Broncas, escupitajos y bocadillos de lana: qu¨¦ pas¨® cuando Bj?rk y Lars Von Trier colisionaron en un rodaje
Hace 20 a?os 'Bailar en la oscuridad' triunfaba en Cannes y elevaba a los cielos art¨ªsticos al director dan¨¦s y la cantante islandesa, pero tras el triunfo estaba la historia de un rodaje infernal que solo conocimos despu¨¦s y cuyas consecuencias llegan a la actualidad
En el verano de 1999, durante el rodaje de Bailar en la oscuridad, la cantante islandesa Bj?rk (Reikiavik, 1965) no puede m¨¢s. Presa de una crisis de nervios, echa a correr campo a trav¨¦s, se sube a una valla y se pone a despotricar del dise?o de su jersey de lana, hasta que empieza a destruirlo con los dientes y com¨¦rselo a bocados, ante el estupor del equipo t¨¦cnico. Es el punto culminante de uno de los rodajes m¨¢s tensos de la historia del cine.
Todo empieza en 1996. El cineasta dan¨¦s Lars Von Trier (Copenhague, 1956) es, por aquel entonces, el rey del mambo del cine de autor. Acaba de estrenar Rompiendo las olas, su primera parte de ¡°la trilog¨ªa del coraz¨®n de oro¡±, su particular revisi¨®n del melodrama, con la que ha ganado el Premio del Jurado en el Festival de Cannes. Buscando inspiraci¨®n para el cierre de su trilog¨ªa, ve el v¨ªdeo en el que Bj?rk versiona It¡¯s Oh So Quiet!, dirigido por un Spike Jonze que quiere homenajear la est¨¦tica del cine de Jacques Demy. Lo tiene. Su nueva pel¨ªcula ser¨¢ un musical, el musical m¨¢s rompedor jam¨¢s filmado, titulado, oficiosamente, Los cien ojos de Von Trier, por la cantidad de c¨¢maras que se van a utilizar.
Por entonces, Bj?rk tambi¨¦n est¨¢ en la cima de su carrera musical. La ni?a prodigio criada en una comuna hippie islandesa, la l¨ªder de The Sugarcubes, ha decidido mont¨¢rselo en solitario, mudarse a Londres y le ha salido genial: con Debut (1993) y Post (1995) es una estrella consagrada, a la que recurre la mism¨ªsima Madonna en busca de inspiraci¨®n. Es ex¨®tica, tiene talento y una personalidad de lo m¨¢s enigm¨¢tica.
Bj?rk pasa de Madonna y, en un principio, tambi¨¦n de Von Trier. Por su car¨¢cter insular o por la habitual tara de las ni?as prodigio, lleva rematadamente mal la fama. Para la historia ha quedado su llegada al aeropuerto de Bangkok en 1996, y c¨®mo la emprendi¨® a pu?etazos y tirones de pelo con una de las periodistas que la esperaban solo por darle la bienvenida al pa¨ªs.
Von Trier ve esa escena en las noticias y queda fascinado con la energ¨ªa de la menuda artista. Inicia la redacci¨®n de un guion inspir¨¢ndose en las noticias que aparecen de Bj?rk en los tabloides. Le dice que solo quiere que componga las canciones de la pel¨ªcula, porque sabe que Bj?rk adora el g¨¦nero musical y es una enamorada de Sonrisas y l¨¢grimas. Y a ello que se pone la islandesa: a escribir la m¨²sica para la historia de Selma, una inmigrante checa y madre soltera en los Estadps Unidos de la d¨¦cada de los sesenta que debe pelear para conseguir una operaci¨®n que evite que su hijo se quede ciego. Cuando ha completado la banda sonora, Von Trier la chantajea: o interpreta ella a Selma o Bailar en la oscuridad no se filmar¨¢. Bj?rk no ha rodado cine desde que en 1990 estren¨® Cuando fuimos brujas, pero ha pasado dos a?os trabajando en Selma y su banda sonora, Selmasongs. Aunque se sienta traicionada, no puede negarse. Seguramente hoy piense que ojal¨¢ lo hubiera hecho.
La pel¨ªcula se rueda en el verano de 1999, en Suecia. La qu¨ªmica entre ambos se rompe en cuesti¨®n de segundos, seg¨²n declara Bj?rk a la publicaci¨®n Hollywood, por culpa de Von Trier: ¡°Los dos somos tan sinceros¡ As¨ª que hemos establecido una relaci¨®n. Y eso est¨¢ bien. Pero los problemas empiezan cuando llegas al plat¨®. Cuando est¨¢s a solas con Lars, todo va bien; pero cuando hay otras personas en la habitaci¨®n¡ ya es otra cosa¡±.
Ya en los ensayos hay fricciones: Von Trier cree que Selma es una ni?a en el cuerpo de una mujer; Bj?rk opina que es una mujer hecha y derecha. Empieza a surgir un odio visceral entre ambos. Cada vez que sus miradas se cruzan, Bj?rk escupe en el suelo. El equipo se tiene que acostumbrar a sus constantes ausencias, confirmadas por su compa?era de reparto, la veterana Catherine Deneuve, que declara al medio dan¨¦s Politiken: ¡°Bj?rk es muy especial. No es una actriz, ella expresa sus sentimientos. Y eso es duro. En varias ocasiones huyo? durante varios di?as del rodaje, como una adolescente. Es una persona muy ti?mida e introvertida, y en una situacio?n asi? eso tiene su coste¡±.
?Qu¨¦ hace cuando desaparece? Von Trier afirma que se va de farra. Bj?rk responde que solo estuvo ilocalizable cuatro d¨ªas, en protesta por el tratamiento que Von Trier dio a sus composiciones. Seg¨²n declar¨® a Entertainment Weekly, ¡°el problema es que estuve filmando durante meses, en jornadas de 12 horas sin descanso, con cuatro crisis nerviosas al d¨ªa. Despu¨¦s, llegaba a casa por la noche ?y ve¨ªa que el equipo hab¨ªa hecho trizas mis canciones!¡±. Fuera de s¨ª, Bj?rk regresa de su huida con un manifiesto debajo del brazo: ¡°Dec¨ªa que quer¨ªa la edici¨®n final de todo lo que tuviera que ver con la m¨²sica. Los editores me tendr¨ªan que consultar. Yo decid¨ªa las canciones que aparecer¨ªan en la banda sonora. Y que no trabajar¨ªa m¨¢s si no aceptaba. Y [Von Trier] acept¨®¡±.
Tambi¨¦n se negar¨¢ a conceder entrevistas, aunque figure en su contrato. Con semejante panorama, Bj?rk y Lars llegan al Festival de Cannes de 2000 y vuelan los cuchillos. Estallan los reproches entre actriz y director tras el pase de prensa. Aun as¨ª, la pel¨ªcula gana la Palma de Oro y Bj?rk se hace con la estatuilla a Mejor Actriz. Pero la relaci¨®n est¨¢ definitivamente rota y el ventilador de maldades funciona a toda potencia como en la genial escena del filme en el que se interpreta el tema Cvalda.
En Politiken, de regreso con la Palma, Von Trier declara: ¡°Fue sencillamente espantoso... una tortura... una experiencia sadomasoquista para los dos. Enriquecio? la peli?cula, pero no a mi? personalmente... Cada segundo de los u?ltimos dos an?os tambie?n ha sido terrible para [la productora] Vibeke Windelov, por la incompatibilidad arti?stica entre ambas y sus disputas por cuestiones de temperamento¡±. Windelov, la productora, es quien jura y perjura que la escena de la degluci¨®n del apetitoso jersey de lana es cierta.
?La mayor lindeza de Von Trier? ¡°Trabajar con Bj?rk fue como intentar razonar con una terrorista¡±. Bj?rk no se queda atr¨¢s y replica: ¡°Se mire por donde se mire, la experiencia ha sido catastro?fica para mi?. Verme en mitad del estudio rodeada de centenares de personas, di?a tras di?a, fue una verdadera pesadilla. Cada man?ana, al levantarme, ya estaban alli?, a un palmo de mis narices¡ Me sent¨ª constantemente acosada¡±. Bj?rk acaba tan traumatizada que jura que nunca m¨¢s se acercar¨¢ a una c¨¢mara para rodar una pel¨ªcula (juramento que no cumplir¨¢ cuando se lo pida su marido, Matthew Barney, a?os despu¨¦s). Y eso que estuvo nominada al Oscar por I¡¯ve Seen It All y nos entreg¨® ese momentazo ataviada con uno de los modelos m¨¢s estramb¨®ticos de la historia de los Oscar, el vestido cisne dise?ado por Marjan Pejoski.
Pero como en las grandes rivalidades de la historia del cine, el odio persiste durante dos d¨¦cadas. En 2003, Bj?rk le escribe una carta a Nicole Kidman aconsej¨¢ndole que rechace el papel de Dogville, la nueva pel¨ªcula del dan¨¦s: ¡°Te devorar¨¢ el alma¡±, le dice. En 2017, Bj?rk publica en su cuenta de Facebook un post en el que acusa a Von Trier (sin nombrarlo) de haberla acosado sexualmente durante el rodaje y relatando que necesit¨® un a?o para recuperarse. Von Trier, por entonces intentando recuperarse de una severa depresi¨®n, lo niega en el diario Jyllands-Posten: ¡°Desde luego, no ¨¦ramos amigos, eso est¨¢ claro¡±. El productor Aelberk Jensen tambi¨¦n defiende al director: ¡°Nosotros fuimos sus v¨ªctimas. Esa mujer era m¨¢s fuerte que Lars von Trier, que yo, y que todo el equipo juntos. Se hac¨ªa lo que ella dec¨ªa¡±.
Bj?rk se pica y publica un nuevo post. Ahora ya va con todo: ¡°[Von Trier] me susurraba propuestas sexuales al o¨ªdo¡± o "Iintent¨® entrar en mi habitaci¨®n por el balc¨®n en medio de la noche con intenciones claramente sexuales, mientras su mujer estaba en la habitaci¨®n de al lado¡±.
?Qu¨¦ pas¨® en realidad? Dif¨ªcil saberlo. A fin de cuentas, hablamos de dos de los seres humanos m¨¢s imprevisibles sobre la faz del planeta. Bj?rk volvi¨® a arrearle a un periodista en Nueva Zelanda. Von Trier, por su parte, ha concedido entrevistas desnudo, o ha sugerido a John C. Reilly que matara a un burro con sus propias manos durante el rodaje de Manderlay. Aunque nada superar¨¢ su defensa de Hitler en 2011, durante la presentaci¨®n de Melancholia en Cannes. Bj?rk y Von Trier: dos genios, dos personalidades en perpetua transgresi¨®n de las normas sociales.
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