Trastornos alimentarios en ni?os y adolescentes durante el confinamiento
En Espa?a, estos trastornos afectan, seg¨²n estudios epidemiol¨®gicos, al 5% de la poblaci¨®n entre 12 y 25 a?os
Una situaci¨®n tan excepcional como la que estamos viviendo a consecuencia de la pandemia por coronavirus exige igualmente una mirada ajustada a esa excepcionalidad. Tambi¨¦n en los trastornos de la conducta alimentaria (TCA), que en Espa?a afectan, seg¨²n estudios epidemiol¨®gicos, al 5% de la poblaci¨®n entre 12 y 25 a?os. ?C¨®mo es el acompan?amiento emocional de un hijo o hija cuando los adultos tambie?n tienen que sobrellevar sus miedos e incertidumbres? Conscientes de esto, la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del Hospital Universitario del Nin?o Jesu?s de Madrid ha creado una gu¨ªa de Recomendaciones para padres de nin?os y adolescentes con trastornos del comportamiento alimentario (TCA) durante el peri?odo de aislamiento por COVID-19 con el objetivo de ayudar a las familias con un nin?o o adolescente con alg¨²n tipo de TCA a sobrellevar lo mejor posible el confinamiento.
La difusi¨®n de este documento se est¨¢ haciendo a partir de teleterapia y en las sesiones presenciales que han sido posibles en el hospital, as¨ª como a trav¨¦s de las webs de asociaciones de familiares y de profesionales vinculados a los TCA. Entre las cuestiones de especial inter¨¦s en las que el Hospital Nin?o Jesu?s pone el foco se encuentra una convivencia familiar saludable, la correcta organizaci¨®n del tiempo, el establecimiento de rutinas saludables y la necesidad de mantener espacios de intimidad y ¡°autocuidado¡± por parte de todos los miembros de la familia. En cuanto a la alimentaci¨®n consideran que es importante seguir con el men¨² que se haya establecido durante el tratamiento pero siempre teniendo en cuenta la flexibilidad dadas las circunstancias. Insisten tambi¨¦n en la importancia de continuar conel tratamiento y las indicaciones m¨¦dicas previas.
Similares son las pautas que desde la Unidad de Trastorno de la Conducta Alimentaria del Hospital San Joan de D¨¦u de Barcelona, junto con la Asociaci¨®n Contra la Anorexia y la Bulimia (ACAB), ofrecen a trav¨¦s de su gu¨ªa para familiares y pacientes con trastornos alimentarios. Con ella pretenden resolver las principales dudas y acompa?ar a las familias que, como se?ala Eduardo Serrano Troncoso, doctor en Psicolog¨ªa y coordinador de la Unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) del Hospital Sant Joan de D¨¦u, tienen que hacer frente a sus propios miedos e incertidumbres ante la pandemia y combatir al mismo tiempo la sintomatolog¨ªa propia de la persona con un TCA. ¡°La familia tiene un papel relevante en la buena evoluci¨®n de la enfermedad en general y en este momento particular, el paciente con TCA requiere de todo el apoyo emocional de la familia para hacer frente a esta situaci¨®n excepcional¡±, cuenta Serrano. Todo un reto en un contexto tan complejo como el actual.
El confinamiento puede ser una situaci¨®n de riesgo
Seg¨²n explica Montserrat Graell Berna, Jefe Servicio de Psiquiatr¨ªa y Psicolog¨ªa del Ni?o y el Adolescente del Hospital Infantil Universitario Ni?o Jes¨²s, el trastorno m¨¢s habitual durante la adolescencia es la anorexia nerviosa seguida de la bulimia nerviosa. Sobre la primera, la experta se?ala que cursa con una preocupaci¨®n excesiva por la comida y el peso o la imagen y por la alteraci¨®n de la alimentaci¨®n en forma de disminuci¨®n de la ingesta de alimentos, aumento de la actividad f¨ªsica y a veces v¨®mitos o el abuso de laxantes. En la bulimia nerviosa, apunta Graell, esa preocupaci¨®n excesiva se acompa?a de atracones de comida con v¨®mitos u otras conductas compensadoras de los atracones y a?ade que ambos trastornos siempre se acompa?an de una baja autoestima, una intensa angustia, emociones negativas y depresivas as¨ª como elevada impulsividad que generan un importante sufrimiento en el adolescente. ¡°Todo ello provoca un estado de malnutrici¨®n que altera el desarrollo f¨ªsico, psicol¨®gico y social del adolescente¡±, sostiene.
Durante la edad infantil los trastornos de la conducta alimentaria tambi¨¦n est¨¢n presentes, aunque en menor medida que en etapas posteriores. ¡°El trastorno m¨¢s frecuente es el trastorno por evitaci¨®n o restricci¨®n de la ingesta alimentaria (TERIA) que cursa con alteraciones en la forma de alimentarse pero sin que padezcan preocupaci¨®n por el peso o la imagen corporal aunque s¨ª s¨ªntomas de ansiedad o depresi¨®n¡±, aclara Montserrat Graell.
En el caso de menores diagnosticados con trastornos alimentarios es destacable que el confinamiento es una situaci¨®n de riesgo y, por tanto, pueden ver agravada su sintomatolog¨ªa. ¡°Esta situaci¨®n puede aumentar la preocupaci¨®n, obsesividad o miedo por algunos alimentos y por el control del peso¡±, cuenta Graell, quien a?ade que tambi¨¦n pueden sentir miedo, dudas e inseguridad respecto a la adaptaci¨®n de las indicaciones del tratamiento a la situaci¨®n de confinamiento, as¨ª como mayores dificultades en la convivencia familiar, ¡°dado que ¨¦sta es ahora continua y forzada¡±, temor ante el contagio de alguno de los familiares o por el futuro econ¨®mico de la familia y problemas para gestionar los duelos por familiares fallecidos. ¡°Los duelos generan enorme tristeza en los ni?os y adolescentes con TCA que con frecuencia tienen importantes dificultades en la expresi¨®n emocional¡±, se?ala.
En la misma l¨ªnea Gema Garc¨ªa, psic¨®loga especializada en trastornos alimentarios y terapeuta familiar, recalca que esta crisis y el encierro que conlleva es muy dif¨ªcil para los menores y sus familias. ¡°Muchos se encuentran todo el d¨ªa en casa con comida disponible, sin actividad f¨ªsica, sin poder tener respiros familiares en momentos de tensi¨®n y expuestos a situaciones con una gran carga emocional¡±, cuenta. Es por esto que la psic¨®loga estima recomendable que en la medida de lo posible los ni?os y adolescentes contin¨²en con sus terapias aunque tenga que ser en modalidad online y mantengan el contacto con sus terapeutas para que puedan ayudarles a manejar las situaciones complicadas que pueden darse a lo largo del tiempo que dure el confinamiento.
En el caso concreto de la Unidad de Trastornos de Comportamiento Alimentario (UTCA), cuenta Montserrat Graell que se ha mantenido la asistencia cl¨ªnica ambulatoria a los ni?os y adolescentes con TCA mediante consultas de teleterapia (llamada telef¨®nica y videoconferencia) y consultas presenciales en los casos necesarios, adem¨¢s de mantener la atenci¨®n a urgencias psiqui¨¢tricas y manteniendo el Programa de Hospitalizaci¨®n para TCA. Tambi¨¦n el Hospital San Joan de D¨¦u ha continuado ofreciendo asistencia adaptada a las circunstancias. Aqu¨ª, adem¨¢s, han organizado grupos terap¨¦uticos telem¨¢ticos semanales con los pacientes y con las familias.
Sobre si corren m¨¢s riesgo los pacientes TCA de complicaciones derivadas del COVID-19, apunta Eduardo Serrano que, en general, los s¨ªntomas f¨ªsicos derivados de la patolog¨ªa alimentaria en ni?os y adolescentes no suponen un mayor riesgo para complicaciones derivadas del coronavirus. No obstante, a?ade que se debe tener en cuenta tambi¨¦n que las personas con TCA con un ¨ªndice de masa corporal muy bajo y que presenten s¨ªntomas de desnutrici¨®n pueden tener un sistema inmunitario debilitado. ¡°En estas circunstancias, o si la persona con TCA presenta otra patolog¨ªa de base, la familia debe consultar con su especialista de referencia para un consejo personalizado¡±, puntualiza.
Si no ha habido un diagn¨®stico previo en ni?os o adolescentes, ?es posible que aumente el riesgo de padecer alg¨²n TCA? Responde Garc¨ªa que puede ocurrir que haya casos de trastornos de la conducta alimentaria que debuten en esta crisis ya que los grandes estresores, los duelos complicados y las experiencias traum¨¢ticas, entre otros, pueden ser factores precipitantes de la sintomatolog¨ªa en personas que ya ten¨ªan otros factores de predisposici¨®n. Asimismo, seg¨²n Gema Garc¨ªa, cabe la posibilidad de que algunos casos que no hab¨ªan sido diagnosticados a¨²n porque permanec¨ªan m¨¢s o menos ocultos, se hagan evidentes en estos d¨ªas de convivencia intensiva.
Gestionar el hambre emocional
Entre los factores que est¨¢n en la base de los trastornos alimentarios est¨¢n los problemas en la regulaci¨®n emocional. Ocurre que en el contexto de emociones tan complejas e intensas como las que estamos viviendo como consecuencia de la crisis por coronavirus, es posible que esa dificultad se haga m¨¢s evidente y aparezca el s¨ªntoma de atrac¨®n o restricci¨®n. ¡°El s¨ªntoma alimentario es la forma en que los pacientes tratan de acallar sus emociones dif¨ªciles e intensas ante un d¨¦ficit de recursos de regulaci¨®n emocional o una situaci¨®n de intensidad tal que desborda su capacidad de afrontamiento. El s¨ªntoma es un intento de soluci¨®n¡±, explica Gema Garc¨ªa.
Ahora bien, seg¨²n la experta, puede que haya ni?os o adolescentes que, en este contexto excepcional, tengan ¡°hambre¡± emocional pero no un TCA; ya que ese ¡°comer emocional¡± puede ser funcional o disfuncional, dependiendo de si le genera malestar, si interfiere con su salud f¨ªsica o mental o si la comida se convierte en el ¨²nico recurso que tiene para regular sus estados emocionales. ¡°El comer emocional funcional, el no patol¨®gico, es el que tenemos todos de vez en cuando como cuando celebramos un cumplea?os con nuestra comida favorita o nos hacemos una pizza para cenar tras un d¨ªa dif¨ªcil¡±.
Para Gema Garc¨ªa estar confinados no aumenta per se la "necesidad" de pasar por la despensa pero s¨ª puede suponer un problema la permanente disponibilidad de los alimentos si no se gestiona de la manera adecuada. "Tenemos que tener en cuenta que estamos ante una situaci¨®n excepcional que nos conecta con emociones muy diversas: ansiedad, miedo, incertidumbre, tristeza, aburrimiento, soledad... Si no sabemos bien c¨®mo gestionarlas y en el contexto de una permanente disponibilidad de comida, podemos empezar a tener problemas para controlar el impulso de "pasar por la despensa", explica.
Insiste la psic¨®loga en que no es la ansiedad la que puede llevar a comer m¨¢s sino la falta de recursos de regulaci¨®n adecuados: ¡°Es importante recordar que cuando comemos como respuesta a una emoci¨®n la silenciamos un rato, es como si pusi¨¦ramos una peque?a tirita que funciona como soluci¨®n temporal pero que deja la herida sin curar. Comer nos puede distraer temporalmente de nuestras emociones dif¨ªciles o calmarnos unos minutos, pero no atiende a la causa de esa emoci¨®n y por tanto no resuelve nada de lo que nos ocurre¡±.
Concluye Garc¨ªa que tendremos que esperar a que todo esto pase para saber a ciencia cierta las consecuencias psicol¨®gicas que ha tenido para la poblaci¨®n general y en particular para los ni?os y adolescentes con o sin trastornos de la conducta alimentaria.
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