Monogamia obligada
Tienes una pareja abierta, pero el encierro te obliga a que no puedas ejercer
Genaro y su esposa frecuentan los locales de intercambio de parejas y el confinamiento los ha obligado a parar, ?han dejado de ser promiscuos?
El concepto de pareja cambia. Cada uno de los integrantes de esa uni¨®n elige el tipo de relaci¨®n que quiere mantener, y la monogamia, en estos ex¨¢menes, se cuestiona. Los seres humanos somos mon¨®gamos por una cuesti¨®n educacional. Como animales, tender¨ªamos a no serlo, pero a ver qui¨¦n es la guapa o el guapo que, desde el primer d¨ªa planta sobre la mesa que no, que "por mucho que te empe?es, no vas a ser el ¨²nico o la ¨²nica con el/la que me acueste". Algo as¨ª fue lo que le dijo Mariana a su ¨²ltima pareja, con la que lleva siete a?os de relaci¨®n, cuatro de convivencia. "Me dio miedo explic¨¢rselo despu¨¦s, cuando sucediera. Porque suceder¨ªa".
Porque la naturaleza va por libre. "La monogamia no es la forma m¨¢s frecuente de vinculaci¨®n sexual, si hacemos un an¨¢lisis transcultural, solamente el 20% de las culturas humanas establecen la monogamia, las dem¨¢s son pol¨ªginia, la mayor¨ªa, de un hombre con varias esposas, y en algunas zonas de la India y el T¨ªbet existe la poliandria, una mujer con varios maridos," explica Manuel Lucas Matheu, presidente de la Sociedad Espa?ola de Intervenci¨®n en Sexolog¨ªa. Que creamos que solo debemos tener una pareja es una construcci¨®n social. Y que podamos buscarnos otras parejas, a pesar del confinamiento, tambi¨¦n tendr¨¢ que ver con nuestra capacidad para abrir las ventanas necesarias para escapar del encierro. "Los estudios que estamos realizando a ra¨ªz de la pandemia demuestran que las personas que m¨¢s satisfechas est¨¢n son aquellas que tienen encuentros virtuales con parejas con las que no est¨¢n encerradas", prosigue Lucas Matheu, "ese ox¨ªgeno de no tener que compartir espacio y ese anhelo de verse, de alguna forma, provoca satisfacci¨®n".? O lo que viene a ser lo mismo: mantenemos la distancia porque nos obligan, pero no por eso dejamos de acostarnos con quien queremos y, mucho menos, dejamos de hacer planes. Lo mejor: eso nos hace felices.
Entre las parejas promiscuas los cambios son evidentes. A Genaro le ha cambiado, directamente, la vida. Pero m¨¢s le va a cambiar: "Llev¨¢bamos un a?o como pareja liberal. Yo cre¨ªa que lo llev¨¢bamos bien, pero no era verdad. Se dej¨® llevar por cierta obligaci¨®n impuesta por haberlo decidido, pero en cuanto supo que yo sexteaba estall¨®. Reconoci¨® que los celos la com¨ªan y exigi¨® que volvi¨¦ramos atr¨¢s. Yo no puedo, lo siento. La quiero pero ya s¨¦ que no quiero que sea la ¨²nica mujer de mi vida. Si decide que nunca m¨¢s, lo respeto. Pero no claudico". Genaro ya se ha puesto en contacto con una abogada matrimonialista. "Empezamos en el intercambio de parejas porque quisimos cambiar nuestra relaci¨®n. Por nada del mundo regresar¨ªa a lo de antes", afirma.
Planes de promiscuidad durante el confinamiento
Asum¨¢moslo, las relaciones personales han implosionado con el encierro. El mundo del intercambio de parejas no es ajeno a este nuevo escenario. Y los que lo conocen, como Mar¨ªa Ramos, psicosex¨®loga especialista en parejas y sexualidades no mon¨®gamas, auguran un antes y un despu¨¦s tras la pandemia. "Hay personas que lo ven como algo temporal, un juego m¨¢s dentro del repertorio er¨®tico, algo que terminar¨¢. Dedican el tiempo a hablar con su pareja y se plantean fantas¨ªas y l¨ªmites. A m¨ª, con el confinamiento, me llegan parejas con ganas de aprender, matrimonios que han decidido, encerrados, iniciarse en el intercambio de parejas".
Qui¨¦n sabe. Quiz¨¢s cre¨ªmos, de verdad, que el mundo se acaba. O eso parece a tenor de algunas reacciones motivadas por la excepcional situaci¨®n actual. Los locales de intercambio de parejas se tambalean. Algunos se plantean, incluso, el cierre definitivo porque no podr¨¢n sostenerse hasta que las medidas de contagio dejen que podamos juntarnos a esa escala. Ramos se?ala: "Ojo, no estamos quietos ni mucho menos. Es muy significativa la proliferaci¨®n de perfiles nuevos en los portales espec¨ªficos para el intercambio de parejas. Evidentemente, la gente est¨¢ haciendo planes".
Mariana, de la que habl¨¢bamos al principio, se acuesta con quien le da la gana, aun aislada en la misma casa con su pareja: "Elegimos un d¨ªa y una hora para pendonear, los viernes, que era el d¨ªa que m¨¢s nos gustaba salir. Ese d¨ªa quedamos con nuestros amantes y, cada uno con su dispositivo, tontea, mo?ea y folla delante de la pantalla con la otra persona haciendo lo propio desde su casa. Lo mejor de todo es que esto nos excita much¨ªsimo y lo que provoca es que, cuando terminamos con nuestros amantes, nos busquemos. Quiero plantearle que el pr¨®ximo viernes lo hagamos, incluso en la misma habitaci¨®n. Me excita verlo con otras, ?no va a excitarme verlo delante del m¨®vil con cualquiera de sus amantes? Lo m¨¢s l¨®gico es que me ponga tan caliente que terminemos haci¨¦ndolo para uso y disfrute de los que est¨¦n al otro lado de nuestros tel¨¦fonos. L¨¢stima que ellos no est¨¦n juntos y puedan regalarnos otra preciosa escena de porno a la carta".
Quiz¨¢s despu¨¦s de este confinamiento tengamos sexo en todas sus posibilidades. No lo descartemos.
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