En busca de la vacuna contra el coronavirus
El vir¨®logo Luis Enjuanes lleva 35 a?os estudiando a los coronavirus. Trabaja con pat¨®genos como el que causa el s¨ªndrome respiratorio agudo grave (SARS CoV-1 en ingl¨¦s) o el MERS-CoV, el m¨¢s letal, que mata a una de cada tres personas. A finales de marzo, contaba al otro lado del tel¨¦fono que hab¨ªa dado positivo por el SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus que tiene en vilo al mundo. ¡°Llevamos 17 a?os trabajando en laboratorios de alta seguridad biol¨®gica y nunca nos hemos infectado¡±. El contagio tendr¨ªa que haber venido de fuera de su laboratorio en el Centro Nacional de Biotecnolog¨ªa (CNB) del CSIC, pero no se ha confirmado. Su equipo ha reconstruido all¨ª con t¨¦cnicas de ingenier¨ªa gen¨¦tica versiones del coronavirus no infecciosas. Y ahora suponen una de las m¨¢s potentes esperanzas para conseguir una vacuna espa?ola de alta eficacia contra este virus.
Cuando le lleg¨® la noticia de una misteriosa neumon¨ªa en China a finales del a?o pasado, Enjuanes dirig¨ªa una tesis doctoral sobre el MERS-CoV, el virus que salt¨® a los humanos desde los dromedarios hace a?os, aunque result¨® que se contagiaba mal entre personas. Su laboratorio hab¨ªa desarrollado una vacuna que, evaluada en ratones humanizados, confer¨ªa un 100% de protecci¨®n frente al asesino, pero a nadie le interesaba una vacuna para las personas. ¡°Las compa?¨ªas no ten¨ªan entonces un inter¨¦s excesivo en ello y no llegamos a un desarrollo para probarlo, es un poco frustrante¡±, se lamenta ahora. Pese a ello, la investigaci¨®n y la tecnolog¨ªa obtenida en tiempos de indolencia pol¨ªtica y la habitual escasez de fondos para la ciencia espa?ola se han convertido ahora en oro puro debido a una pandemia que ha confinado a media humanidad en sus casas. Enjuanes confiesa que nunca hab¨ªa visto a los pol¨ªticos reaccionar tan r¨¢pido a la hora de soltar dinero para acelerar las investigaciones. Es un viejo cuento; los poderes acuden a la ciencia en tiempos de crisis, pero se olvidar¨¢n cuando el orden se restablezca.
En cambio, los cient¨ªficos chinos s¨ª se apresuraron el pasado enero a hacer p¨²blica la secuencia gen¨¦tica del nuevo virus CoV-2 de Wuhan. Enjuanes compar¨® este retrato gen¨¦tico con el del virus del SARS, que apareci¨® en 2002 causando una gran alarma. ¡°Al principio pens¨¦ que este nuevo coronavirus seguir¨ªa su mismo camino¡±.
Y como puede ocurrirle hasta al m¨¢s experto, la biolog¨ªa del nuevo virus jug¨® una mala pasada.
El SARS CoV-1 causaba una neumon¨ªa que mataba a 1 de cada 10 personas infectadas. ¡°Vino en el mes de noviembre de 2002, pero no se dieron cuenta. En enero saltaron las alertas en Hong Kong. Y en abril se detect¨® el ¨²ltimo caso¡±. El virus tuvo un recorrido total de siete meses, tras campa?as masivas de test, cancelaci¨®n de vuelos hacia Asia, control de pasajeros en aeropuertos y cuarentenas localizadas. En junio de 2003 qued¨® oficialmente aislado y neutralizado. Desgraciadamente, el coronavirus de Wuhan no ha seguido este camino.
¡°Pronto me di cuenta de que este virus ten¨ªa unas caracter¨ªsticas especiales, una personalidad propia¡±, prosigue Enjuanes. ¡°Y la peor de todas era que no se delataba. Permanec¨ªa oculto durante mucho tiempo. Eso trastoc¨® todas las investigaciones. Cuando trataron de encontrar su origen, el virus ya estaba muy diseminado¡±.
Los virus siguen la m¨¢xima de sobrevivir, infectar a cuantos m¨¢s mejor. Hay una regla evolutiva conocida entre los vir¨®logos: cuando un virus se disemina produce variantes, pero se seleccionan aquellas que son las m¨¢s atenuadas y suele perder virulencia. ¡°Si un virus es muy mortal, enseguida vas al hospital, te ponen en cuarentena o te entierran, pero ese virus ya no circula m¨¢s¡±.
Las formas atenuadas suelen ganar la batalla a las agresivas. Pero el coronavirus de Wuhan regate¨® a los expertos. Una persona sin s¨ªntomas pero infectada ten¨ªa una carga viral similar a otra enferma: alguien asintom¨¢tico y saludable contagia el virus con la misma facilidad que otro que tose. Enjuanes no recuerda haber visto algo as¨ª en los coronavirus mortales para el hombre.
En el filme Contagio (2011), de Steven Soderbergh, un virus chino provoca una gripe con una mortalidad de un 30%. Pero una investigadora da con la vacuna al inyect¨¢rsela ella misma y comprobar que es efectiva. La pel¨ªcula es bastante realista en cuanto a las reacciones sociales, pero la ciencia no obtiene vacunas as¨ª. La pregunta en boca de todos ahora es: ?cu¨¢ndo? ¡°Una vacuna lleva cuatro meses en desarrollarse, pero hay que evaluar primero su seguridad para que no produzca efectos secundarios perjudiciales¡±, responde Enjuanes. ¡°Por mucho que se acorten los controles, llevar¨¢ seis o quiz¨¢ ocho meses adicionales el confirmarlo, no basta una semana o dos¡±. La versi¨®n del coronavirus reconstruido en su laboratorio del CNB lleva el ant¨ªgeno que invoca la inmunidad frente al virus. Pero hay que evaluarla primero en animales de laboratorio, en este caso ratones humanizados (con genes humanos).
Esa tecnolog¨ªa permiti¨® al equipo de Enjuanes e Isabel Sola (tambi¨¦n vir¨®loga) convertirse en el primero del mundo en elaborar una versi¨®n sint¨¦tica de un coronavirus. Los ratones de su laboratorio est¨¢n ahora protegidos contra los dos coronavirus mortales, el que caus¨® el SARS y el MERS-CoV. ¡°Hay que tener el potencial para llevarla a ensayos fuera del rat¨®n, en animales superiores, como macacos¡±, dice Enjuanes. ¡°Pero en Espa?a no hay laboratorios con macacos. Para eso hay que colaborar con equipos extranjeros¡±. Isabel Sola, codirectora de su laboratorio, estima que en el mejor de los casos se tardar¨ªan entre 12 y 18 meses en tener la vacuna lista.
La batalla al virus de Wuhan puede ganarse en un plazo m¨¢s corto si disponemos de tratamientos antivirales que frenen la progresi¨®n del virus en los enfermos. Y si ahora hay esperanzas, se lo debemos exclusivamente a la anticipaci¨®n de los cient¨ªficos. En el pasado apostaron por dedicar los escasos recursos de que dispon¨ªan y lo mejor de su inteligencia a luchar contra pat¨®genos que a nadie importaban, en medio del desinter¨¦s pol¨ªtico, sin importar el color. Gracias a este trabajo previsor de hormiga, el arsenal espa?ol tiene un arma en primera l¨ªnea: la Aplidina, originariamente desarrollada por PharmaMar para un tipo de leucemia. ¡°La probamos en cultivos celulares con coronavirus y vimos que la reducci¨®n de la replicaci¨®n del virus era dram¨¢tica, incluso en dosis muy peque?as¡±, dice Enjuanes.
Isabel Sola explica que el coronavirus neutralizado con ¨¦xito no es el de Wuhan que ahora est¨¢ circulando en la calle (no exist¨ªa por entonces), sino un primo hermano que contagia a humanos. Usa la misma prote¨ªna (entre el 96% y el 98% de parecido) que necesita el virus de Wuhan para criar descendencia dentro de las c¨¦lulas. La Aplidina se engancha a esta prote¨ªna como un palo que atasca la rueda de la reproducci¨®n v¨ªrica y lo hace descarrilar. ¡°Lo que esperamos es que se vea un efecto similar con el nuevo coronavirus, y eso es lo que queremos verificar¡±, dice Sola.
La Aplidina ya es un f¨¢rmaco seguro y aprobado. Se puede fabricar en grandes cantidades. Si neutraliza al nuevo coronavirus, los ensayos cl¨ªnicos con pacientes podr¨ªan acelerarse. No ser¨ªa impensable disponer de una terapia a finales de este a?o, opina esta investigadora.
La tercera v¨ªa consiste en los sueros de las personas que se han curado. A muchos pacientes recuperados se les extrajo sangre, y los sueros, aunque no abundantes, contienen anticuerpos que neutralizan al virus en los infectados. Enjuanes recuerda la crisis del ¨¦bola, con el m¨¦dico misionero que fue tra¨ªdo a Madrid y que falleci¨®, y el contagio de la auxiliar Teresa Romero. ¡°Teresa iba evolucionando muy mal. Una noche pensamos que se iba a morir. Se le administr¨® el suero de una monja que ayudaba al padre misionero, y que tras la infecci¨®n se hab¨ªa recuperado, junto con un antiviral. Y al d¨ªa siguiente Teresa empez¨® a sobrevivir¡±. El ¨¦bola es much¨ªsimo m¨¢s letal que el nuevo coronavirus.
La cuarta v¨ªa conf¨ªa en la ingenier¨ªa gen¨¦tica para el dise?o de anticuerpos monoclonales¡ gracias al instinto cient¨ªfico. Enjuanes y Sola demostraron en el pasado la efectividad de unos anticuerpos espec¨ªficos elaborados por un laboratorio holand¨¦s que imped¨ªan la muerte de ratones infectados con un coronavirus parecido al de Wuhan, incluso 24 horas despu¨¦s del contagio. Los anticuerpos entorpec¨ªan una parte de la geograf¨ªa de la esp¨ªcula que forma la corona del virus, imprescindible para que pueda entrar e infectar c¨¦lulas humanas, y que es com¨²n a la del virus de Wuhan. Eso ha dado pie a un proyecto europeo donde los investigadores espa?oles esperan repetir el ¨¦xito neutralizante al infectar a los animales con el nuevo CoV-2. ¡°Es como una inmunoterapia¡±, a?ade Sola. ¡°El proyecto incluye el ensayo en personas sanas para comprobar la seguridad de estos anticuerpos¡±, f¨¢ciles de fabricar en grandes fermentados industriales.
Pero la investigaci¨®n cl¨ªnica necesita dinero y tiempo. Y aunque ahora la urgencia trae m¨¢gicamente los fondos que en el pasado no exist¨ªan, los cient¨ªficos necesitan producir primero los animales necesarios en n¨²mero suficiente ¡ªalgo que podr¨ªa ocurrir este verano¡ª un par de meses m¨¢s para los experimentos y la implicaci¨®n de las firmas farmac¨¦uticas para producir el anticuerpo a gran escala. ¡°Es un proyecto pensado para dos a?os¡±.
Mariano Esteban es un veterano vir¨®logo del CNB que tiene muy presente en su quehacer diario las pandemias que hist¨®ricamente han asolado a la humanidad. No en vano pertenece a la comisi¨®n de la OMS que se re¨²ne todos los a?os para decidir lo que se har¨¢ con las muestras del virus de la viruela, confinadas en dos laboratorios de alta seguridad, en Estados Unidos y en Rusia. La viruela es el mayor asesino de todos. Pero hace dos siglos un m¨¦dico espa?ol, Xavier Balmis, emprendi¨® una campa?a mundial de vacunaci¨®n para su erradicaci¨®n, usando el fluido de las p¨²stulas de las manos de las vaqueras que orde?aban vacas infectadas con la forma vacuna de la enfermedad.
Por entonces se desconoc¨ªa que el fluido conten¨ªa en realidad el virus de la viruela vacuna, que confer¨ªa inmunidad al hombre, Vaccinia virus ¡ªun poxvirus¡ª. Esteban y su equipo han seguido la estela de Balmis con una tecnolog¨ªa propia y lo han usado como un poderoso agente para vacunar: lo disfrazan con las prote¨ªnas de otro virus muy agresivo, cultivan las variantes y seleccionan la que tenga m¨¢s poder. De esta forma han fabricado vacunas contra agentes tan temibles como el ¨¦bola, o virus como el zika o el chikungunya, sin olvidar el VIH. En muchos casos, esta t¨¦cnica ha logrado inmunizar a animales de laboratorio con niveles de protecci¨®n de hasta el 80% y el 100%. Cuando surgi¨® el coronavirus en Wuhan y se hizo p¨²blica su secuencia gen¨¦tica, el equipo de Esteban ten¨ªa ya la tecnolog¨ªa preparada. Se pusieron manos a la obra para crear el dise?o de un h¨ªbrido entre una variante muy atenuada del virus Vaccinia y el coronavirus, rob¨¢ndole a este ¨²ltimo la esp¨ªcula que le sirve como gancho para entrar en las c¨¦lulas humanas para infectarlas.
¡°Estamos siempre al pie del ca?¨®n para contrarrestar cualquier proceso infeccioso¡±, recuerda Esteban. ¡°As¨ª que cuando se public¨® la secuencia fuimos a las bases de datos, buscando la prote¨ªna del virus m¨¢s relevante que provocase una respuesta inmune. Contactamos con una empresa alemana que fabricaba secuencias sint¨¦ticas y le enviamos nuestro vector de inserci¨®n con el dise?o de la secuencia del coronavirus. Quer¨ªamos insertar los genes del coronavirus en nuestro virus atenuado y recibimos finalmente la secuencia en tres semanas¡±. El dise?o ya est¨¢ listo. Ahora quedan los cultivos de virus y seleccionar las variantes m¨¢s prometedoras, como hace un buen agricultor. ¡°Estamos en la fase final de la producci¨®n de la vacuna¡±, asegura Esteban. Luego habr¨¢ que probarlo en animales y despu¨¦s en humanos. Habr¨¢ que generar ¡°varios miles de viales para testar en personas sanas y comprobar que se produzcan anticuerpos neutralizantes¡±.
La segunda etapa ampliar¨¢ el ensayo a un mayor n¨²mero de personas sanas expuestas al contagio por el virus, ¡°sobre todo sanitarios y familiares de personas infectadas¡±, para demostrar que es segura, eficaz y que produce inmunidad. La ¨²ltima fase, si los datos son positivos, es la m¨¢s deseada: fabricar la vacuna en grandes cantidades ¡°para inmunizar a miles de personas¡±. Pero llevar¨¢ bastantes meses, asegura este veterano vir¨®logo.
Esteban ha imaginado escenarios cr¨ªticos con la viruela en mente, pero admite que el nuevo coronavirus, much¨ªsimo menos letal, result¨® ir por delante de la ciencia desde que apareci¨®. ¡°Nos sorprendi¨® a todos¡±. Recuerda las im¨¢genes de los chinos fabricando hospitales de campa?a en apenas dos semanas. ¡°Aislaron una ciudad de 11 millones, fue algo impactante. Esas medidas de confinamiento eran muy fuertes por entonces para un n¨²mero reducido de muertes y casos, pero ellos lo previeron¡±.
Esteban crey¨® que al principio el brote se podr¨ªa contener. Estaban los precedentes del virus del SARS y del MERS, con porcentajes de mortalidad mucho mayores. Una situaci¨®n en Espa?a como la que ahora vivimos era poco menos que impensable. ¡°Se pod¨ªa pensar en aislamientos de grupos o de zonas, como sucedi¨® en Canarias al principio, pero no esto. Nos ha sorprendido a todos los vir¨®logos y tenemos que aprender m¨¢s de la biolog¨ªa del virus: c¨®mo se multiplica, su tasa de mutaci¨®n, c¨®mo interacciona con nuestras defensas y por qu¨¦ se contagia con tanta facilidad. Necesitamos responder a esas cuestiones con rapidez¡±. Este investigador afirma que las reuniones multitudinarias, los partidos de f¨²tbol, las manifestaciones del ocho de marzo o la Masclet¨¢ en Valencia ¡°pudieron actuar como nuevos focos de contagio¡±.
El virus ha ganado este primer asalto, pero ahora llega el contraataque de la ciencia internacional. La carrera para lograr una vacuna se ha acelerado de forma vertiginosa y detr¨¢s de un flujo de centenares de millones de d¨®lares asoman varios candidatos. Los que est¨¢n en primera l¨ªnea se est¨¢n probando en personas para ver si son seguros. CanSino Biologics y el Instituto de Biotecnolog¨ªa de Pek¨ªn ensayan un prototipo en 108 candidatos basado en un vector v¨ªrico no infeccioso, en una primera fase para comprobar la seguridad de la vacuna. La Universidad de Oxford prueba otra vacuna parecida en 510 personas sanas para comprobar seguridad y tambi¨¦n eficacia, solo que el vector no infeccioso deriva de chimpanc¨¦s. Los estadounidenses han comenzado ensayos cl¨ªnicos en 45 voluntarios sanos con una vacuna que se basa en los segmentos de ARN del coronavirus que codifican para la esp¨ªcula que usa al engancharse a las c¨¦lulas. Hay otros candidatos que dan buen resultado en animales de laboratorio. Pero la mayor¨ªa coincide en que habr¨¢ que esperar al menos un a?o o m¨¢s hasta que la vacuna llegue a los humanos.
Sin embargo, ya asoman las buenas noticias. El f¨¢rmaco Remdesivir de la farmac¨¦utica Gilead se est¨¢ mostrando efectivo en los datos preliminares de un estudio con m¨¢s de 500 pacientes en China. Y la hidroxicloroquina se est¨¢ mostrando efectiva en algunos enfermos.
Jos¨¦ Antonio L¨®pez Guerrero (JAL para propios y extra?os), vir¨®logo y director del laboratorio de neurovirolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, tiene un equipo peque?o, con muchos menos recursos que otros grandes centros de investigaci¨®n. ¡°Sinceramente no pens¨¦ que lo que estaba ocurriendo en China se pudiera trasladar aqu¨ª. Ni siquiera con los primeros focos en Italia. A la mayor¨ªa de los vir¨®logos nos ha sorprendido la rapidez con la que el virus se ha diseminado. Hab¨ªa estado viajando de forma asintom¨¢tica mucho antes¡±.
JAL y su equipo han comprobado que un antiviral muy efectivo contra el virus del herpes inhibe de forma dr¨¢stica a un tipo de coronavirus alfa que provoca el catarro, y que es muy parecido al nuevo coronavirus. ¡°Tiene una cubierta de l¨ªpidos similar¡±, explica este investigador, autor del libro Virus, ni vivos ni muertos (Guadalmaz¨¢n). El f¨¢rmaco, caracterizado mol¨¦cula a mol¨¦cula, inhibe la replicaci¨®n de este virus en cultivos celulares de laboratorio, desestabilizando la cubierta de grasa. La patente se presentar¨¢ pronto y se publicar¨¢n los resultados.
Desde hace a?os, las investigaciones se han visto frenadas por falta de dinero, aunque el grupo de JAL ha recibido financiaci¨®n privada, lo que le ha permitido sobrevivir. Para desarrollar una terapia contra el virus de Wuhan es necesario trabajar en instalaciones de alta seguridad para este tipo de microorganismos. Pero no hay apenas en Espa?a. Se necesita cooperaci¨®n internacional. Para los equipos peque?os de investigaci¨®n, el primer escollo es el acceso a estos laboratorios de alta seguridad.
Los estudios con animales son la etapa previa necesaria antes de realizar ensayos cl¨ªnicos con humanos. Pero este caso, una potencial terapia contra el coronavirus que merece la pena comprobar, est¨¢ ahora en el aire por falta de recursos. ¡°Los grupos peque?os somos como los perros flacos, todo se nos vuelven pulgas¡±, dice JAL. ?Hasta qu¨¦ punto la opini¨®n del cient¨ªfico actual es respetada en los c¨ªrculos del poder pol¨ªtico? ¡°Si me preguntas si a los cient¨ªficos se nos habr¨ªa escuchado si hubi¨¦ramos dado antes la voz de alarma, la respuesta es que no lo tengo nada claro.¡± JAL critica la tard¨ªa formaci¨®n del consejo de sabios y asesores para el Centro de Coordinaci¨®n de Emergencias, constituida hacia la tercera semana del pasado marzo. ¡°?Qui¨¦n los estaba asesorando antes?¡±.
Una investigaci¨®n de las pel¨ªculas contempor¨¢neas de cat¨¢strofes ¨Cque constituy¨® la tesis doctoral de este periodista¨C demuestra que los cient¨ªficos cada vez tienen menos peso y protagonismo en la gran pantalla. Pero en la vida real, los investigadores tampoco corren mejor suerte. El pasado 5 de marzo pasado la Sociedad Espa?ola de Virolog¨ªa hizo p¨²blico en su web un comunicado ¨Cfirmado tres d¨ªas antes¨C que dec¨ªa que ¡°en Espan?a el nu?mero de infectados ha ascendido a 107 y probablemente seguira? subiendo, dado que para una parte significativa de estos (9 casos) no se conoce el origen, implicando que hay personas infectadas circulando en nuestro pai?s sin que sean conscientes de ello¡±.
A¨²n queda por determinar el origen del virus. Los murci¨¦lagos tienen un coronavirus cuya gen¨¦tica se parece en un 96% al nuevo virus de Wuhan y apuntan al repertorio natural. Pero ese 4% de diferencia, en t¨¦rminos gen¨¦ticos, es un abismo. Los humanos y los chimpanc¨¦s comparten el 99% de la secuencia gen¨¦tica, pero no somos desde luego iguales. Y aunque se sabe que los mercados h¨²medos de China venden murci¨¦lagos en jaulas ¡ªEnjuanes conoce estos mercados de animales donde hay un continuo intercambio de heces y asegura que el olor es insoportable¡ª, hizo falta algo m¨¢s: un animal que funcion¨® como vector o puente. Pero bast¨® el salto del virus a una sola persona para iniciar la cadena de contagio.
Y ahora, para ganarle la guerra, hay que trazar un mapa geogr¨¢fico de infecciones. La regla es: pruebas y m¨¢s pruebas para ver qui¨¦n est¨¢ infectado y qui¨¦n no, aunque no haya desarrollado s¨ªntomas, y establecer las cuarentenas y los aislamientos necesarios. ¡°Un mayor n¨²mero de test implica un mejor y mayor control, porque se podr¨ªa identificar a todas aquellas personas que est¨¦n infectadas (incluso en el d¨ªa 1 de la infecci¨®n) y aislarlas para evitar contagios. Hay un gran n¨²mero de personas portadoras pero asintom¨¢ticas, y esto es un gran problema¡±, responde la profesora Laura Lechuga, del Instituto Catal¨¢n de Nanociencia y Nanotecnolog¨ªa (ICN2) de Barcelona.
Lechuga, qu¨ªmica e investigadora, coordina el desarrollo de dos tipos de biosensores dentro de un proyecto europeo, CONVAT, que puede revolucionar en un a?o los test. La idea de un biosensor es similar al medidor que usan muchos diab¨¦ticos para conocer el nivel de glucosa en sangre. Solo que en este caso lo que se analiza es el fluido de la boca, nariz y faringe del enfermo, ya que el virus no est¨¢ en la sangre, explica esta investigadora. El biosensor lleva anticuerpos espec¨ªficos que detectan si el paciente est¨¢ infectado con el virus. Bastar¨ªa media hora para salir de dudas y no har¨ªa falta personal especializado para hacer la prueba. ¡°Es como atrapar al virus¡±, dice esta investigadora. Pero para evitar un falso positivo o negativo se podr¨ªa hacer un segundo test, igual de r¨¢pido: un biosensor que utiliza unas sondas de ADN que identifican las secuencias gen¨¦ticas del virus y con m¨¢s rapidez.
En casos raros se ha visto que el virus puede rebrotar en pacientes hasta 14 d¨ªas despu¨¦s de dar negativo en las pruebas, quiz¨¢ al refugiarse en tejidos en los que escapa al escrutinio de los test, aunque controlado por las defensas. Pero es un error hablar de reinfecci¨®n de pacientes ya inmunizados, explica Luis Enjuanes. Precisamente los nuevos biosensores abren una puerta para comprobar el estado de nuestras defensas ante las pr¨®ximas oleadas del nuevo coronavirus. ¡°Mi previsi¨®n, desde hace bastantes semanas, era que este virus posiblemente hab¨ªa venido para quedarse, y a¨²n pienso que suceder¨¢ lo mismo que con la gripe, que es estacional¡±, dice Enjuanes.
¡°Vamos a terminar venci¨¦ndolo, no tengo ninguna duda¡±, dice Isabel Sola. ¡°Pero no es lo mismo ganar el primer asalto que el d¨¦cimo. Las medidas de contenci¨®n tendr¨¢n su efecto. Con el verano, m¨¢s luz y temperaturas m¨¢s altas impedir¨¢n que se transmita con tanta facilidad, y eso jugar¨¢ a nuestro favor. Y si el virus emerge en el pr¨®ximo invierno, habr¨¢ personas que tengan inmunidad¡±. En ese asalto dispondremos de m¨¢s armas para ganarlo.
El enemigo es min¨²sculo e invisible. ¡°La soluci¨®n ser¨¢ 100% cient¨ªfica¡±, concluye Mariano Esteban.