Jos¨¦ Miguel Pi?ero, la era de Instagram y las fantas¨ªas locas de grandes cocineros
Un artesano creativo que trabaja en secreto para la alta cocina
Aunque desde hace tiempo me he ido encontrando con los cacharros de Pi?ero desperdigados por distintos restaurantes, nadie hasta ahora me hab¨ªa proporcionado una sola pista sobre su verdadera procedencia. Me refiero a platos que no lo son y a piezas de dise?o sobre las que se presentan recetas que quieren ser originales. Vajillas experimentales perfectas para ser fotografiadas y aireadas en Instagram y otras redes sociales.
El pasado viernes, mediado el men¨² del que and¨¢bamos disfrutando en L?Escaleta el gran cocinero Kiko Moya nos present¨® en la mesa un plato gigante con la forma de una margarita. En su interior un sabay¨®n de azafr¨¢n delicioso.
?D¨®nde has conseguido esta cosa que parece sacada de una falla? En Alcoy, aqu¨ª cerca, en el taller de Pi?ero, lo conoce toda la profesi¨®n, trabaja para los hermanos Adri¨¤, David Mu?oz, Joan Roca, Quique Dacosta, Dani Garc¨ªa, Alberto Chicote, Paco Roncero, Ram¨®n Freixa, Mario Sandoval, Ricard Camarena, Carles Abell¨¢n, Rafa Zafra y los hermanos Iglesias, entre otros. Dise?a, crea y hace soportes seg¨²n las necesidades de cada uno, todos le encargamos cosas.
Mediada la ma?ana del d¨ªa siguiente nos present¨¢bamos en El Taller de Pi?ero a las afueras de Alcoy, un lugar raro compuesto por naves gigantes, cuyas puertas nos abri¨® a pesar de ser s¨¢bado. A la entrada un r¨®tulo que acab¨® por desconcertarnos: Se venden caracoles Nuestro asombro sigui¨® en aumento cuando Pi?ero nos pas¨® a su taller creativo, lugar de est¨¦tica abigarrada propio de un decorado de pel¨ªcula, habitaci¨®n que denomina la f¨¢brica de ideas. Al paso, derecha e izquierda, decenas de cachivaches que yo recordaba.
?A qu¨¦ te dedicas? Decoramos espacios tem¨¢ticos, bares y locales a gran escala para el mundo de la gran hosteler¨ªa. Nuestra vinculaci¨®n con la alta cocina es reciente, fruto de la casualidad y de la suerte.
?Vendes caracoles? En absoluto. Son un s¨ªmbolo de mi casa, mi nexo de conexi¨®n con la gastronom¨ªa. Hace tiempo vi un cartel en una carretera -- Vendo caracoles--, que se me qued¨® grabado. Un amigo que distribuye manteler¨ªas empez¨® a regalar caracoles a los chefs a modo de cortes¨ªa. Pronto le copi¨¦ e hice lo mismo. Comenec¨¦ visitando a Pepe Rodr¨ªguez Rey en El Boh¨ªo, a Ram¨®n Freixa y a Albert Adri¨¤ para ofrecerles mis servicios como interiorista de espacios. Cuando Adri¨¤ vio mis caracoles me contest¨®: ¡°Qu¨¦ chulo ?d¨®nde los hac¨¦is? Eres justo la persona que busco para la vajilla loca que tengo en mente¡±.
Albert necesitaba cosas diferentes. Vino a verme y me encarg¨® la Dol?a, zona dulce de Tickets, que contiene mil y pico piezas de frutas. Hicimos tambi¨¦n las mesas, las sillas y la barra. Yo no sab¨ªa c¨®mo se hacen las vajillas, no soy alfarero, tampoco s¨¦ soplar vidrio, pero aprend¨ª y lo hicimos.
Entraste por la puerta grande en la alta cocina Cierto. Albert me llam¨® despu¨¦s para decirme que ten¨ªa un proyecto loco en Ibiza, el famoso Heart. Se present¨® con el director del Circo del Sol y concebimos algunas de las piezas que conoces tras una tormenta de ideas. En la segunda temporada de Heart, el propio Ferran Adri¨¢ empez¨® a tomar las riendas, estuvo aqu¨ª un fin de semana y se march¨® fascinado. Tambi¨¦n se present¨® David Mu?oz con Cristina Pedroches. Le hice las primeras piezas y me escribi¨® un 6 de enero d¨¢ndome la conformidad para el evento que ten¨ªa a 4 manos con Gran Achat en el hotel Eurobuilding. Me dijo que yo estaba tan loco como ¨¦l y que se sent¨ªa feliz de lo que hab¨ªamos logrado.
Te abriste camino enseguida Tuve mucha suerte al conectarme con el v¨¦rtice de la pir¨¢mide. A partir de ese momento me empezaron a llamar cocineros de todas partes, hoy tengo una cartera de clientes impresionante. Reconozco que antes no sab¨ªa nada de gastronom¨ªa.
?C¨®mo dise?as tus piezas? La parte creativa me la trago entera, a medias con los cocineros. Lo normal es que nos sentemos en esta mesa m¨¢gica de la que brotan cosas geniales. Se junta la locura de los chefs con m¨ª paranoia. Siempre partimos de las mismas preguntas, qu¨¦ necesitan y c¨®mo podemos interpretar cada idea. Perge?o bocetos, avanzamos, retrocedemos y logramos formas bonitas. Algunos me dicen que parecen extra¨ªdas de ninots de fallas.
?Piezas curiosas? Quique Dacosta ten¨ªa un plato que se llamaba pez lim¨®n que lo serv¨ªan en un lim¨®n. Le coment¨¦ que pod¨ªa hacer una mutaci¨®n y le hice un dibujito que se ha convertido en una pieza ic¨®nica de su restaurante. Carles Abell¨¢n necesitaba un soporte grande para que picara todo el mundo en la barra. Se nos ocurri¨® crear una pinza de bogavante con rejilla para el hielo y le pusimos una goma como en las marisquer¨ªas. El globito aerost¨¢tico que ves lo hicimos para Paco Roncero, el huevo y el tap¨®n de corcho gigantes para el nuevo Coque.
No solo haces vajillas Los chefs me conocen por las vajillas pero cuando vienen me encargan de todo. A Dani Garc¨ªa le hemos hecho las patas de pulpo gigantes que tiene en BiBo y tambi¨¦n la cola de ballena. Adem¨¢s, todos los a?os me encarga el cotill¨®n para Bibo
?Te atreves con todo? Eso dicen los cocineros y por eso conf¨ªan en mi capacidad para lograr piezas ¨²nicas. He asumido un reto tan importante que a veces me da v¨¦rtigo. Lo que sucede es que me apasiona. S¨ªgueme enTwitter: @JCCapel
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