandeses los que trajeron este juego a New Amsterdam, ahora Nueva York. Pero fue en los setenta cuando se convirti¨® en un fen¨®meno y adopt¨® la forma que hoy conocemos: dos jugadoras ¨Cel double dutch empez¨® siendo casi estrictamente femenino¨C girando fren¨¦ticamente dos combas en direcciones opuestas y una, dos o ?m¨¢s! chicas haciendo cabriolas a una velocidad vertiginosa. Lo ¨²nico que se necesita son dos cuerdas y ¡°mucho empe?o¡±, dice Toni Veal, entrenadora de los campeones del mundo Jazzy Jumpers. ¡°Si se est¨¢ dispuesto, no lleva mucho tiempo aprender. Es un fant¨¢stico ejercicio de cardio, forja car¨¢cter y crea una extensa comunidad¡±. Aparte de velocidad (el r¨¦cord est¨¢ en 245 saltos en un minuto), tambi¨¦n se requieren amplias aptitudes para el baile. El freestyle fue, desde los inicios, una de las pruebas m¨¢s aclamadas por el p¨²blico: la mezcla de saltos con virguer¨ªas imposibles y pasos de hip hop convirti¨® el double dutch no solo en un deporte casi acrob¨¢tico sino, de largo, en el m¨¢s mol¨®n. Era barato, se pod¨ªa hacer en cualquier sitio, el esp¨ªritu de equipo era lo m¨¢s importante y eran ni?as afroamericanas las que lo petaban. Adrienne Nikki Howell, una de las ¡®Cuatro Fant¨¢sticas¡¯ recuerda que para ella el double dutch signific¨® ¡°ser importante, ser alguien para las chicas de mi comunidad¡±.
Los responsables de que este juego pasara de ser un entretenimiento de patio de colegio a un deporte considerado como tal fueron Ulysses Williams y David A. Walker, dos polic¨ªas neoyorquinos que, conscientes de que en las calles solo hab¨ªa b¨¦isbol, f¨²tbol y baloncesto, fijaron las reglas de una competici¨®n pensada por y para chicas. Kyra Gaunt, autora del libro The games black girls play: learning the ropes from double-dutch to hip-hop, recalca: ¡°En la d¨¦cada de 1950, estaba muy extendido entre ni?as de comunidades negras segregadas en ciudades como Washington D.C., Los ?ngeles o Nueva York. Las chicas y mujeres negras identificaron su pr¨¢ctica como expresi¨®n clave de su comunidad y de su identidad¡±.
En 1974 tiene lugar, en el Lincoln Center, la primera competici¨®n oficial de esta actividad que, seg¨²n dec¨ªa Williams, ¡°es el deporte de equipo por excelencia. No puedes practicarlo a no ser que sus tres o cuatro miembros trabajen juntos como un reloj suizo¡±. O, como recuerda De¡¯Shone Goodson, otra de las integrantes de The Fantastic Four, ¡°uno de los valores que transmit¨ªamos era y sigue siendo: el trabajo en equipo hace que el sue?o funcione¡±.
Un documental sobre el 'double dutch' en el que participan Fantastic Four, el equipo m¨¢s famoso de la historia.
En los ochenta el double dutch explota y se convierte en parte de toda esa cultura callejera cimentada a base de grafiti, breakdance y hip hop. No en vano los saltos de las chicas encajaban a la perfecci¨®n con los ritmos de los MC y la destreza f¨ªsica que exig¨ªa la cuerda doble era id¨¦ntica a la necesaria para rebozarse por el suelo bailando breakdance. ¡°Todo eso nos hizo ser parte de la historia del hip hop, aunque solo se nos conociera como The Double Dutch Girls¡±, recuerda Robin Watterson, otra de las ¡®Cuatro Fant¨¢sticas¡¯.
Anuncios de McDonald¡¯s protagonizados por The Fantastic Four, patrocinios de Mobile Oil o Seven Up, Malcolm McLaren dedic¨¢ndole una canci¨®n en 1983 y la hipermasculinizada escena del hip hop haciendo hueco a la poderosa energ¨ªa femenina del double dutch o sampleando en sus temas algunas de las canciones que se utilizaban para saltar. Semejante artefacto pop necesitaba exportarse. En el documental Black Magic (1984) se narra el viaje del equipo hom¨®nimo, uno de los m¨¢s pujantes de la ¨¦poca, a Londres. ¡°Ellas nunca hab¨ªan salido de Connecticut. Fue como ir a otro planeta¡±, recuerda David Hoffman, su director. ¡°Al principio era solo un juego callejero y acab¨® siendo algo extraordinario. No creo que fueran conscientes de su popularidad hasta que actuaron ante la Reina¡±.
?¡°Si se est¨¢ dispuesto, no lleva mucho tiempo aprender. Es un fant¨¢stico ejercicio de cardio, forja car¨¢cter y crea una extensa comunidad¡±. (Toni Veal, entrenadora de los campeones del mundo Jazzy Jumpers)
Cual misiles teledirigidos, esas giras internacionales consiguieron propagar la fiebre por el salto. En Dinamarca, Hungr¨ªa, Pa¨ªses Bajos o Suecia. Pero sobre todo en Jap¨®n y Francia. La Federaci¨®n Double Dutch en Francia marca los or¨ªgenes de esta pr¨¢ctica en su pa¨ªs en 1982. Ese a?o desembarca en Europa el New York City Rap Tour: grafiteros, dj, breakdancers, raperos y saltadoras de cuerda. Afrika Bambaataa, The Rock Steady Crew o The Fantastic Four. ¡°Un deporte callejero llev¨® a cuatro j¨®venes de color a presentarse ante el mundo¡±, recuerda Delores Finlayson, de The Fantastic Four. Pero, sobre todo, fue una gira ideada para que la cultura hip hop mostrara sus credenciales a una audiencia no americana. ¡°El double dutch¡±, dice Veal, ¡°siempre pertenecer¨¢ a la comunidad negra, pero no deja de ser un deporte, y como tal, no tiene fronteras.¡±
Sin embargo, y cuando parec¨ªa que el siguiente paso era convertirse en deporte ol¨ªmpico, a mediados de los ochenta, este deporte empieza a languidecer, cayendo casi definitivamente en el olvido. Apartado de la escena hip hop, con cada vez menos aficionados y sin grandes patrocinadores, 1984 ser¨¢ el a?o en que, despu¨¦s de una d¨¦cada efervescente, deje de celebrarse el campeonato nacional.
?Aunque en 2009 entra en las escuelas como deporte, habr¨ªa que esperar a 2017 para que el double dutch volviera al lugar del que nunca debi¨® salir: la calle. Seg¨²n The New York Times, el detonante del glorioso regreso al mism¨ªsimo Lincoln Center fue precisamente el documental de Blumberg con el que la programadora del Lincoln se top¨® accidentalmente quedando fascinada. ¡°The Fantastic Four fueron y siguen siendo role models para las nuevas generaciones, practiquen o no este deporte, explica Blumberg. Siempre que se exhibe este documental, el p¨²blico aplaude durante toda la proyecci¨®n, no solo al final¡±.
En los ochenta el double dutch explota y se convierte en parte de toda esa cultura callejera cimentada a base de grafiti, breakdance y hip hop. No en vano los saltos de las chicas encajaban a la perfecci¨®n con los ritmos de los MC
Ahora parece haber un empe?o espectacular en recuperar este deporte y devolverle el lustre que tuvo. Seg¨²n Hoffman, ¡°hay ciertos visos de que regrese a la ciudad, lo cual es muy esperanzador: tuvo un efecto muy positivo en aquellas chicas¡±. Gaunt, sin embargo, opina que el resurgimiento del double dutch ¡°no se est¨¢ dando entre j¨®venes, sino en adultos. Las mujeres negras tenemos las mayores tasas de obesidad de EE UU y estamos recuperando este deporte como juego para transmitir a nuestras hijas¡±. En esta l¨ªnea, proliferan eventos como el reciente Pretty Girls Jump, organizado por Weight no More con la rapera Toya Johnson como una de las estrellas invitadas.
Llegado este punto, lo m¨¢s sensato es que googlee ¡°double dutch¡± y vea lo que el cuerpo humano ¨Calguno, al menos¨C es capaz de hacer porque, como dec¨ªa su creador, Williams, ¡°para entender lo que hacen, hay que grabarlo y reproducirlo a c¨¢mara lenta¡±.
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