Estudiar para ser pastora
La Asociaci¨®n Espa?ola contra la Despoblaci¨®n ha puesto en marcha un proyecto para profesionalizar las extensiones agrarias y ganaderas para las mujeres, que son una de cada tres personas que trabajan en ese ¨¢mbito, aunque siguen sin ser las titulares de esas explotaciones
Siete millones de mujeres viven en el entorno rural en Espa?a. Un tercio de quienes trabajan en explotaciones agrarias familiares son mujeres. Ellas son un 37,14% de las subvenciones de la PAC (Pol¨ªtica Agr¨ªcola Com¨²n), seg¨²n cifra el Ministerio de Agricultura. Sin embargo, son los hombres quienes siguen siendo titulares de esas explotaciones casi en su totalidad, ellas aparecen como c¨®nyuges en la casilla de ¡°ayuda familiar¡±. Y en el imaginario social, los que trabajan la tierra y cuidan del ganado siguen siendo tambi¨¦n ellos. En ese mundo, solo hay un espacio en el que las mujeres son mayor¨ªa, el del turismo rural.
Seg¨²n datos del Observatorio del Turismo Rural 2020 ¡ªun proyecto de Escapada Rural en colaboraci¨®n con Vivential Value, CETT y Netquest¡ª el 58% de los propietarios rurales son mujeres y para el 33,4% es su fuente principal de ingresos, superando en seis puntos porcentuales a los hombres que viven exclusivamente de este negocio. Ahora, adem¨¢s, la pandemia ha provocado, al contrario que en el resto del sector tur¨ªstico, que este ¨¢rea recupere terreno. ¡°Y es a partir de ah¨ª que nace Escuela de Pastoras del siglo XXI¡±, cuenta Lidia D¨ªaz, presidenta de la Asociaci¨®n Espa?ola contra la Despoblaci¨®n.
La asociaci¨®n acaba de poner en marcha este proyecto en Cantabria que tendr¨¢ parte online y parte presencial para ¡°generar empleo, promover el emprendimiento, impulsar a la mujer de estas zonas como gestora del territorio, la cultura y las tradiciones, tambi¨¦n para crear un relevo generacional y as¨ª fijar poblaci¨®n¡±, a?ade D¨ªaz. En los ¨²ltimos meses han recibido multitud de consultas de mujeres que quieren mudarse solas o con sus familias a este entorno. ¡°Hay que luchar por darle la vuelta a un sistema patriarcal que en estos lugares est¨¢ m¨¢s arraigado que en otros¡±, dice, y explica que en las ¨²ltimas d¨¦cadas los pueblos ¡°se han masculinizado en gran medida porque las mujeres tienen muchas menos salidas laborales que los hombres y las madres han ido impulsando a las hijas a salir. Ha sido una involuci¨®n¡±.
La escuela
Manejo, necesidades y reproducci¨®n de los animales, c¨®mo aprovechar los pastos de forma sostenible, la gesti¨®n del paisaje, la bioeconom¨ªa y la econom¨ªa circular para dirigirse hacia una mayor sostenibilidad o la administraci¨®n telem¨¢tica ser¨¢n el grueso de conocimientos que d¨¦ esta escuela. Esa formaci¨®n se complementar¨¢ con la experiencia de otras mujeres en cuanto a transformaci¨®n de productos y turismo sostenible con el apoyo de Escapada Rural.
Ana Alonso, la directora de Relaciones Institucionales de ese portal de turismo, ser¨¢ una de ellas: ¡°Esto va en la l¨ªnea de nuestro trabajo en los ¨²ltimos a?os, ayudar a que detr¨¢s de nuestro modelo de negocio haya m¨¢s mujeres¡±. Cuenta Alonso que el turismo rural como principal fuente de ingresos es un ¨¢mbito ¡°con muchas carencias formativas¡±: ¡°Esto es forzar la m¨¢quina tambi¨¦n hacia una profesionalizaci¨®n del sector, ser¨¢ una palanca para esa especializaci¨®n y ser¨¢ con mujeres¡±.
El turismo, entre todas las ramificaciones de negocio en el mundo rural, es el que parte de mejores condiciones para este proyecto. Lo analiza Susana Pacheco, la mujer de la que surgi¨® esta idea, miembro de la Asociaci¨®n Espa?ola contra la Despoblaci¨®n y su representante en Cantabria: ¡°En el resto de ¨¢mbitos la situaci¨®n est¨¢ estancada. La Ley de Titularidad compartida, que entr¨® en vigor hace ocho a?os, deber¨ªa haber tenido una evoluci¨®n notable, pero no ha ocurrido¡±.
Cifra Pacheco en 728 las titularidades compartidas en toda Espa?a: ¡°Solo en explotaciones agrarias, por ejemplo, entre 2017 y 2019, hay algo m¨¢s de un mill¨®n de titularidades, sumemos otros tantas para ganader¨ªa, ese 728 es un porcentaje ¨ªnfimo respecto al total¡±. Repasa adem¨¢s la situaci¨®n por provincias, en las que todav¨ªa, ocho a?os despu¨¦s, no hay ninguna explotaci¨®n en la que figure una mujer, como C¨®rdoba o Gerona: ¡°La que m¨¢s tiene es Le¨®n, 103. En Cantabria hay cuatro, en Murcia una y en ?lava 13, por ejemplo¡±. Como jefas de explotaci¨®n, suponen un 22,63%, seg¨²n datos del Ministero de Agricultura, Pesca y Alimentaci¨®n.
La ley de titularidad
La relaci¨®n de la mujer con la tierra y el ganado es tan hist¨®rica como la del hombre, sin embargo, oficialmente la pertenencia es masculina, tambi¨¦n hist¨®ricamente. ¡°Seguimos estando invisibilizadas aunque por tradici¨®n hayamos cuidado la tierra y los animales, adem¨¢s de la casa y la familia. Vamos a tardar al menos otra generaci¨®n en que esto se equilibre al ritmo que vamos¡±, apunta Lidia D¨ªaz. Para ello, dice, es imprescindible que ¡°sobre el papel¡± ellas est¨¦n.
La titularidad permite ser beneficiaria de ayudas y subvenciones, cotizar a la seguridad social, repartir los rendimientos al 50%, de forma equitativa. Las bases de la ley, cuenta D¨ªaz, son ¡°muy positivas¡±, pero seg¨²n ella algo fall¨®: ¡°Nace con un elemento que frena, y es que la otra parte, el marido o la pareja, tiene que firmar y estar de acuerdo en compartir esa titularidad. Si vives en un sistema patriarcal acusado como puede ser el de muchos pueblos, es dif¨ªcil que el marido entienda que tiene que compartir con la mujer, porque para ¨¦l ya lo est¨¢ haciendo. Habr¨ªa que buscar una forma para que ese acceso de las mujeres a sus derechos no tuviera que estar sometido a la voluntad de ellos¡±.
Este jueves 15 de octubre es el D¨ªa Internacional de las Mujeres Rurales, y, concluye D¨ªaz, ¡°solo se puede frenar la despoblaci¨®n e ir hacia un modelo de desarrollo sostenible cuando las mujeres tengan plena participaci¨®n en la econom¨ªa, e igualitaria, cuando se alcance la igualdad de g¨¦nero¡±.
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