El porno de tus hijos
Padres e hijos encerrados con conexi¨®n a Internet, ?hablamos de porno?
Si los menores de la casa pasan horas encerrados en su cuarto conectados a Internet, asuma que es probable que hayan sucumbido al porno. ?No ser¨¢ mejor que hablemos con ellos del tema?
"Los ni?os empiezan a ver pornograf¨ªa rondando los diez. Eso quiere decir que muchos la ven antes y otros despu¨¦s, pero la ven." Paula ?lvarez es sex¨®loga y pedagoga especializada en g¨¦nero, diversidad y educaci¨®n y da por hecho que este toro hay que cogerlo por los cuernos. "Lo mejor es hablar del tema cuando ellos mismos te preguntan, porque as¨ª est¨¢n tambi¨¦n preparados para recibir esa informaci¨®n", asegura. "Si te lo encuentras o lo sorprendes viendo pornograf¨ªa, ya tienes un motivo para hacerlo, pero deben estar c¨®modos hablando del tema, perceptivos y dispuestos", a?ade. Obligar a nuestros hijos a tener la consabida charla de padres, es mucho menos efectivo. Lo ver¨¢n como algo impuesto, como un tema m¨¢s de padres que de ellos mismos. Y eso los alejar¨¢ de nuestra conversaci¨®n. Les dar¨¢ lo mismo que les hablemos de pornograf¨ªa que de cualquier otro tema. Asumamos que muchas de las veces que est¨¢n encerrados haciendo los ejercicios que les han mandado, en realidad, est¨¢n navegando por las p¨¢ginas de pornograf¨ªa gratuitas.
La pornograf¨ªa es una parte m¨¢s del erotismo, al menos para Ekaitz Landa, divulgador sexual responsable de Erotic.cat, y art¨ªfice de Bimodu, canal de YouTube donde analiza productos sexuales desde el punto de vista masculino, algo muy poco frecuente. "El porno es la parte expl¨ªcita del erotismo. El erotismo juega mucho m¨¢s con nuestra imaginaci¨®n y, por tanto, nos excita m¨¢s, pero necesita de nuestra participaci¨®n, de que aportemos lo que nos gusta a nosotros". Si analiz¨¢ramos la pornograf¨ªa a lo largo de la historia, nos encontrar¨ªamos con que en los a?os setenta las pel¨ªculas ten¨ªan un guion, m¨ªnimo, pero guion. Aunque el fontanero terminara teniendo sexo con la se?ora a la que iba a arreglar la lavadora, antes de que esto sucediera hab¨ªa toda una trama, absurda incluso, en la que la situaci¨®n se produc¨ªa. Ahora, las escenas son tan expl¨ªcitas que el caballero entra en escena y ya tiene a mujeres haci¨¦ndole de todo. Eso es lo que hay que desechar como real en el imaginario de nuestros hijos. Pero ese porno no refleja algunos de los important¨ªsimos avances sociales de los ¨²ltimos a?os. "La sociedad ha cambiado, pero el porno lleva a?os sin cambiar. Ese cambio es el que debemos provocar entre consumidores y creadores", apunta Ekaitz Landa.
En la educaci¨®n pornogr¨¢fica de nuestros hijos debemos ense?arles lo que es el consentimiento: "Nuestros hijos tienen que tener claro que cualquier relaci¨®n entre dos personas se tiene que basar en el respeto", sentencia Paula ?lvarez. "Tenemos que ense?arles a analizar, a tener un pensamiento cr¨ªtico y absolutamente feminista", abunda. Entre los nombres que desliza esta sex¨®loga, el primero en salir es Erika Lust: "Eso que llamamos porno feminista tiene los componentes necesarios para que se entienda que hay una pornograf¨ªa que no humilla ni obliga a la mujer a someterse a los deseos de los hombres. Yo intento que se distinga muy bien lo que es el porno mainstream (gratuito en la red) porque ese se basa en cuerpos perfectos y siempre sirviendo a los deseos del hombre, de nadie m¨¢s. Tenemos que ense?ar que eso no es la realidad de una relaci¨®n, por muy espor¨¢dica y fortuita que sea". La directora y productora de cine para adultos a la que se refiere, Erika Lust, ha creado The porn conversation junto a su esposo para abordar la educaci¨®n de sus hijas. Material did¨¢ctico que ha sacado a la luz para el resto y que ayuda a muchos padres perdidos con el tema. Lo ¨²nico, es que es obligatorio que sepan ingl¨¦s para que se pueda seguir sus pautas.
El consentimiento: la clave de la educaci¨®n pornogr¨¢fica
?Podemos eludir la responsabilidad de hablar de porno con nuestros hijos? ?Podemos prohib¨ªrselo? La respuesta es firme: No. "Nuestros hijos son seres sexuados, y como tales, debemos verlos a ellos y ellos vernos a nosotros", prosigue Paula ?lvarez, "Los hijos deben ser conscientes de que entre sus padres hay sexo. Y deben entender que se construye en funci¨®n de unos par¨¢metros y principios: pap¨¢ y mam¨¢ se quieren, desean estar juntos y demostr¨¢rselo". Ese es el sexo respetuoso y bueno que deben manejar y conocer. Se trata de que entiendan que la pornograf¨ªa es una exageraci¨®n. Una situaci¨®n an¨®mala absolutamente provocada y guionizada por unos se?ores que sacan dinero de ello. "No se trata de que cuando vean que una escena es amateur crean que ha sido grabada por sorpresa y que los participantes no fingen, sino que entiendan que hasta esas est¨¢n guionizadas con un prop¨®sito determinado, que se llaman as¨ª porque no son profesionales o porque su calidad es peor. Hay que ense?arles a elegir, en todo caso, la pornograf¨ªa que no sea humillante y que no sea machista. Que ellos mismos aprendan a desechar".
En cuanto a sentarnos a ver porno con ellos, en opini¨®n de la pedagoga especializada en g¨¦nero y psicosex¨®loga, no deber¨ªamos. Del mismo modo que no es recomendable hablar de tabaco con ellos invit¨¢ndolos a fumar un cigarro. "Solo si los hijos tienen con los padres una relaci¨®n determinada podr¨ªa plantearse algo as¨ª. Y antes habr¨ªa que elegir muy bien la pel¨ªcula, jam¨¢s sentarse delante del ordenador y empezar a trastear". A menos que se tengan muy claros los t¨ªtulos, no es buena idea. Ser¨¢ imprescindible, por aquello de hacerlo bien, que no puedan tomarnos por tontos o pardillos en este tema: "Tu hijo debe creer que eres mucho m¨¢s lista que ¨¦l. Si ¨¦l se cree que es muy mayor por saber encontrar pornograf¨ªa, debes demostrarle que t¨² lo eres m¨¢s: la encuentras antes y mejor. Sabes d¨®nde est¨¢ toda".
Nuestros hijos nos ven como viejos, s¨ª, pero, precisamente por eso, mucho m¨¢s listos que ellos. Ya saben de d¨®nde le viene la sabidur¨ªa al diablo.
S¨ªgueme en Twitter y Flipboard y esc¨²chame en 'Con todos dentro'
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.