Sin drogas, sin alcohol y sin armarios: Rob Halford es el ¨ªdolo ¡®heavy¡¯ que rompe todas las reglas
Judas Priest iban a ser las estrellas del Rock Fest Barcelona, cancelado por el coronavirus. Habr¨¢ que esperar al a?o que viene para verlos en Europa. Mientras tanto, hablemos de su l¨ªder, una de las figuras m¨¢s fascinantes del mundo del 'heavy'
El heavy metal no se puede parodiar. Sus gru?idos cavernarios, sus alaridos oper¨ªsticos, su imaginario siniestro, sus guitarras sobre guitarras y su est¨¦tica sadomasoquista son tan barrocos que cualquier caricatura siempre va quedarse corta. Y adem¨¢s a los jevis les va a dar igual. Toda esta parafernalia tiene su g¨¦nesis en Judas Priest, la banda que cre¨® el heavy metal, lo codific¨® en un ¨¢lbum can¨®nico (British Steel) y lo populariz¨® para las masas vendiendo 50 millones de discos. Y todo gracias a su l¨ªder Rob Halford, el Dios del metal, que en contra de cualquier estereotipo lleva 33 a?os sin probar el alcohol ni las drogas, 21 fuera del armario como gay y toda la vida siendo el rockero m¨¢s afable del mundo.
Su padre trabajaba en una f¨¢brica de piezas para reactores nucleares en Birmingham, el pol¨ªgono industrial de las islas Brit¨¢nicas que en los sesenta no era m¨¢s que un agujero negro que absorb¨ªa la luz, los sue?os y la capacidad pulmonar de sus habitantes. El camino de Rob Halford a la escuela estaba decorado por canales vertiendo metal fundido en toneles: ya respiraba metal antes de convertirlo en m¨²sica. En clase los chavales temblaban con la vibraci¨®n de la maquinaria y el ritmo del acero aporreando las placas se grab¨® en su cerebro. Esta miseria empuj¨® a Halford a huir de Birmingham y su pasaporte fue el rock&roll, que ¨¦l fusion¨® con los ruidos del metal con los que hab¨ªa crecido. Judas Priest definir¨ªan tanto el heavy metal que el falso documental sat¨ªrico This is Spinal Tap se inspir¨® parcialmente en ellos (similitudes: Halford visit¨® la tumba de Elvis Presley, grit¨® ¡°?Hola, Cleveland!¡± durante una actuaci¨®n en Detroit y se perdi¨® varias veces en el camino del camerino al escenario).
Durante un concierto, entr¨® al escenario a lomos de una Harley-Davidson y el humo le impidi¨® ver una plataforma elevadiza contra la que choc¨®. Cay¨® al suelo, se rompi¨® la nariz y se pas¨® la primera canci¨®n inconsciente. Cuando volvi¨® en s¨ª, termin¨® el concierto entero y despu¨¦s se fue a urgencias
En 1973, Halford trabajaba como gerente en un cine porno cuando Ian Hill, el novio de su hermana, le propuso cantar en su grupo de rock. El impacto de Judas Priest no solo marc¨® el sonido de Iron Maiden, Metallica o Van Halen, sino tambi¨¦n su imaginer¨ªa sat¨¢nica y su est¨¦tica de cuero. Rob Halford copi¨® el uniforme oficial de los jevis (botas de motero, bigote hasta la barbilla, gafas de aviador, pantalones, chaleco y guantes de cuero) del submundo de los bares fetichistas gays de los setenta, que a su vez se hab¨ªan inspirado en las ilustraciones de hipermasculinidad homoer¨®tica de Tom of Finland. Lleg¨® a actuar con un l¨¢tigo. Durante un concierto, entr¨® al escenario a lomos de una Harley-Davidson y el humo le impidi¨® ver una plataforma elevadiza contra la que choc¨®. Cay¨® al suelo, se rompi¨® la nariz y se pas¨® la primera canci¨®n inconsciente. Cuando volvi¨® en s¨ª, termin¨® el concierto entero y despu¨¦s se fue a urgencias.
Sus compa?eros en Judas Priest nunca mostraron el menor inconveniente ante su homosexualidad, pero la desesperaci¨®n de vivir dentro del armario llev¨® a Halford a abusar del alcohol y las drogas. En canciones como Grinder (este t¨ªtulo similar al de la aplicaci¨®n de ligue gay es coincidencia) se defin¨ªa como ¡°nunca recto ni estrecho, me inclino a alejarme del camino marcado¡±, un mensaje con el que cualquiera podr¨ªa identificarse de no ser porque ¡°recto¡± (straight) tambi¨¦n es sin¨®nimo de heterosexual en ingl¨¦s.
Su condici¨®n de estrella del rock le permit¨ªa arrancar tel¨¦fonos, liar broncas en los bares y despertarse a las seis de la tarde (solo era capaz de levantarse de la cama si beb¨ªa alcohol) sin que nadie se preocupase o tratase de ayudarlo, mientras su vida personal consist¨ªa en beber y drogarse con su novio para despu¨¦s discutir violentamente. Tras una de esas broncas, Halford sali¨® de su apartamento y se mont¨® en un taxi. Su novio le sigui¨®, le grit¨® ¡°solo quiero que sepas que te quiero mucho¡± y se peg¨® un tiro en la cabeza. Era 1986 y Rob Halford, tras ingresar en rehabilitaci¨®n por una sobredosis de sedantes que nunca se ha esclarecido si fue voluntaria o accidental, decidi¨® no volver a probar las drogas o el alcohol. Lleva sobrio desde entonces.
Aquel mismo a?o Judas Priest protagoniz¨® uno de aquellos clich¨¦s que alarmaban a los padres en los ochenta: que los vinilos de heavy metal inclu¨ªan mensajes sat¨¢nicos o suicidas si se escuchaban al rev¨¦s. La v¨ªspera de Nochebuena de 1985 dos adolescentes de Reno (Nevada), Ray Belknap y James Vance, se bebieron una docena de cervezas mientras fumaban porros y escuchaban a Judas Priest y acabaron cogiendo una escopeta recortada del calibre 12 y peg¨¢ndose un tiro en la cara cada uno. Belknap muri¨® en el acto y Vance qued¨® desfigurado, pero muri¨® tres a?os despu¨¦s.
Los padres, en vez de plantearse por qu¨¦ sus hijos ten¨ªan acceso a una recortada del 12, demandaron a Judas Priest y a su discogr¨¢fica, CBS, porque si se pon¨ªa al rev¨¦s la canci¨®n Better By You, Better Than Me se pod¨ªa escuchar a Halford repetir ¡°Do it, do it¡± (hazlo, hazlo). El cantante desde?¨® la acusaci¨®n asegurando que instigar al suicidio era la forma menos pr¨¢ctica de aumentar su base de fans y que, en caso de incluir un mensaje subliminal, ser¨ªa ¡°comprad m¨¢s discos¡±.
Sus compa?eros en Judas Priest nunca mostraron el menor inconveniente ante su homosexualidad, pero la desesperaci¨®n de vivir dentro del armario llev¨® a Halford a abusar del alcohol y las drogas
Los padres ped¨ªan tres millones de euros en concepto de compensaci¨®n y, cuando un juez desestim¨® la demanda, Judas Priest public¨® Painkiller. El ¨¢lbum rabiaba con la frustraci¨®n de haber sido demonizados y avisaba de que, si Judas Priest ten¨ªa que caer, lo har¨ªa en llamas, gritando y veng¨¢ndose. Rob Halford se rap¨® la melena y se tatu¨® entero ¨Cseg¨²n ¨¦l porque sufr¨ªa alopecia y no quer¨ªa parecerse a Phil Collins¨C y reemplaz¨® las drogas por una adicci¨®n a los tatuajes. Despu¨¦s de la gira de Painkiller, Halford abandon¨® Judas Priest para arrancar otros proyectos en solitario y se lo comunic¨® a sus compa?eros y a su discogr¨¢fica mediante un fax.
¡°Hab¨ªa muchas turbulencias en mi vida musical y personal, no me qued¨® m¨¢s remedio. Hubo muchos problemas de comunicaci¨®n y se dijeron cosas inapropiadas. Acepto mi responsabilidad¡±, reconocer¨ªa a?os despu¨¦s en la revista Metal Hammer. ¡°No tienes por qu¨¦ hacerlo¡±, le consolaba su guitarrista Glenn Tipton. ¡°Todos est¨¢bamos quemados, ten¨ªamos opiniones diferentes y las cosas se sacaron de contexto. Pero la culpa es de todos y ya no hab¨ªa vuelta atr¨¢s¡±. ?Alguna vez se ha visto a dos rockeros discutiendo con tanta educaci¨®n?
Esa honestidad ha hecho que Rob Halford sea uno de los rockeros m¨¢s queridos y admirados por la comunidad heavy, no a pesar de su homosexualidad sino gracias a la naturalidad con la que la vive p¨²blicamente desde 1998. Durante una entrevista para MTV, Halford dej¨® caer un ¡°yo, como hombre gay¡± y escuch¨® c¨®mo la carpeta del productor del programa se ca¨ªa al suelo de la impresi¨®n. El cantante, que en sus c¨ªrculos ¨ªntimos siempre hab¨ªa estado fuera del armario, confes¨® que a los miedos habituales que sufre cualquier homosexual ¨¦l tuvo que a?adir la paranoia de ser una estrella de la m¨²sica y en concreto el l¨ªder de una banda de heavy metal.
Pero Halford considera que sus fans saben lo que es sentirse una oveja negra apestada (el metal suele atraer a gente que se siente marginada por la sociedad, y adem¨¢s musicalmente es a menudo despreciado tanto por los rockeros m¨¢s elitistas como por el gran p¨²blico) y le apoyar¨ªan. As¨ª fue. En 2003, Halford volvi¨® a Judas Priest y siguieron llenando estadios como en los ochenta con admiradores que demostraron que lo de ¡°fans incondicionales¡± no es una forma de hablar.
¡°Un heterosexual no podr¨ªa hacer mi trabajo¡±, bromea en la actualidad ahora el Dios del metal a los 68 a?os, ¡°o al menos yo lo veo as¨ª. Freddie [Mercury] dec¨ªa que su condici¨®n sexual no era importante, pero Queen habr¨ªa sido una banda totalmente distinta si ¨¦l no fuese gay¡±. Una vez liberado de la presi¨®n por demostrar su virilidad, Halford resulta un se?or entra?able cuando reconoce que Judas Priest colabor¨® con Stock, Aiken & Waterman (la factor¨ªa de hits que lanz¨® a Kylie Minogue) en 1988 porque ¨¦l era fan de Rick Astley y Bananarama, pero que la discogr¨¢fica no se atrevi¨® a publicar la canci¨®n (acab¨® filtr¨¢ndose en 2015).
Tras una de sus habituales broncas, Halford sali¨® de su apartamento y se mont¨® en un taxi. Su novio le sigui¨®, le grit¨® ¡°solo quiero que sepas que te quiero mucho¡± y se peg¨® un tiro en la cabeza
O cuando asegura que nunca fue una de esas estrellas que se quejan de la temperatura de su camerino, porque siempre limpi¨® su propio ba?o, se hizo su propio t¨¦ y empuj¨® su propio carrito en el supermercado. O cuando cuenta que le encantan Los vengadores o Joker porque nada le gusta m¨¢s que ¡°una buena pelea democr¨¢tica¡±. Antes de acostarse (a las nueve de la noche) lee Harry Potter, por la ma?ana escucha a Michael Bubl¨¦ y el artista con el que m¨¢s ilusi¨®n le har¨ªa cantar es Elton John. Lo que los dem¨¢s piensen de ¨¦l, como buen jevi, le importa una mierda.
A Rob Halford le da pudor que le llamen el Dios del metal, pero por si acaso ha patentado el apodo para que nadie se lo quite y para lanzar una l¨ªnea de ropa bajo su sociedad limitada Metal God Entertainment. Tambi¨¦n planea lanzar una autobiograf¨ªa, animado por el ¨¦xito de Bohemian Rhapsody, que asegura que dar¨¢ para tres tomos en la l¨ªnea de la trilog¨ªa El se?or de los anillos. En 2013 le operaron de la espalda, seg¨²n ¨¦l, por pasarse 40 a?os actuando con 15 kilos de ropa encima. Pero Judas Priest sigue dando conciertos y Glenn Tipton, que sufre parkinson, viaja con ellos y participa cuando puede durante los bises finales.
Porque el heavy metal va de alaridos, de oscuridad y de cuero, pero tambi¨¦n va de lealtad y de fortaleza. ¡°Cuando salgo al escenario, lo ¨²ltimo que me viene a la cabeza es que soy un hombre gay en una banda de heavy metal¡±, remata Halford. ¡°Y eso para m¨ª es una victoria. Se puede decir mucho simplemente poni¨¦ndote ah¨ª arriba y no diciendo ni una palabra. Aunque por otra parte, hago un ruido de la hostia sobre ese escenario¡±.
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