Un restaurante pensado para ellas
Un proyecto busca empoderar y dar opciones a mujeres viudas, separadas, divorciadas y madres solteras discriminadas incluso por el C¨®digo de Familia en Marruecos
Zineb ten¨ªa tan solo seis a?os cuando su padre la envi¨® a vivir con otra familia. Pensando que se iba de vacaciones a alg¨²n lugar desconocido, pronto descubri¨® que la hab¨ªan enviado a una casa para lavar los platos, limpiar y cuidar de los hijos de los due?os. Las condiciones de trabajo eran extremadamente duras para ella y fue continuamente maltratada. Durante a?os, Zineb trat¨® de huir, pero cuando su padre la encontraba, era enviada de vuelta al mismo lugar, a trabajar. Todo esfuerzo por cambiar su situaci¨®n era in¨²til.
Un d¨ªa Zineb dijo ¡°basta¡± y decidi¨® escaparse. Se movi¨® de un lugar a otro en busca de un trabajo que le garantizara algo de dinero. En 2014 dio a luz a su primera hija y se convirti¨® en madre soltera, algo nada f¨¢cil en Marruecos, un pa¨ªs donde mujeres en su situaci¨®n est¨¢n completamente desprotegidas. Su suerte comenz¨® a cambiar cuando una organizaci¨®n le recomend¨® dirigirse a un centro de capacitaci¨®n para aprender nuevas habilidades que le permitieran ser financieramente independiente y mantener a su ni?a.
El centro se llama Amal y, como explica su relaciones p¨²blicas, Abla Terrab Maskri, el proyecto que tienen en marcha busca ¡°empoderar a las mujeres¡± a trav¨¦s de la cocina en una ciudad como Marrakech, donde se encuentra una floreciente industria tur¨ªstica y muchos puestos de trabajo en este sector.
Las alumnas de Amal, vestidas con batas blancas de chef, delantales naranjas y hijabs de color negro, trabajan sin cesar durante todo el d¨ªa en la cocina aprendiendo el oficio. La organizaci¨®n capacita a cerca de 35 alumnas por curso. All¨ª aprenden a preparar platos marroqu¨ªes como el cusc¨²s y el tajine, as¨ª como cl¨¢sicos de la cocina internacional como la pizza y la pasta. El proyecto se ha hecho conocido por su buen hacer y su excelente cocina. De hecho, su restaurante es popular en Marrakech y cuenta con una situaci¨®n privilegiada en TripAdvisor.
Terrab Maskri dice que el programa ofrece formaci¨®n ¡°a las mujeres que se encuentran en una situaci¨®n vulnerable, como divorciadas, viudas, hu¨¦rfanas o madres solteras¡±. Para muchas de ellas esta es la primera educaci¨®n formal que reciben, como es el caso de Aicha, otra de las integrantes del proyecto. Ella no tuvo la posibilidad de estudiar porque su padre le oblig¨® a dejar la escuela cuando todav¨ªa era muy joven para ayudar a su madre en el hogar.
Amal busca empoderar a las mujeres a trav¨¦s de la cocina en Marrakech, donde hay una floreciente industria tur¨ªstica
Durante su infancia, Aicha ni siquiera ten¨ªa permitido salir de casa demasiado a menudo. La mayor¨ªa de sus hermanos mayores se casaron e independizaron, dej¨¢ndola encargada de cuidar de los progenitores. Su madre muri¨® de c¨¢ncer y su padre falleci¨® el mismo mes de un accidente de coche. Aicha fue enviada a vivir entre familiares, yendo de casa en casa de t¨ªas, t¨ªos y primos, sin experiencia ni control sobre su vida.
Como explica Stephanie Willman Bordat, socia fundadora de la organizaci¨®n Mobilizing for Rights Associates, una ONG del norte de ?frica, las marroqu¨ªes con las que trabaja en el proyecto, viudas, separadas, madres solteras y divorciadas, ¡°est¨¢n discriminadas en el marco legal, especialmente el C¨®digo de Familia y el C¨®digo Penal¡±.
Un desaf¨ªo principal para ellas es el factor econ¨®mico. Las divorciadas en particular, y tambi¨¦n sus hijos, quedan muy vulnerables a la pobreza despu¨¦s del divorcio, porque la exesposa no recibe pensi¨®n alimenticia ni comparte los activos adquiridos durante el matrimonio, como por ejemplo, la vivienda. ¡°Las ¨®rdenes de manutenci¨®n de los hijos generalmente son bajas e, incluso, cuando se otorgan, las mujeres tienen dificultades para que el tribunal ejecute estas ¨®rdenes, porque no pueden encontrar al padre, o este se niega a pagar¡±, dice Willman.
Las mujeres divorciadas en Marruecos no reciben pensi¨®n alimenticia ni comparten los activos adquiridos durante el matrimonio
Al mismo tiempo, las mujeres tienen un poder de decisi¨®n limitado sobre sus hijos, como su escolaridad, d¨®nde vivir u otros actos legales porque el padre sigue siendo el tutor legal de los ni?os, y est¨¢ a cargo de la toma de decisiones y los asuntos financieros. La madre que se vuelve a casar o quiere mudarse a otro lugar en Marruecos corre el riesgo de perder la custodia.
Willman explica que las viudas tambi¨¦n son vulnerables desde el punto de vista financiero debido a las cuotas de herencia desiguales que reciben, y que muchas veces los otros miembros de la familia encuentran formas, aprovechando su analfabetismo, por ejemplo, para no otorgarle su parte.
En el caso de las solteras, se ven privadas de cualquier relaci¨®n ¨ªntima, ya que mantener sexo fuera del matrimonio es ilegal seg¨²n el C¨®digo Penal. Esto significa que estas mujeres no pueden aprovechar la nueva Ley 103-13 sobre violencia machista. ¡°Aunque esa norma penaliza todas las formas de violencia contra ellas, el hecho de que las relaciones sexuales fuera del matrimonio sean ilegales significa que las que son maltratadas por parte de una pareja ¨ªntima con la que no est¨¢n casadas no pueden presentar una queja porque ser¨ªan arrestadas¡±, a?ade Willman.
Detr¨¢s del proyecto de Amal se encuentra Nora Fitzgerald, una estadounidense nacida y criada en Marruecos que comenz¨® un proyecto de reposter¨ªa en 2012 con dos marroqu¨ªes a las que quer¨ªa ayudar a crear un medio de vida para que pudieran mantenerse a s¨ª mismas y a sus hijos. "Lo que comenz¨® como una idea esperanzadora con unas pocas mujeres horneando y vendiendo pasteles ahora se ha convertido en una organizaci¨®n estructurada con dos centros de capacitaci¨®n", se enorgullece la fundadora.
Las viudas reciben herencias desiguales y muchas veces los otros miembros de la familia encuentran formas para no otorgarles su parte
Terrab Maskri, la relaciones p¨²blicas del proyecto, dice que no dejan de recibir solicitudes y que elegir a las candidatas es una tarea dif¨ªcil. A la hora de seleccionar, buscan que las futuras estudiantes tengan entre 18 y 35 a?os, unos niveles bajos de ingresos y muchas ganas de aprender.
Durante el programa de capacitaci¨®n, que dura seis meses, las mujeres aprenden todos los aspectos de la industria de los restaurantes, como cocinar, limpiar, servir y algunas pinceladas de franc¨¦s e ingl¨¦s para comunicarse con los clientes. Una vez terminado el curso, hacen dos semanas de pr¨¢cticas para obtener experiencia en el mundo real, y esto les conduce muchas veces a una oferta de trabajo. De lo contrario, la organizaci¨®n ayuda a las reci¨¦n graduadas a encontrar un empleo.
Seg¨²n explica Terrab Maskri, ¡°el entrenamiento es gratuito¡± porque que las estudiantes ¡°ya se han enfrentado a demasiada exclusi¨®n¡±. Las participantes reciben una paga a lo largo del periodo de formaci¨®n y aquellas que tienen hijos cuentan con un subsidio adicional por ni?o para ayudar con su cuidado cuando est¨¢n fuera de casa. Las alumnas reciben tambi¨¦n una tarjeta de autob¨²s local que les permite cuatro viajes gratuitos cada d¨ªa.
Terrab Maskri se enorgullece de que Amal ¡°es una organizaci¨®n autosuficiente¡±. Inicialmente, el proyecto fue financiado por donaciones privadas de familiares y amigos, adem¨¢s de llevar a cabo algunas campa?as de recaudaci¨®n en Internet. El cambio principal lleg¨® de la mano de los fondos de sus socios de la Fundaci¨®n Drosos, una ONG radicada en Z¨²rich, permiti¨¦ndoles establecerse profesionalmente.
En la actualidad los ingresos de Amal se obtienen de las clases de cocina para invitados, su servicio de catering y el restaurante, ganancias que les permite pagar el alquiler, gastos diarios y de electricidad, pagas a las alumnas y al personal. Ahora, Zineb se gradu¨® y tiene un trabajo estable en la cocina de un riad. Muchas otras mujeres graduadas est¨¢n siguiendo sus pasos.
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