¡°Nuestra mente rellena lo que no vemos¡±: por qu¨¦ parecemos m¨¢s guapos con mascarilla

Ahora que tu pareja no nos escucha (y si no la tienes, con m¨¢s raz¨®n), confiesa: ?cu¨¢ntos crushes callejeros y pasajeros has tenido desde que empez¨® la pandemia?¡­ ?Qu¨¦ ojazos tiene ese camarero! ?Qu¨¦ mirada la de esa chica del metro! De repente, el mundo est¨¢ lleno de clones de Angelina Jolie y Brad Pitt¡­, solo que parapetados detr¨¢s de una antiest¨¦tica mascarilla. Una cosa parece estar unida a la otra: la gente con tres cuartos de cara tapada nos resulta m¨¢s guapa.

Repite este silogismo: si de un tiempo a esta parte crees que la gente es m¨¢s guapa y ¨²ltimamente la gente lleva mascarilla¡­, la gente te parece m¨¢s guapa porque lleva mascarilla. Esta es una verdad como un templo, una percepci¨®n que todos, con mayor o menor asiduidad/intensidad, hemos experimentado alguna vez desde que salimos de casa embozados (se?ores y se?oras que ponen notas al pie de los art¨ªculos: no me lo nieguen).

¡°Con mascarilla, lo que hace la mente es rellenar el hueco que no ve. La mente siempre rellena: necesitamos darle un sentido a las im¨¢genes; si no nos lo dan, lo rellenamos. Y en lo que tiene que ver con la percepci¨®n de las personas, entran las leyes de la Gestalt¡± Elena Dapr¨¢, portavoz del Colegio Oficial de Psic¨®logos de Madrid

Pero es que, adem¨¢s, lo refrenda la ciencia. Investigadores de la Universidad de Pensilvania (EE UU) han puesto a 500 personas a evaluar el atractivo de una serie de cong¨¦neres en fotos con y sin m¨¢scara. ¡°Los rostros cubiertos con mascarillas quir¨²rgicas pueden ser juzgados como m¨¢s atractivos que aquellos que no lo est¨¢n¡±, han concluido en su estudio, publicado este agosto bajo el jocoso t¨ªtulo de Beauty and the mask. El documento incluye algunas de las fotos evaluadas; en el caso de una chica, la opini¨®n sobre su guapura mejor¨® un 71% cuando se la mostr¨® con mascarilla.

Elena Dapr¨¢, que es psic¨®loga, dice ¡°doy fe de que es verdad¡±, y cuenta a Icon que una paciente (ejem) qued¨® obnubilada el otro d¨ªa por un muchacho ¡°de ojos azules y verdes¡± que eran ¡°preciosos¡±; pens¨® ¡°caray, qu¨¦ guapo¡±, pero cuando el chico se desprendi¨® de su bozal ella recapacit¨®: ¡°Uuuuy¡­, me he confundido¡±. Las miradas se cruzan en estos d¨ªas como campos de l¨¢ser en las pel¨ªculas de robos a museos.

Probado que esto ocurre, se impone analizar el porqu¨¦. El estudio de Pensilvania no es especialmente pr¨®digo sugiriendo explicaciones (se centra en certificar los hechos), pero, aun as¨ª, esboza una. Est¨¢ demostrado que el par¨¢metro que seguimos para tachar de bellez¨®n o adefesio a una persona es la simetr¨ªa facial: los rostros m¨¢s sim¨¦tricos los consideramos m¨¢s hermosos. La mascarilla, al ocultar las posibles asimetr¨ªas (en nariz, boca, ment¨®n), hace que ese rostro nos parezca, por as¨ª decirlo, menos imperfecto de lo que en realidad podr¨ªa ser.

¡°Cuanto m¨¢s sim¨¦tricos son los rasgos, m¨¢s atractivos los encontramos¡±, corrobora la psic¨®loga Elena Dapr¨¢ ¡ªportavoz del Colegio Oficial de Psic¨®logos de Madrid¡ª, que sabe mucho de este tema porque, adem¨¢s, es fot¨®grafa y especialista en marketing e imagen. ¡°Con mascarilla, lo que hace la mente es rellenar el hueco que no ve. La mente siempre rellena: necesitamos darle un sentido a las im¨¢genes; si no nos lo dan, lo rellenamos. En lo que tiene que ver con la percepci¨®n de las personas, entran las leyes de la Gestalt¡±.

¡°El lenguaje no verbal vinculado al ¨¢rea ocular es mucho m¨¢s involuntario. Los ojos no enga?an. Aunque no veamos la boca, si esa persona est¨¢ articulando una sonrisa de Duchenne (producto de una emoci¨®n espont¨¢nea y genuina), solo por su mirada sabremos que es una sonrisa abierta y franca¡± Elena Dapr¨¢, portavoz del Colegio Oficial de Psic¨®logos de Madrid

La Gestalt (¡°forma¡± en alem¨¢n) es esa rama de la Psicolog¨ªa que se ilustra con curiosos efectos ¨®pticos de cosas que no son pero parecen ser, y plantea que la percepci¨®n humana est¨¢ organizada: ¡°No percibimos elementos independientes unos de otros, sino m¨¢s bien interelacionados, en conexi¨®n mutua¡±, como describe un art¨ªculo de la web de la Universitat de Barcelona. Una de sus leyes es la de la buena forma: ¡°Cuando tendemos a rellenar, la mente atribuye la mejor forma posible a esa percepci¨®n¡±, se?ala Elena Dapr¨¢.

Ante una persona enmascarada, rellenamos lo que no vemos con narices, bocas y mentones guays que nos hacen querer mirarla dos veces. ¡°Si yo veo a un chico con los ojos azules y verdes, voy a imaginarme unos dientes bonitos, unos labios carnosos, unos pom¨²los sim¨¦tricos y adecuados, el ment¨®n exactamente igual¡­¡±, a?ade la psic¨®loga. Es lo mismo que ocurre con los cuerpos; suele decirse que una persona a medio vestir resulta m¨¢s sugerente que una desnuda. ¡°El cuerpo cubierto no puedo verlo y lo que estoy haciendo es rellenarlo¡±, indica Dapr¨¢.

El profesor Bence Nanay, de las universidades de Amberes y Cambridge, ha asociado este fen¨®meno al concepto de la terminaci¨®n modal, un mecanismo que se activa r¨¢pidamente en la corteza visual cuando contemplamos una imagen incompleta. Como explica en un art¨ªculo, delante de un desconocido con mascarilla el cerebro ¡°utiliza informaci¨®n gen¨¦rica sobre c¨®mo tienden a verse las regiones de la nariz y la boca. Si bien nunca ha visto la nariz y la boca de esta persona espec¨ªfica sentada frente a usted en el tren, ha visto muchas narices y bocas. Su sistema visual utiliza esa informaci¨®n gen¨¦rica para completar la regi¨®n facial ocluida. Promedia las caras que ha visto y genera una imagen sobre la base de esta informaci¨®n promediada¡±. Es decir: le atribuimos unas facciones en las que prima una agradable mesura.

No podemos dejar a un lado la idea de que las caras con mascarilla solo dejan a la vista los ojos, los cuales, m¨¢s all¨¢ de que sean bonitos o feos, tienen una fuerza expresiva brutal. ¡°De nariz hacia abajo podemos controlar mucho m¨¢s el lenguaje no verbal¡±, dice Dapr¨¢. ¡°El lenguaje no verbal vinculado al ¨¢rea ocular es mucho m¨¢s involuntario. Los ojos no enga?an. Aunque no veamos la boca, si esa persona est¨¢ articulando una sonrisa de Duchenne (producto de una emoci¨®n espont¨¢nea y genuina), solo por su mirada sabremos que es una sonrisa abierta y franca¡±. Si los ojos son el espejo del alma, la mascarilla no nos la tapa.