La anorexia y la bulimia muestran su cara m¨¢s amarga durante el confinamiento
Los expertos denuncian la falta de recursos para atender a los afectados y sus familias. En Espa?a, una de cada 20 mujeres entre 12 y 21 a?os tienen problemas con la comida
El confinamiento se ha traducido en un repunte de la detecci¨®n de casos de anorexia y bulimia. As¨ª lo asegura la Asociaci¨®n contra la anorexia y la bulimia que denuncia adem¨¢s la falta de recursos para atender a las personas afectadas y a sus familias. En Espa?a, una de cada 20 mujeres entre 12 y 21 a?os sufren un trastorno de la conducta alimentaria.
La crisis de la covid-19 ha destapado muchos casos de trastornos de la conducta alimentaria que en otros momentos habr¨ªan pasado desapercibidos. Esto ha triplicado la demanda de los servicios que ofrece la Asociaci¨®n. En concreto, los acompa?amientos que antes del confinamiento se hac¨ªan presenciales y que ahora se hacen por tel¨¦fono o videoconferencia se han multiplicado por tres, mientras que las consultas telef¨®nicas tambi¨¦n se han triplicado con respecto a los mismos datos del a?o anterior. En cuanto a los de consulta que reciben semanalmente, se han quintuplicado, especialmente por parte del p¨²blico adolescente, comenta Sara Bujalance, directora de la Asociaci¨®n contra la anorexia y la bulimia (ACAB).
La hija de Fabiana S. y Guillermo P. tuvo que convivir con la anorexia durante m¨¢s de cinco a?os. Carmen P, de 21 a?os, empez¨® a presentar s¨ªntomas cuando ten¨ªa 14. ¡°Al comienzo dec¨ªa que quer¨ªa bajar de peso porque dec¨ªa que ten¨ªa un poco de tripa, eso a nosotros en ese momento nos pareci¨® normal¡±, recuerda Scornik.
Despu¨¦s, empez¨® a llevar el ejercicio y las dietas al extremo. Sus padres notaban que siempre estaba de mal humor y triste. Lleg¨® un momento en el que Carmen se sent¨ªa tan mal que decidi¨® pedir ayuda. Ante la situaci¨®n, sus padres le buscaron un tratamiento que una vez al mes. No fue suficiente.
El problema estaba cerca de explotar. A los 17 a?os se fue de viaje y cuando hablaba por Skype con sus padres ellos la notaban extra?a, taciturna. Lo neg¨® hasta que tuvo que volver: apenas pesaba 44 kilos y hab¨ªa dejado de menstruar. La enfermedad se hab¨ªa apoderado de ella.
El perfil m¨¢s com¨²n en donde se presentan este tipo de trastornos alimenticios son mujeres entre los 12 y 25 a?os. ¡°La presi¨®n social de estar flaca a veces puede afectar mucho a la autoestima de las ni?as en crecimiento, sobre todo las mujeres que tienen una personalidad muy perfeccionista y exigente¡±, afirma Raquel Linares, psic¨®loga cl¨ªnica y directora de la Fundaci¨®n Fita, especialistas en salud mental.
¡°Era muy dif¨ªcil que comiera con nosotros, lleg¨® a quitarse la comida de la boca y tirarla a la basura¡±, afirma Scornik. Tras hallar un tratamiento m¨¢s intensivo, pudo recuperar parte de su peso normal. Pero este tipo de trastornos son obstinados, cuando parece que se van, siguen ah¨ª: ¡°Carmen quer¨ªa mejorarse, pero ten¨ªa p¨¢nico a engordar. Y nosotros, p¨¢nico a que no engordara ¡±, cuenta P¨¦rez.
Lo m¨¢s visible en este tipo de trastornos alimenticios es la comida, sin embargo, advierten los expertos, lo peor es siempre lo que est¨¢ detr¨¢s, aquello que el trastorno oculta. Y es ah¨ª es cuando hay que pelar las capas de la cebolla para llegar al origen. ¡°Lo primero es aceptar que tu hijo est¨¢ enfermo y que no es un capricho lo de no querer comer o querer verse de cierta forma, sino que es una enfermedad con ra¨ªces profundas¡±, reflexiona Scornik.
Durante 70 d¨ªas de confinamiento, muchos padres han podido volver a compartir la hora de la comida con sus hijos y han detectado conductas en ellos que antes pasaban desapercibidas y que resultan preocupantes. ¡°Se han despertado algunos trastornos porque nunca hab¨ªan pasado tanto tiempo juntos y se han agravado los que ya hab¨ªa porque el confinamiento no ha ayudado¡±, afirma Linares. Uno de los s¨ªntomas que suele aparecer primero es el aislamiento social. ¡°El encierro en estos casos es la pescadilla que se muerde la cola, porque provoca que la persona quede a¨²n m¨¢s secuestrada por esa angustia y que la bola de nieve crezca¡±, indican desde la Fundaci¨®n.
Para responder a ello y atajar desde el inicio el problema, en ACAB han creado una gu¨ªa junto con el Hospital Sant Joan de D¨¦u de Barcelona con recomendaciones para dar respuesta a las principales cuestiones que pueden surgir y algunas recomendaciones durante el confinamiento.
En el caso de Mariona M., de 22 a?os, fue ella quien a los 17 a?os sinti¨® que ten¨ªa un problema y pidi¨® ayuda. ¡°Lleg¨® un momento en el que me cont¨® que estaba vomitando despu¨¦s de comer y que le daba miedo llegar a tener un c¨¢ncer de es¨®fago. Mariona no quer¨ªa que nadie supiera lo que le estaba pasando y se alej¨® de todo el mundo¡±, cuenta su madre, Montse P.
¡°Me cost¨® mucho entender lo que le estaba pasando a mi hija, y yo les aconsejo a los padres que tengan que pasar por una situaci¨®n similar que busquen grupos de apoyo en donde otras personas les cuenten c¨®mo han manejado la situaci¨®n, porque as¨ª se pueden llegar a hacer una idea sobre la dimensi¨®n de la enfermedad a la que se tienen que enfrentar para ayudar a su hijo¡±, afirma Montse.
Ante el aumento de los casos, el seguimiento y acompa?amiento despu¨¦s del confinamiento es m¨¢s necesario que nunca. Sobre todo, subrayan los expertos, entre la poblaci¨®n m¨¢s joven, en pleno desarrollo f¨ªsico y emocional.
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