¡®Terminator destino oscuro¡¯ | Planeando el futuro de los ni?os: ?una habilidad solo paternal?
Cuando esta semana se han hecho p¨²blicos los calendarios escolares del pr¨®ximo curso ya ni los he apuntado en la agenda, total, ?para tachar las fechas dentro de nada?
Podemos aprender much¨ªsimo de la franquicia de Terminator: que sin un buen gui¨®n las pelis no funcionan, que Arnold conserva el carisma, y que siempre tiene que viajar alguien del futuro a salvarnos porque nunca vemos el peligro cuando lo tenemos delante.
Como no estamos en una superproducci¨®n de Hollywood, en vez de robots con armas l¨¢ser, el presupuesto ha dado para un virus invisible, que no queda espectacular en pantalla pero que aterroriza y destruye con eficacia.
Otra constante de la saga es que siempre hay una Sarah Connor, una mujer normal que tiene que volverse fuerte de golpe para enfrentarse a lo imposible montando la t¨ªpica Resistencia. Por supuesto, nadie le hace caso hasta que es demasiado tarde, y demasiada muerte y destrucci¨®n innecesarias aparecen por el camino. El paralelismo con los j¨®venes sin mascarilla y los pol¨ªticos populistas es r¨¢pido y f¨¢cil.
Sarah siempre se prepara para lo peor: no se deja deslumbrar por las terrazas de los bares y las playas, recorta gastos para la crisis econ¨®mica y ya tiene una estrategia de conciliaci¨®n de supervivencia para septiembre, cuando la piel de la nueva normalidad revele otro modelo de CoronaTerminator que atacar¨¢ con un rebrote.
Como Sarah, podemos entrenar a nuestros hijos para que no bajen la guardia. El ¨²nico problema es que ellos no piensan en el futuro sino en la piscina, el helado y el parque, en divertirse, vaya, que para algo son ni?os. Y es dif¨ªcil encontrar el equilibrio entre la protecci¨®n y la obsesi¨®n. (Porque Sarah nunca disfruta, nunca se relaja, y el pobre John Connor liderar¨¢ a la perfecci¨®n la lucha contra las m¨¢quinas pero tuvo una infancia de mierda y tampoco queremos eso.)
Terminator juega tambi¨¦n con reescribir el futuro por oscuro que sea. Pero con sacrificios y planificaciones, no mirando hacia otro lado para que alguien nos lo solucione. Cuando esta semana se han hecho p¨²blicos los calendarios escolares del pr¨®ximo curso ya ni los he apuntado en la agenda. ?Para tachar las fechas dentro de nada?
Mi amigo Toni Mata conf¨ªa en la baja transmisibilidad entre ni?os y en la vacuna de Oxford. Yo s¨®lo s¨¦ que en seis semanas empieza el curso y que los profesores que conozco est¨¢n prepar¨¢ndolo de manera virtual y temen el cierre de centros en la primera semana.
Se sienten ignorados y abandonados por los pol¨ªticos, tan ocupados cerrando cines y teatros para protegernos que a¨²n no han tenido tiempo de pensar en el Destino Oscuro que tenemos a la vuelta de la esquina. ?O es que quiz¨¢ est¨¢n disfrutando de las terracitas y les invitan a demasiados chupitos en agradecimiento?
La ¨²ltima ense?anza de la saga es que nuestros hijos sobrevivir¨¢n, aunque les toque un mundo en ruinas. Pero mejor se lo evitamos.
Seamos la resistencia y protejamos a nuestros ni?os, empu?emos nuestras mascarillas y recarguemos nuestros geles, porque Sarah Connor necesita ayuda y la humanidad merece ver unas cuantas entregas m¨¢s de Terminator.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.