Las vajillas para los ¡®estrella¡¯ se elaboran en Alcoy

Cuando a Jos¨¦ Pi?ero (Alcoy, Alicante, 1971) le preguntan a qu¨¦ se dedica, ¨¦l responde que es ¡°fabricante de ideas¡±. Puede que su nombre no sea conocido, ni siquiera en el mundillo gastron¨®mico, pero su sello se encuentra en un buen n¨²mero de los mejores restaurantes de Espa?a. Chefs como Dabiz Mu?oz, Quique Dacosta, Dani Garc¨ªa y los hermanos Albert y Ferran Adri¨¤ conf¨ªan en su creatividad y t¨¦cnica para decorar sus restaurantes.

Mientras el resto de ni?os jugaban al f¨²tbol despu¨¦s de clase, Pi?ero siempre estuvo obsesionado con dibujar. Combinaba su trabajo de dependiente en una tienda de discos con la pintura de murales en bares y pubs. Como a los propietarios les gustaban sus creaciones, comenzaron a encargarle elementos de decoraci¨®n: ¡°Pir¨¢mides egipcias, monjes¡­ Poco a poco empec¨¦ a comprar material de carpinter¨ªa. Aprend¨ª a esculpir bloques de corcho de forma autodidacta y abr¨ª un local de 40 metros cuadrados¡±.

Hace cinco a?os su vida cambi¨® gracias a unos caracoles de cer¨¢mica que se han convertido en una ense?a de su firma. ¡°Un amigo m¨ªo tiene una empresa dedicada a hacer manteler¨ªa para la hosteler¨ªa de alta gama y me pidi¨® que creara unos caracoles personalizados para regalar a sus clientes¡±, explica. Estas piezas de cer¨¢mica terminaron llegando a manos de Albert Adri¨¤ y el trabajo del alicantino despert¨® la curiosidad del cocinero. ¡°Mientras le contaba lo que hac¨ªa se le iba iluminando la cara, y me dijo: ¡®T¨² eres la persona que llevo tiempo buscando para hacer realidad las vajillas que tengo en mente¡±, rememora Pi?ero. Tras visitar el taller del alicantino, el chef no dud¨® en confiarle la decoraci¨®n de uno de sus restaurantes, el Heart Ibiza, donde trabaj¨® con el director art¨ªstico del Circo del Sol.

¡°He tenido la suerte de arrancar con los grandes¡±, reconoce. Tambi¨¦n de contar con su generosidad. Los Adri¨¤ explicaban a todo el que preguntaba qui¨¦n estaba detr¨¢s de aquellas obras. Desde entonces, cabezas de elefantes, frutas gigantes o globos aerost¨¢ticos hechos de resina han salido de su taller, que ahora ocupa cinco naves industriales. All¨ª es donde ?surge la magia. Y donde se desarrolla todo el proceso de creaci¨®n de las piezas.

Cuenta con carpinter¨ªa, un taller de metal, una zona de pintura y hasta maquinaria de impresi¨®n en 3D. Con el negocio asentado, m¨¢s de 40 personas trabajan hoy en esas enormes instalaciones. Eso s¨ª, Pi?ero asegura que ¡°el proceso creativo¡± contin¨²a dependiendo de ¨¦l ¡°al 100%¡±.

El modus operandi del dise?ador parte de un boceto hecho a mano con l¨¢pices de madera, que luego env¨ªa v¨ªa m¨®vil a sus clientes ¡ªpara quienes trabaja bajo demanda¡ª antes de comenzar a fabricar los moldes. A cada pieza se le dedica tiempo y mimo, porque su trabajo abarca acabados de pintura a mano y el uso de t¨¦cnicas artesanales. Pero si algo ha sido clave en su ¨¦xito es ¡ªseg¨²n asegura¡ª ese punto de locura que pone a todo lo que hace. ¡°Recuerdo un d¨ªa de Reyes cuando Dabiz Mu?oz me pregunt¨® si pod¨ªa hacerle un encargo con urgencia y me fui r¨¢pidamente al taller a ponerme en marcha. Esos momentos y esos sacrificios son los que determinan el futuro del negocio¡±, afirma.

Plasmar la personalidad de cada chef y lograr sorprender al comensal son los principales objetivos de este creador. Encontrar el equilibrio entre el pragmatismo y la est¨¦tica es a veces misi¨®n imposible. ¡°Lo que te dice la l¨®gica es que un plato ha de pesar poco, ser apilable, caber en un lavavajillas. Y aqu¨ª nos saltamos todas las normas. Al final, nuestras piezas son esculturas. Hacen una doble funci¨®n¡±, aclara.

Pi?eiro se ha convertido en el aliado de los mejores chefs del pa¨ªs gracias a su valent¨ªa para encarar retos como el peculiar globo terr¨¢queo en el que sirven los aperitivos en El Celler de Can Roca. ¡°Esta pieza lleva un mecanismo que funciona como un cript¨®grafo. El comensal debe acertar el origen de cada ingrediente para que se abra la esfera y conseguir un aperitivo extra¡±, explica el alcoyano, que asegura no haberse negado a ninguna propuesta por dif¨ªcil o estrafalaria que fuera.

Sus colaboraciones se extienden ahora fuera de Espa?a. Gracias a la publicaci¨®n de sus obras en redes sociales, algunas de sus piezas han llegado hasta China.

¡°Mi intenci¨®n era ser dise?ador gr¨¢fico, pero decorar restaurantes ha acabado siendo mi negocio¡±, confiesa. La pasi¨®n por el dibujo se la inculc¨® uno de sus ocho hermanos: Antonio. ¡°Por las ma?anas trabajaba y de noche, mientras yo dorm¨ªa, se dedicaba a dibujar en mi habitaci¨®n. Se lo debo todo¡±.