¡°Es un delito de odio¡±: Eugenio Merino hace rodar las cabezas de los presidentes Trump, Bolsonaro y Putin
En menos de 24 horas, el v¨ªdeo del artista conocido por el pol¨¦mico ninot del rey en Arco se ha convertido en esc¨¢ndalo nacional en Brasil, donde se le acusa de violencia contra el presidente
Una chica camina hasta el centro del estanque de la explanada frente al Capitolio de Washington. Se para. Mete las manos en el agua. Saca del fondo una bolsa de basura con un bulto en su interior. De ella sale la cabeza de Vladimir Putin. La coloca en el suelo. Y comienza una pachanga sin reglas donde todo el juego consiste en pasarse la testa de silicona del presidente ruso.
Desde Mosc¨² nadie se ha pronunciado todav¨ªa sobre este v¨ªdeo que circula desde ayer por las redes y que fue grabado en la capital estadounidense por el peligro que supon¨ªa hacerlo en Rusia. S¨ª lo ha hecho el hijo del presidente brasile?o Eduardo Bolsonaro sobre otro similar rodado en Sao Paulo en el que aparece la cabeza de su padre. ¡°Simplemente cambie los personajes y observe c¨®mo sucede la magia¡±, ha escrito en Twitter para criticar a la red social por su supuesto doble rasero en su aplicaci¨®n de la censura. Televisiones brasile?as afines al presidente y sus seguidores en las redes han acusado a Merino de delito de odio y,?en menos de 24 horas, el v¨ªdeo se ha convertido en un esc¨¢ndalo nacional.
Lo que probablemente desconoce el v¨¢stago de Jair Bolsonaro es que el autor de esas cabezas convertidas en pelotas de f¨²tbol es el artista espa?ol Eugenio Merino (Madrid, 1975). El mismo que meti¨® a Franco en una nevera busc¨¢ndose un pleito con la Fundaci¨®n Francisco Franco, instal¨® los cuerpos yacientes de Pablo Picasso y Andy Warhol, y la lio hace dos ediciones en Arco con un ninot de cuatro metros y medio del rey Felipe VI junto a otro provocador del arte contempor¨¢neo espa?ol, Santiago Sierra.
¡°La pieza ha quedado muy pertinente. Habla de qui¨¦nes son estos personajes, pero con su gesti¨®n de la pandemia ha quedado mucho m¨¢s claro¡±, comenta Merino por tel¨¦fono. El tercer protagonista de la serie que ha denominado Freedom Kick es, c¨®mo no, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuya cabeza ya mand¨® en una caja de cart¨®n a la galer¨ªa Unix de Nueva York poco despu¨¦s de que ganara las elecciones. En este caso, la cabellera del inquilino de la Casa Blanca se estrella contra el muro que separa EE.UU. de M¨¦xico con un efecto despeinado que ¨Csospechamos¨C no ser¨ªa de su agrado.
Los tres v¨ªdeos forman parte de su primera colaboraci¨®n con el colectivo de artistas estadounidenses Indecline, encargados de lanzarlos por las redes sociales. Se trata de una especie de Anonymous del arte fundado en 2001 y compuesto de grafiteros, cineastas y fot¨®grafos que practican el activismo con intervenciones callejeras contra las injusticias sociales, ecol¨®gicas y econ¨®micas de gobiernos y corporaciones.
¡°Trabajamos en la misma l¨ªnea de jugar con el l¨ªmite de lo simb¨®lico y lo real en diferentes contextos¡±, cuenta Merino. Se conocieron en septiembre de 2019 en la exposici¨®n The Ends of Freedom, organizada por el museo Halle14 de Leipzig (Alemania), a la que el espa?ol llev¨® a su Punching Putin, la cabeza del presidente ruso con la que se puede boxear, y los estadounidenses, a uno de sus Trump desnudos que instalaron en 2016 en cinco ciudades de Estados Unidos.
All¨ª mismo decidieron colaborar y tomar el f¨²tbol como escenario. ¡°Es un juego muy simb¨®lico. Surgi¨® como un entretenimiento y ahora se ha convertido en otro gigante del capitalismo¡±, dice Merino.
Para ponerle contexto al proyecto contaron con la colaboraci¨®n de Peter y David Kennedy, autores de varios ensayos sobre la comercializaci¨®n del f¨²tbol y su influencia en la pol¨ªtica. Los autores recuerdan en su tesis que muchos de los vecindarios de clase trabajadora que fueron la base para convertir el f¨²tbol en un pasatiempo global son ahora los escenarios donde los populistas buscan preservar su hegemon¨ªa con mensajes identitarios.
Los jugadores que se pasan las cabezas de los tres l¨ªderes mundiales en unos partidos donde no hay dos equipos definidos ¨Cen contra de lo que los populistas quieren imponer¨C son trabajadores de una f¨¢brica de Tijuana, sus hijos, y varios activistas LGTBI. ¡°La parte de la sociedad que m¨¢s ha sufrido con el resurgimiento de estos personajes¡±, explica Merino.
El reto t¨¦cnico para ¨¦l fue rebajar el peso habitual de sus cabezas humanas de silicona de siete kilos a unos dos y medio para que pudieran botar, pero al mismo tiempo que tuvieran el peso necesario, superior al de un bal¨®n ligero, para que no perdiera la sensaci¨®n de realidad. Los v¨ªdeos se podr¨¢n ver en noviembre en una exposici¨®n comisariada por Fernando Castro Fl¨®rez en la Sala Am¨®s Salvador de Logro?o.
El proyecto no acaba ah¨ª. Los siguientes ser¨¢n el primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orban, y el brit¨¢nico, Boris Johnson.
Antes de colgar, le preguntamos sobre los planes del Gobierno de coalici¨®n PSOE-Unidas Podemos de ilegalizar la Fundaci¨®n Francisco Franco, a la que gan¨® un pleito de m¨¢s de cuatro a?os. ¡°Era de caj¨®n que sucediera", sentencia.
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