Construyendo un futuro sostenible
Los proyectos de infraestructuras son la mejor forma de conducir los fondos europeos hacia sus objetivos de sostenibilidad y modernizaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola
Aceras a ninguna parte. Es lo que muchos espa?oles piensan cuando se les habla de infraestructuras construidas como respuesta a una crisis econ¨®mica, porque eso fue lo que ocurri¨® cuando, en consecuencia del crash financiero de 2007, el Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero respondi¨® con un r¨ªo de dinero p¨²blico a los Ayuntamientos que, en palabras de Pere Mac¨ªas, presidente de la Fundaci¨® Cercle d'Infraestructures, "se invirti¨® con mayor o menor fortuna, pero sin idea del d¨ªa de ma?ana". Ahora que, rompiendo con todos los tab¨²es, la Uni¨®n Europea ha dado su visto bueno a una gigantesca inyecci¨®n de capital (750.000 millones de euros adicionales) con el doble objetivo de sacar a la econom¨ªa del continente del paro card¨ªaco causado por la pandemia de covid-19 y, a la vez, llevarla en la direcci¨®n de la digitalizaci¨®n y la sostenibilidad que exigen los tiempos, la industria espa?ola de las infraestructuras quiere dejar claro que sus planes no solo saben muy bien a donde van, sino que pueden ponerlo en marcha en cuanto haya la voluntad (y el consenso) pol¨ªtico adecuado. Es para explicar el potencial que tiene el sector para la modernizaci¨®n de la econom¨ªa que se celebr¨® esta semana en Madrid el evento Construyendo un futuro sostenible, organizado por los medios de Prisa Noticias (EL PA?S, Cinco D¨ªas y la cadena SER) y que, en esta edici¨®n, cuenta con el patrocinio de Seopan, Tecniberia y Deloitte.
Porque la Uni¨®n Europea sabe muy bien lo que quiere y, sobre todo, para cu¨¢ndo lo quiere: "El 70% del dinero del Plan de Recuperaci¨®n y Resiliencia deber¨¢ estar comprometido para 2021-2022. El 30% restante, para 2023. Y si no se cumplen los plazos, ese dinero se pierde", explica Enrique Verdeguer, consejero coordinador de Econom¨ªa de la Representaci¨®n Permanente de Espa?a ante la UE. "Los proyectos deben ejecutarse antes de agosto de 2026 y el ¨²ltimo pago ha de realizarse antes de diciembre de ese mismo a?o; los proyectos que sigan para despu¨¦s de esa fecha, deben encontrar otras fuentes de financiaci¨®n".
Una apuesta por la salud
La pandemia de covid-19 ha mostrado las costuras de un sistema sanitario en el que, en muchos casos, el ¨²nico sost¨¦n ha sido una fuerza de trabajo dedicada y comprometida. La Gran Recesi¨®n trajo consigo recortes en el sistema de salud que, en muchos casos, no se han compensado. Y el virus va a dejar su huella en el sistema de salud por muchos a?os. "Es imprescindible marginar de la confrontaci¨®n pol¨ªtica la salud y el dinero", apunta Emilio Ontiveros, presidente y fundador de AFI. Y aunque la inversi¨®n m¨¢s necesaria es en las partes que menos se ven (como la atenci¨®n primaria) es una red que tambi¨¦n necesita de inversiones en infraestructuras. Seg¨²n el informe de Seopan y Tecniberia, Espa?a est¨¢ muy por detr¨¢s (un 36% de capacidad asistencial) del promedio de la OCDE. Igualar la proporci¨®n a tres camas por cada 1.000 habitantes costar¨ªa 21.400 millones de euros,lo que adem¨¢s reducir¨ªa a cero las listas de espera.
"Hist¨®ricamente, en Espa?a la inversi¨®n p¨²blica no ha impulsado el crecimiento econ¨®mico; ha sido al rev¨¦s", explica Pedro Saura, secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. "Por primera vez en much¨ªsimo tiempo, gracias a esos fondos europeos la inversi¨®n va a ser contrac¨ªclica". Y su efecto va a ser considerable: un crecimiento que, en Espa?a, puede oscilar entre el 1,5% adicional del PIB (seg¨²n la previsi¨®n m¨¢s pesimista del Banco de Espa?a) y el 3% m¨¢s optimista de la Comisi¨®n Europea.
No es la panacea
Pero el dinero europeo por si solo no es la panacea. "No nos enga?emos: es un parche", apunta Nacho Hernando, consejero de Fomento de la Junta de Castilla ¡ª La Mancha. "Espa?a ahora mismo est¨¢ en un limbo. Cuando pase el limbo las reglas del d¨¦ficit p¨²blico volver¨¢n", alerta el economista Jos¨¦ Carlos D¨ªaz. "Esto pasar¨¢, y pasar¨¢ pronto: no puede ser una se?al de partida hacia una nueva econom¨ªa del despilfarro", coincide Juan Jos¨¦ Toribio, profesor em¨¦rito del IESE.
Y, como han advertido desde Bruselas una y otra vez, no se trata solo de dinero. "Si realmente queremos que los efectos de este plan no solo nos ayuden a superar la crisis sino que tengamos efectos permanentes, necesitamos reformas estructurales en l¨ªnea con las recomendaciones de la Comisi¨®n para mejorar la productividad y reducir el desempleo estructural", explica Rafael Dom¨¦nech, responsable de an¨¢lisis econ¨®mico de BBVA Research. El centro de estudios de la instituci¨®n bancaria estima que una reducci¨®n del 10% del desempleo estructural (producida por una reforma laboral) provocar¨ªa un aumento del 12% del PIB. Otra reforma imprescindible, seg¨²n el sector, es del principio implementado en 2015 por el entonces Gobierno del Partido Popular que desvinculaba los precios p¨²blicos de la inflaci¨®n, haciendo menos rentables las concesiones p¨²blicas. "Cuando he hablado con empresarios, nadie me ha pedido dinero", apunta Juan Bravo, consejero de Hacienda de la Junta de Andaluc¨ªa. "Nos han pedido agilidad y simplificaci¨®n. Lo podemos corregir, y eso no cuesta".
El 'mel¨®n' del pago por uso
En 2018, cada d¨ªa pasaban por las autov¨ªas A-1 y A-15 en Guip¨²zcoa 80.000 veh¨ªculos, muchos de ellos pesados. La Diputaci¨®n Foral (que tiene las competencias sobre las carreteras de la provincia) necesitaba una forma de compensar los gastos generados por dos autov¨ªas de monta?a muy transitadas. La soluci¨®n fue el llamado AT Sistema, un peaje electr¨®nico para los veh¨ªculos de m¨¢s de 3.500 kilos. En palabras de la diputada foral de Infraestructuras Viarias Aintzane Oiarbide, es una decisi¨®n "estrat¨¦gica" (pendiente de que el Tribunal Supremo decida sobre su legalidad por las reticencias de los transportistas). Ante la necesidad de una movilidad por carretera sostenible, Europa apuesta por el pago por uso, un modelo impopular. "Me gustar¨ªa que no veamos el pago por uso como modelo recaudatorio", considera Juan Alfaro, director de Transportes y Movilidad de Deloitte. "Europa nos est¨¢ diciendo que hay que internalizar los costes medioambientales y de contaminaci¨®n del transporte por carretera. El pago por uso es eso, y, adem¨¢s, genera recursos para el mantenimiento. Pero han de ser finalistas; si no, no va a funcionar".
Aunque, oyendo el debate pol¨ªtico, no lo parezca, el dinero europeo no va a ser distribuido discrecionalmente por las administraciones, sino que debe ir a proyectos concretos. Y a proyectos con un prop¨®sito. "No podemos usar este volumen de recursos en proyectos sin continuidad y que no cambien la capacidad productiva del pa¨ªs", considera Ana de la Cueva, secretaria de Estado de Econom¨ªa y Apoyo a la Empresa. "Estamos ante una gran oportunidad de transformar el patr¨®n de crecimiento", explica el excomisario europeo Joaqu¨ªn Almunia. "Todos estamos de acuerdo que no se puede salir de esta situaci¨®n con las mismas recetas de la crisis anterior", se?ala la ministra de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero.
El mensaje est¨¢ claro: si lo que quiere Bruselas es que se aproveche la oportunidad para sacar adelante planes ya maduros que solo necesitan fondos para prosperar, el sector de las infraestructuras est¨¢ preparado. "No solo es una oportunidad que Espa?a no puede desaprovechar", apunta Nu?ez. "Es tambi¨¦n un reto para el Gobierno, que debe apoyarse en las empresas para disponer de cuanta informaci¨®n precise para asignar los fondos a las prioridades y adaptar los procedimientos legales a las necesidades del plan". ?balos le recogi¨® el guante: "Valoramos mucho su experiencia y su punto de vista", afirm¨®. "Ustedes tienen un papel que jugar en nuestra transformaci¨®n".
Pero, sobre todo, hay que hacerlo con cabeza. "La inversi¨®n en ingenier¨ªa es fundamental para el ¨¦xito de cualquier proyecto", explica Pablo Bueno, presidente de Tecniberia, la patronal de los consultores en ingenier¨ªa. "Y cuando antes sea en el proceso inversor, mejor, por lo que supone en ahorros, en reducci¨®n de incidencias y la verdadera adecuaci¨®n de lo que invertimos en las necesidades de la sociedad". "La evaluaci¨®n expost y exante es crucial", se?ala Dom¨¦nech. Porque hay un factor de credibilidad. "Hay que hacer una se?al al resto del mundo de que Espa?a merece esa apuesta modernizadora y llevar a cabo una agenda de reformas", considera Emilio Ontiveros, fundador y presidente de AFI.
Sin ellos, nada es posible
El sector de las infraestructuras afirma que sin ellos, nada de esto ser¨¢ posible: no solo porque la industria y los servicios verdes requieren de unos fundamentos de mejor calidad de los que existen ahora para desarrollarse en toda su plenitud, sino tambi¨¦n porque ellos mismos crean empleo, y, en muchos casos, empleo de calidad. "Cualquier infraestructura genera dos impactos: econ¨®mico y social", explica Juli¨¢n N¨²?ez, presidente de Seopan, la patronal de las grandes constructoras. "Los proyectos que nosotros consideramos susceptibles de ser financiados por el plan, por valor de 144.000 millones de euros, generar¨ªan m¨¢s de 300.000 empleos directos y un retorno fiscal de 77.000 millones".
Ayuntamientos y regiones piden su sitio en la mesa
La urgencia con la que la Comisi¨®n Europea pide a Espa?a los proyectos para sus planes de reconstrucci¨®n verde choca de frente con una de las necesidades de la gobernanza espa?ola: conciliar las necesidades pol¨ªticas de tres niveles (cuatro en el Pa¨ªs Vasco y las islas) de la administraci¨®n p¨²blica. Gobierno central, comunidades aut¨®nomas, cabildos y consejos insulares, diputaciones forales, ayuntamientos: todos quieren ser la mano que reparte el man¨¢, a pesar de que desde Bruselas se insista en que no es el qui¨¦n, es el qu¨¦. "A la Uni¨®n Europea no le interesa los problemas que tenemos en Espa?a", considera Nacho Hernando, consejero de Fomento de la Junta de Castilla - La Mancha. "Lo que quieren es que les digamos qu¨¦ vamos a hacer y c¨®mo". En todo caso, lo que piden desde los municipios es que los proyectos canalizados a trav¨¦s de los ayuntamientos no se pierdan en un maremoto de papeles. "Todo sucede en las ciudades, y es ah¨ª donde hay que hacer un esfuerzo m¨¢s importante para un futuro sostenible", apunta el alcalde de Vigo y presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias, Abel Caballero. "Son cantidades vertiginosas", dice Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, alcalde de Madrid. "Hace falta establecer mecanismos adecuados de gobernanza". "No solo necesitamos poder utilizar nuestros recursos; tambi¨¦n queremos que los ayuntamientos tengan acceso directo a los fondos europeos", se?ala Caballero.
El pilar principal del plan es la movilidad y la log¨ªstica. "Es la hora de una segunda modernizaci¨®n de nuestras infraestructuras, que de esta vez vendr¨¢ de la mano de Europa", considera ?balos. "Sobre todo, centrada en conservaci¨®n y mantenimiento". De lo que se trata es de mantener y mejorar la red ya existente. "La seguridad vial se implementa desde el origen de la infraestructura", indica Ignacio Hinojosa, director adjunto de Ingenier¨ªa de Ayesa. "Pero a las carreteras hay que conservarlas para que sean seguras para el usuario". Eso implica compensar a?os de descuido. "En uno de cada 10 kil¨®metros de v¨ªa pavimentada, el firme presenta deficiencias en m¨¢s de la mitad de su superficie", apunta N¨²?ez. El d¨¦ficit acumulado, seg¨²n afirm¨® Mac¨ªas, asciende a m¨¢s de 7.500 millones de euros.
Pero no basta: hay que avanzar en la descarbonizaci¨®n del transporte, y aqu¨ª el tren es imprescindible. "Aunque el ferrocarril ha recibido muchas inversiones, a¨²n queda mucho por hacer", se?ala Jes¨²s Planchuelo, director de Infraestructura de Sener. Y si los ingresos en taquilla de las operadoras de transporte colectivo ya eran insuficientes para compensar los gastos, el miedo al contagio ha reducido el n¨²mero de usuarios en trenes y autobuses (a la vez que se ha disparado el uso de otros modos como las bicicletas p¨²blicas) "Todas las empresas de transporte hemos recibido un impacto en nuestra cartera de resultados", se?ala Isabel Pardo de Vera, presidenta de Adif.
Obras para mejorar el medio ambiente
Durante d¨¦cadas, el desarrollo econ¨®mico de Espa?a ha arrinconado la preservaci¨®n ecol¨®gica. Esto, en el siglo XXI y con el cambio clim¨¢tico en ciernes, sencillamente ya no es posible. Espa?a debe partir de muy atr¨¢s en la rectificaci¨®n de a?os de descuido en la gesti¨®n de las aguas residuales, de las basuras y de muchos de sus espacios ambientales. "La irrupci¨®n de la pandemia ha hecho evidente que la salud p¨²blica solo puede edificarse sobre la salud ambiental y que el actual modelo de crecimiento es insostenible", apunta el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Mor¨¢n. "La buena noticia es que la idea de que conservar el planeta no es compatible con el desarrollo cae por su propio peso".
Pero corre prisa: la presi¨®n de Bruselas es implacable. En febrero, Espa?a ya hab¨ªa pagado m¨¢s de 32 millones de euros en multas a la Comisi¨®n Europea por el incumplimiento de la directiva de aguas residuales. "No solo es un problema de salud p¨²blica", apunta Juli¨¢n N¨²?ez, presidente de Seopan. "Espa?a es el tercer pa¨ªs del mundo en ingresos por turismo y esto es un da?o a nuestra imagen". "La protecci¨®n de un recurso como es el agua parece que en alg¨²n sentido se ha abandonado", apunta Rosa Arce, profesora de Ingenier¨ªa de Transporte y Territorio en la UPM. "No solo es imprescindible; en Espa?a, est¨¢ mal repartido en el espacio y en el tiempo".
Los especialistas coinciden en que el pa¨ªs puede tener un sistema hidr¨¢ulico de primera l¨ªnea: la industria espa?ola tiene la experiencia necesaria para hacerlo. "La planificaci¨®n hidrol¨®gica es excelente", apunta Miguel Mondr¨ªa, director t¨¦cnico de Typsa. "Es una prioridad invertir en el sector del agua para alinearnos en los ejes de la econom¨ªa circular". En el caso del agua, adem¨¢s, est¨¢ el factor de que el cambio clim¨¢tico traer¨¢ consigo m¨¢s inundaciones (de las que Espa?a tiene una larga historia de cat¨¢strofes). Sea a trav¨¦s de m¨¢s infraestructuras h¨ªdricas o a trav¨¦s de la renaturalizaci¨®n de los entornos, hay trabajo que hacer y hay que hacerlo ya. Para Seopan y Tecniberia, una inversi¨®n ligeramente superior a 27.000 millones de euros supondr¨ªa un beneficio social de algo m¨¢s de 3.200 millones al a?o.
Pero 27.000 millones de euros no salen de la nada, y es ah¨ª donde entra el complicado rompecabezas del sector espa?ol del agua, donde entran confederaciones hidrogr¨¢ficas, ayuntamientos y un sinf¨ªn de entidades, cuya atomizaci¨®n hace muy dif¨ªcil no solo la inversi¨®n, sino cualquier clase de actuaci¨®n coordinada y ¨¢gil. "Y aqu¨ª hay que actuar con rapidez", apunta Arce.
Es la oportunidad del sector privado y de las concesiones. "La colaboraci¨®n p¨²blico privada ha de ser un principio director", apunta Javier Parada, socio responsable mundial de Ingenier¨ªa y Construcci¨®n de Deloitte. "El objetivo es obtener cuatro euros de financiaci¨®n privada por cada euro de financiaci¨®n p¨²blica". Jos¨¦ Manuel Vassallo, catedr¨¢tico del departamento de Ingenier¨ªa, Transporte, Territorio y Urbanismo de la UPM, apunta que los cr¨ªticos del modelo concesional se quedan solo en los costes financieros cuando hay mucho m¨¢s que eso. "Se critica sobre la base de que es m¨¢s caro que el modelo tradicional", considera. "Parte de que los gastos p¨²blicos no tienen coste de oportunidad, que las empresas concesionarias no tienen un retorno fiscal y que es lo mismo pagar ahora que ir pagando a lo largo del tiempo".
Los visitantes tambi¨¦n exigen cada vez m¨¢s un medio ambiente bien cuidado, y es algo que tiene en cuenta el Ejecutivo espa?ol en su plan para la econom¨ªa sostenible, tal y como enumera el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Mor¨¢n. "Preservaci¨®n de incendios forestales, restauraci¨®n de humedales, rehabilitaci¨®n de 3.000 kil¨®metros de r¨ªos, restauraci¨®n de 20 acu¨ªferos y tratamiento de los 200 kil¨®metros de litoral m¨¢s degradados, con especial atenci¨®n a lugares como el delta del Ebro o el Mar Menor". Otro de los problemas medioambientales serios de Espa?a es el tratamiento de basuras o, m¨¢s bien, de su falta. "No podemos estar metiendo 12 millones de toneladas de residuos al a?o en el suelo, el doble de la media europea, cuando en pa¨ªses como Alemania hasta est¨¢ prohibido".
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