Mario Casas: la historia que esconden (y las reacciones que provocan) cada uno de sus tatuajes
En este v¨ªdeo, el actor comenta algunos de ellos, desde los que le averg¨¹enzan hasta los que despiertan cachondeo entre sus amigos o los que son demasiado privados para mostrarlos
Cada pel¨ªcula que Mario Casas rueda le deja una huella f¨ªsica, mental o espiritual. ?l mismo as¨ª lo confes¨® con una sinceridad sorprendente en la entrevista de portada que concedi¨® para Icon este mes. Pero aparte de esas heridas de guerra invisibles a simple vista, el actor tiene el fetiche de tatuarse un s¨ªmbolo por cada personaje que interpreta.
En este v¨ªdeo Casas comenta algunos de ellos, desde los que le provocan verg¨¹enza (un tribal que se hizo de adolescente, porque cualquiera que haya nacido en los 80 debe vivir para arrepentirse de un tribal) hasta los que despiertan cachondeo entre sus amigos (el de Instinto) o los que son demasiado privados para mostrarlos (el que se hizo por Palmeras en la nieve, durante cuyo rodaje inici¨® una relaci¨®n con su compa?era de reparto Berta V¨¢zquez). El actor no tuvo reparos en hacernos una visita guiada por sus tatuajes con la misma disponibilidad con la que pos¨® para el fot¨®grafo todo el tiempo que hizo falta, se preocup¨® porque todo el mundo estuviese a gusto durante el reportaje y respondi¨® a cada pregunta esforz¨¢ndose por aportar un discurso con sustancia.
Mario Casas ha ido forj¨¢ndose una carrera compleja y arriesgada y estos tatuajes dejan claro hasta qu¨¦ punto se siente orgulloso de ella. Su objetivo es envejecer con el cuerpo entero lleno de recuerdos y, de momento, el ¨²ltimo es una silla de ruedas en honor a su siniestro personaje de El practicante (de pr¨®ximo estreno en Netflix). La otra cosa que m¨¢s le importa, su familia, tambi¨¦n aparece conmemorada en su hombro con una carita sonriente. Porque por mucho que sus personajes se caractericen por sufrir, por hacer sufrir a los dem¨¢s y por someter a su cuerpo a agon¨ªas f¨ªsicas, cuando acaba el rodaje Mario Casas tiene motivos de sobra para sonre¨ªr.
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