Jonathan Anderson: "Los desfiles son el menor de los problemas. Mi trabajo consiste en que la gente mantenga su empleo"

"Estos meses han sido una de las ¨¦pocas m¨¢s emotivas de mi vida. He hablado con gente con la que no hab¨ªa hablado en muchos a?os. Ha sido una monta?a rusa emocional". Jonathan Anderson responde al otro lado de la pantalla a un reducido grupo de medios poco despu¨¦s de hacer p¨²blica, en el marco de Paris Fashion Week Online, la colecci¨®n masculina Primavera/Verano 2021 de Loewe, la firma en que ejerce como director creativo desde 2013. La presentaci¨®n tiene un formato h¨ªbrido. Por un lado, un v¨ªdeo en el que el director art¨ªstico explica las claves de la colecci¨®n. Por otro, lo que ha bautizado como "Show in a box¡±, un archivador que han recibido los invitados al desfile. Inspirado en el museo port¨¢til de Duchamp y el arte postal, incluye im¨¢genes de la colecci¨®n, un fanzine, muestras de tejidos, un patr¨®n de una prenda que cualquiera puede realizar en casa y hasta un tocadiscos manual de cart¨®n que reproduce las palabras del historiador del arte James Fox.

"En estos meses he pensado mucho en lo t¨¢ctil. Internet es maravilloso, pero hemos visto c¨®mo lo digital puede llegar a distorsionar la realidad", explica. "Y pens¨¦ que era importante que la gente que recibiera la caja pudiera experimentar una impresi¨®n f¨ªsica. Somos humanos a fin de cuentas. Lo digital ha cambiado ha cambiado el mundo, pero como seres humanos queremos tocar las cosas. Esto no es un rechazo de la tecnolog¨ªa ni de desfile digital. Creo que en este momento lo esencial es hacer lo correcto para ti, no lo correcto para el sistema. Hay que mirar a uno mismo para salir adelante".

En el trabajo de Anderson, la introspecci¨®n suele ser culturalista y se articula en torno a referencias, citas visuales y, como ¨¦l define, "obsesiones art¨ªsticas raras". En esta ocasi¨®n, la figura que planea sobre la colecci¨®n es la de Paul Cadmus (1904-1999). En una ¨¦poca dominada por la abstracci¨®n, este artista neoyorquino pintaba con un estilo aparentemente conservador, una suerte de figuraci¨®n neorrenacentista y monumental. Sin embargo, sus temas homoer¨®ticos no eran tan ortodoxos y le causaron m¨¢s de un esc¨¢ndalo y, con los a?os, un discreto estatus como figura de culto. Cadmus pertenec¨ªa al mismo grupo de artistas y pensadores en el que militaba George Platt Lynes, cuya obra Anderson colecciona desde hace a?os. Un d¨ªa descubri¨® que una de las pinturas de Cadmus hab¨ªa sido convertida en tapiz. Y la conexi¨®n surgi¨®. "George Platt Lynes y su hermano durante la posguerra tuvieron la iniciativa de utilizar el needlepoint [punto de tapicer¨ªa] para aliviar el trauma de los soldados", explica el dise?ador. "Y yo miraba a mi alrededor y ve¨ªa a la gente cuidando un jard¨ªn, o tejiendo, o haciendo pan en casa durante el confinamiento. Todo aquello eran ocupaciones terap¨¦uticas. As¨ª que pens¨¦ en trabajar con artesanos en sus casas. La cester¨ªa, por ejemplo, es algo casi meditativo. Incluso para m¨ª el hecho de levantarme cada ma?ana y ponerme a trabajar con mi equipo, conectar con el taller, tener videoconferencias se convirti¨® en una especie de terapia para no quedarme en la cama todo el d¨ªa".

En la colecci¨®n que ha presentado este domingo, un jersey incorpora una reproducci¨®n en jacquard de una obra de Cadmus en la que un hombre sostiene una especie de m¨®vil hecho con elementos recogidos de la playa. ¡°Me pareci¨® una imagen muy po¨¦tica, con cierta fragilidad¡±, apunta Anderson. En la misma l¨ªnea, la colecci¨®n subraya el compromiso de la firma de lujo con la artesan¨ªa, un sector al que dedica incluso un premio premio anual, con sofisticadas labores. Por ejemplo, varias prendas elaboradas en cuero trenzado por la artesana cestera Idoia Cuesta. O blusas te?idas con shibori, una especie de ancestro japon¨¦s del te?ido tie dye. Adem¨¢s, desde la madrugada previa al estreno, las redes sociales de la firma han difundido breves documentales acerca de los artesanos implicados y tambi¨¦n una selecci¨®n musical en la que distintos artistas versionan un tema de jazz de los a?os setenta.

Las formas de la colecci¨®n siguen las claves estil¨ªsticas que Anderson ha desarrollado y evolucionado desde su llegada a Loewe. Lo fluido, lo alargado, lo transformable. Las gabardinas, por ejemplo, incorporan anexos circulares en forma de solapas, o una especie de sobrecapa fruncida que recuerda tanto a una capucha gigantesca como a un paraca¨ªdas. Hay plisados, monos, caftanes y mangas globo. Las prendas de punto son irregulares pero delicadas, en ese cruce entre el punk y la artesan¨ªa de altura por el que Anderson transita en sus c¨¢psulas invernales inspiradas en el Arts & Crafts victoriano. No siempre es f¨¢cil definir sus prendas ¨C?es una camisa o una t¨²nica? ?un jersey o un poncho?¨C, pero incluso eso puede ser un punto a su favor, como sucede en una chaqueta de piel que se transforma en bolso. Que las prendas no resulten obvias no impide que sean rotundamente bonitas.

En una ¨¦poca dominada por la incertidumbre, Anderson parece tener claro que la clave no est¨¢ en buscar nuevos caminos, sino en afianzar las ra¨ªces propias. "Ahora m¨¢s que nunca, la moda tiene un deber, y si no, perder¨¢ sentido. Tiene que ser m¨¢s humilde y m¨¢s honesta. No predecir el futuro, sino preocuparse por el presente", afirma. "Si miras a otras disciplinas, como el teatro, est¨¢ devastado. Y corremos el riesgo de perder de vista que esto es la punta del iceberg. Cuando suceden cat¨¢strofes hay un momento de ¨¦xtasis, por ejemplo tras un confinamiento, pero la realidad tarda meses en asentarse y el da?o puede durar mucho. Tenemos que ser optimistas pero tambi¨¦n realistas". Preguntado acerca de la pol¨¦mica sobre la reanudaci¨®n o no de los desfiles presenciales, responde. "Ahora mismo los desfiles son el menor de los problemas. Mi trabajo es que la gente siga teniendo trabajo. He pasado de pensar como director creativo a pensar tambi¨¦n como un responsable de recursos humanos".