Verano y casualidad: c¨®mo una de las canciones m¨¢s exitosas de la historia triunf¨® gracias a Benidorm
'Blue Monday', de New Order, hubiera ca¨ªdo en el olvido en 1983 si no llega a ser por la intervenci¨®n de un espa?ol y a los pinchadiscos de la costa levantina, que lo convirtieron en un cl¨¢sico e hicieron que arrasase en Reino Unido
Mario Pacheco era una persona ¨²nica. El fundador, junto a su mujer, Cucha Salazar, del sello Nuevos Medios, es fundamental para entender la m¨²sica en Espa?a desde principios de los setenta. Fallecido en 2010 a los 60 a?os, empez¨® trabajando en Edigsa en los a?os setenta, combinando la direcci¨®n de proyectos en la discogr¨¢fica catalana con la fotograf¨ªa. Suya es por ejemplo, la imagen de la portada de La leyenda del tiempo de Camar¨®n.
Voraz mel¨®mano, lo mismo degustaba flamenco, un g¨¦nero muy poco apreciado aquellos a?os, que jazz y rock. Cuando la estructura de Edigsa se le hizo demasiado r¨ªgida inici¨® su propia discogr¨¢fica en un piso del centro de Madrid. Con Nuevos Medios fue el m¨¢ximo valedor de la renovaci¨®n del flamenco. ?l apost¨® por la generaci¨®n de Pata negra, Ketama o Ray Heredia cuando nadie cre¨ªa en ellos. Cre¨® tambi¨¦n casi sin quererlo la world music con el Shongai de Ketama y Toumani Diabab¨¦. Estuvo tambi¨¦n detr¨¢s de la reivindicaci¨®n de m¨²sicos de jazz como Carles Benavent y Jorge Pardo, de los discos de Golpes Bajos y La Mode y de la distribuci¨®n en Espa?a de sellos como ECM, Rough Trade y Factory.
Blue monday es una canci¨®n fundamental para entender la fusi¨®n entre el rock y la electr¨®nica. Hizo que los rockeros bailaran y populariz¨® un modelo de m¨²sica de baile que todav¨ªa hoy es imitado
Gran parte de los discos de esas discogr¨¢ficas acababan en el caj¨®n de saldos de las tiendas de discos, para deleite de aficionados con mucha curiosidad y pocos recursos. Algunos adolescentes de los ochenta fabricaron su gusto musical gracias a que el ojo de Mario Pacheco no parec¨ªa reparar en el valor comercial de un disco a la hora de publicarlo. Cuentan que fue as¨ª toda su vida. Ya en los dosmiles, con la crisis golpeando a la industria musical rechaz¨® una oferta de muchos ceros por parte de una multinacional para comprar Nuevos Medios.
Tambi¨¦n hubo excepciones. Revelando a Mario, un documental que reivindica su figura, estrenado hace unas semanas en Movistar, cuenta una de ellas: c¨®mo Mario Pacheco fue fundamental en el ¨¦xito de Blue Monday, la canci¨®n de New Order que sigue siendo hoy el maxisingle m¨¢s vendido de la historia de Reino Unido.
Pero m¨¢s all¨¢ de los n¨²meros, Blue monday es una canci¨®n fundamental para entender la fusi¨®n entre el rock y la electr¨®nica. Hizo que los roqueros bailaran y populariz¨® un modelo de m¨²sica de baile que todav¨ªa hoy es imitado. Blue Monday es el tema que abri¨® el camino para Happy Mondays, The Chemical Brothers, The Prodigy, LCD Soundsystem o Hot Chip, por citar de memoria unos cuantos herederos obvios. Cuentan que cuando el entonces periodista Neil Tennant escuch¨® la canci¨®n por primera vez, se ech¨® a llorar. Blue Monday era exactamente el tipo de canci¨®n que ¨¦l y su colaborador Chris Lowe buscaban crear con Pet Shop Boys.
Cuando en 2003 se estren¨® 24 hours party people, la eleg¨ªa de Michael Winterbottom al sello Factory, el club The Ha?ienda y todo lo que se cre¨® all¨ª, me encargaron escribir un art¨ªculo sobre cu¨¢nto de realidad y cu¨¢nto de ficci¨®n hab¨ªa en la pel¨ªcula. Una de las personas con las que contact¨¦ fue con Mario Pacheco. Sin mucha esperanza, pens¨¦ que me dir¨ªa que hab¨ªan firmado un contrato y ya est¨¢. No contaba con que Mario se implicaba personalmente en todo lo que hac¨ªa. Sus declaraciones incluidas en este art¨ªculo est¨¢n sacadas de aquella entrevista.
Mario Pacheco conoci¨® a Tony Wilson, el carism¨¢tico due?o de Factory, a finales de los setenta, cuando todav¨ªa trabajaba para Edigsa. ¡°Estando en Londres vi en una tienda el disco de Joy Division y me pareci¨® curioso. Hab¨ªa un tel¨¦fono en la contraportada, llam¨¦ y contact¨¦ con ellos. Me dijeron que fuera a Manchester y en la estaci¨®n me esperaba Wilson. Hubo mucho calor entre nosotros. Se trataba de una ¨¦poca en la que lo que val¨ªa era la palabra. La era de las independientes. Aunque un tema fuera n¨²mero uno de ventas no se les ocurr¨ªa trabajar con una multinacional. Eran dos dimensiones distintas. Fue una pena que se acabara¡±, contaba.
De all¨ª sali¨® una amistad que hizo que Nuevos medios publicase los discos de Factory y que Pacheco visitase Manchester con frecuencia. Estuvo en la inauguraci¨®n de The Ha?ienda, el club que abri¨® Factory. ¡°Era espectacular. Arquitectura hecha ex profeso. Muy alto, con palcos rodeando la pista¡±, recordaba. Un local ahora legendario que fue un desastre econ¨®mico: ¡°Una vez hicimos un c¨¢lculo seg¨²n el cual desde que abri¨® en 1982 hasta que cerr¨® en 1997 cada cliente que entraba por la puerta nos hab¨ªa costado 10 libras¡±, escribi¨® Peter Hook, bajista de Joy Division y New Order en su libro The Ha?ienda, c¨®mo no dirigir un club.
¡°Recuerdo la primera vez que se pinch¨®. Trajeron el acetato calentito a The Ha?ienda. Me sorprendi¨® el sonido: La clase obrera ten¨ªa que divertirse de nuevo. El rock se convert¨ªa en m¨²sica de baile¡± (Mario Pacheco)
New Order eran los tres supervivientes de Joy Division, tras el suicidio de su cantante, Ian Curtis, al que se hab¨ªa sumado la teclista Gillian Gilbert, novia del bater¨ªa, Stephen Morris. Como grandes admiradores de Kraftwerk y Can desde sus d¨ªas en Joy Division, New Order fueron de los primeros en introducir los teclados electr¨®nicos en la formaci¨®n. El cantante Bernard Sumner, insomne cr¨®nico, hab¨ªa construido su primer sintetizador con un kit prefabricado.
Despu¨¦s de que Movement, su primer disco como New Order funcionase regular, incluso se plantearon disolverse. Pero en un viaje a Nueva York les llevaron a clubs gais como el Paradise Garage y lo que vieron all¨¢ les impresion¨®. Inspirados por Chic, Sylvester y Giorgio Moroder, pero sin olvidar su pasado postpunk se pusieron manos a la obra con Blue Monday que termin¨® siendo siete minutos y 29 segundos de incre¨ªble m¨²sica electr¨®nica. Hay ecos de Chic, Sylvester, Kraftwerk y Giorgio Moroder,? pero Blue Monday es mucho m¨¢s que la suma de sus influencias.
En marzo de 1983, meses antes editar su segundo ¨¢lbum, publicaron Blue monday y lo estrenaron en The Ha?ienda. Y Pacheco estaba all¨ª. ¡°Recuerdo la primera vez que se pinch¨®. Trajeron el acetato calentito a The Ha?ienda. Me sorprendi¨® el sonido: La clase obrera ten¨ªa que divertirse de nuevo. El rock se convert¨ªa en m¨²sica de baile¡±
El disco ten¨ªa otra peculiaridad: La portada. Era una creaci¨®n del dise?ador de la casa, Peter Saville. Troquelada a mano y con cuatricom¨ªa resultaba muy cara de hacer. Tanto que si se cobraba al precio est¨¢ndar de un maxisingle del sello, por cada ejemplar que se vend¨ªa se perd¨ªa dinero. No mucho, 10 peniques por unidad. Cuando se lo plantearon a Tony Wilson, del jefe dio el visto bueno: Su argumento: ¡°Ninguna banda sobrevive a la muerte de su cantante. Cuando Joy Division se convirti¨® en New Order, nadie esperaba que triunfaran¡±, dec¨ªa el ejecutivo, que tampoco tuvo nunca mucho ojo cl¨ªnico para lo que da dinero y lo que no.
Al principio parec¨ªa que no se equivocaba. Publicado el 7 de marzo de 1983, Blue monday no pas¨® del puesto 12 de las listas de ventas y permaneci¨® muchas m¨¢s semanas debajo del 50 que por encima.
Con lo que no contaban era con Mario Pacheco y el verano espa?ol. ¡°A nosotros nos fue muy bien, sobre todo en la zona del Mediterr¨¢neo, de Valencia para abajo", explicaba Pacheco como si todo hubiera sido una casualidad. "No recuerdo cu¨¢ntos discos vendimos, pero fueron muchos. A los obreros ingleses de vacaciones les encantaba. Y en octubre Blue monday volvi¨® como un ca?¨®n a las listas inglesas y lleg¨® a ser el maxi m¨¢s vendido de la historia. Tony Wilson lo llamaba, muy orgulloso, The Benidorm Syndrome¡±, dec¨ªa.
Si uno mira las listas de la ¨¦poca, es cierto. Blue monday se hunde muy pronto en las profundidades. Pero a partir de finales de julio, la canci¨®n empieza a remontar desde el puesto 80 y a principios de octubre entra en el top ten. En el documental, Peter Hook le da todo el cr¨¦dito a Pacheco. "Lo interesante de Blue monday es que cuando sali¨® en Inglaterra no hicimos publicidad. Y claro, se hundi¨® en las listas. Entonces pasamos al siguiente proyecto. Para nosotros, Blue monday era algo terminado. Pero el distribuidor espa?ol hizo un trabajo incre¨ªble. Le dio el disco a todos los disyoqueis que le gustaban. Muchos ingleses fueron de vacaciones all¨ª ese verano, todos los disyoqueis pinchaban Blue Monday y cuando volv¨ªan a Inglaterra lo ped¨ªan. Y se convirti¨® en el maxi m¨¢s vendido de la historia. Sin ¨¦l, sin Mario, nosotros no hubi¨¦ramos llegado donde llegamos ni hubi¨¦ramos tenido el ¨¦xito que tuvimos. ?l tuvo la visi¨®n y la anticipaci¨®n para impulsarlo, algo que nosotros no. As¨ª que gracias, Mario¡±.
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