Las ra¨ªces de la sociedad conectada
Los equipamientos para la 'nube' demuestran su valor estrat¨¦gico
Quiz¨¢ hoy suena lejano. Pero una vez al a?o, all¨¢ por diciembre, las nubes se agarran al suelo en Las Vegas. Cientos de ejecutivos llegan a la ciudad para la feria anual de Amazon Web Services (AWS), el mayor proveedor de servicios de computaci¨®n en la 'nube' del mundo. El a?o pasado se organizaron m¨¢s de 2.500 conferencias durante una semana y Andy Jassy, el todopoderoso consejero delegado de AWS, estuvo tres horas en el estrado volviendo aprehensible un mundo un tanto ingr¨¢vido. Porque la suya es una de esas voces llenas de poder y dinero. Amazon es el principal jugador del mercado. Controla el 32,4% del negocio. Detr¨¢s ¡ªacorde con la consultora Canalys¡ª acuden otros colosos. Microsoft Azure (17,6%), Google Cloud (6%) y Alibaba Cloud (5,4%). Todas estas plataformas se juegan mucho. El gasto en infraestructuras en la 'nube' super¨® en el mundo algo m¨¢s de 98.000 millones de euros el a?o pasado y, solo en Espa?a, se rebas¨® los 1.800 millones, seg¨²n Statista.
En el caso espa?ol, las 'nubes' no arraigaron con el brillo de los neones del Strip de Las Vegas. Cost¨® arrancar. Entender que el transporte y la gesti¨®n de los datos son los grandes generadores de prosperidad de esta era. La nueva ruta de la seda. "En los ¨²ltimos cinco a?os se ha producido un gran avance", reflexiona Jorge Santos, socio responsable de CIO Advisory [tecnolog¨ªa] de KPMG en Espa?a. "En 2015 hab¨ªa una situaci¨®n de rechazo. La mayor¨ªa de los bancos y los sectores no ve¨ªan una apuesta a corto plazo por esta tecnolog¨ªa. Sin embargo, estos tiempos, sobre todo en temas de 'nube' p¨²blica, el avance resulta exponencial". Corre por el ADN de la tierra. Espa?a es uno de los pa¨ªses con m¨¢s fibra ¨®ptica desplegada hasta el hogar de Europa y la econom¨ªa digital ya supone ¡ªestima la patronal tecnol¨®gica DigitalES¡ª el 5,6% de su PIB. Sin hacer ruido, el cloud resulta omnipresente. Es el gran impulsor de la movilidad empresarial. Facilita, por ejemplo, compartir todo tipo de archivos, guardarlos, enviarlos y modificarlos con otras personas en cualquier momento y desde cualquier dispositivo. Y el precio dej¨® de ser una barrera. "El coste de acceso a estas plataformas se ha reducido tanto que permite entrar a jugar a peque?as empresas que antes no se pod¨ªan permitir las inversiones que exig¨ªan las infraestructuras dedicadas en propiedad", apunta Jos¨¦ Ignacio Aguillo, responsable de la Pr¨¢ctica de Arquitectura y Tecnolog¨ªas Emergentes de Minsait, filial de Indra.
Sistemas eficientes
Impulsado por esta din¨¢mica, la inversi¨®n en infraestructura cloud ha crecido ¡ªcuenta la consultora IDC Research¡ª en Espa?a a un ritmo cercano al 10%. Y este sistema de almacenamiento y datos compartidos es clave para las empresas emergentes. El di¨¢logo entre el ensayo y el error (o el acierto) es m¨¢s simple. "Gracias a las infraestructuras en la 'nube', las inversiones necesarias para probar si un prototipo (lo que se llama PMV, producto m¨ªnimo viable) tiene viabilidad en el mercado y merece la pena seguir invirtiendo en ¨¦l han ca¨ªdo dr¨¢sticamente", narra Luis Dom¨ªnguez, director general en Espa?a de la insurtech (nuevas tecnolog¨ªas aplicadas a los seguros) Yolo. Todo esto que ahora suena revolucionario lo descubri¨®, "casi por casualidad", Amazon. Porque su modelo es de mucho volumen, escaso margen y la cuenta de resultados depende, recuerda Luis Dom¨ªnguez, de "ara?ar eficiencias". Y ning¨²n lugar mejor que la 'nube'. "El cloud ya est¨¢ teniendo un impacto real en el pa¨ªs, haciendo posible que empresas de cualquier tama?o puedan innovar, lanzar nuevos servicios de manera r¨¢pida y competir a escala global", refrenda Carlos Sanchiz, m¨¢nager de arquitectura de soluciones en AWS.
Por eso, Espa?a quiere llenar su cielo de 'nubes' p¨²blicas y privadas. De momento, Amazon y Microsoft han anunciado que abrir¨¢n nuevos centros de datos para ofrecer servicios de cloud computing. Microsoft utilizar¨¢ la infraestructura de Telef¨®nica y ambas compa?¨ªas quieren llegar a "organizaciones de todos los tama?os y sectores". Las instalaciones estar¨¢n, en principio, situadas en la Comunidad de Madrid. Mientras, Amazon construir¨¢ tres espacios tecnol¨®gicos en Arag¨®n (Huesca, Villanueva de G¨¢llego y El Burgo de Ebro). Una puerta abierta a las tecnolog¨ªas 5G y a la industria 4.0. Porque nadie quiere llevar una mano perdedora en esta partida. Harish Grama, director mundial de IBM Public Cloud, reconoc¨ªa en febrero que "estudia invertir en centros de datos en Espa?a". Un mes antes, la tecnol¨®gica estadounidense cerraba un acuerdo con el Banco Sabadell por 10 a?os para desarrollar su potencial en la 'nube'. "Lo apasionante es ver d¨®nde se instalar¨¢n esas infraestructuras, porque todo el mundo competir¨¢ por ellas. Van a mandar los climas fr¨ªos (reduce el gasto energ¨¦tico en refrigeraci¨®n), los pa¨ªses que tengan redes el¨¦ctricas verdes y con escasas barreras administrativas", prev¨¦ el tecn¨®logo Enrique Dans.
Espa?a puede encajar, al menos en parte, en esa gu¨ªa para el comerciante de 'nubes'. Durante la crisis sanitaria, las plataformas han demostrado su destreza para asumir una mayor carga de trabajo. "M¨¢s de la mitad de las infraestructuras cloud contratadas en Espa?a est¨¢n relacionadas con el aumento de la capacidad de proceso", ahonda Pablo Rovira, de la Asociaci¨®n Espa?ola de Fintech e Insurtech (AEFI).
Tormenta de cambios
Solo hay una econom¨ªa y un planeta, y son digitales. La consultora tecnol¨®gica IDC Research prev¨¦ que la Global DataSphere (un par¨¢metro que mide el volumen de datos creados en el mundo en un a?o concreto) crezca en 2025 hasta los 163 zettabytes. Un bill¨®n de gigabytes. Un volumen que suena igual de inabarcable que un oc¨¦ano sin orilla. Gestionar, aunque solo sea un segmento de esta informaci¨®n, resulta un reto colosal. Pero los pasos empiezan a sonar en el pasillo. "Gran parte de las empresas en Espa?a ya han comenzado a migrar servicios a la nube, como los relacionados con el puesto de trabajo o las aplicaciones de gesti¨®n de clientes (CRM, en sus siglas en ingl¨¦s)", analiza Javier Sanz, managing director de cloud de Accenture. Sin embargo, a¨²n falta mayor ambici¨®n. Urge, por ejemplo, comprender que resulta muy dif¨ªcil que una compa?¨ªa pueda por s¨ª sola crear la Inteligencia Artificial (AI) o el machine learning que aporta el cloud. Mientras, al fondo, se escucha el tic-tac. "En Espa?a, la mayor¨ªa de los gastos en Tecnolog¨ªas de la Informaci¨®n (TI) todav¨ªa corresponden a las partidas habituales: data-center o seguridad. Pero no cloud, big data o analytics", advierte Javier Sanz. Las nubes deben descargar una lluvia fina que precipite m¨¢s cambios.
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