Los tiburones han matado ya a siete personas en 2020 en Australia, la cifra m¨¢s alta en 86 a?os

Son m¨²ltiples los ataques, pero las muertes por tibur¨®n en Australia son una rareza. "La media a largo plazo es de solo una por a?o", apunta un profesor de Ciencias Biol¨®gicas de la Universidad Macquarie en S¨ªdney, Culum Brown. Este 2020 tambi¨¦n est¨¢ siendo un a?o negro en la estad¨ªstica de fallecimientos causados por los escualos: siete personas han perdido la vida en las costas australianas por esta causa en lo que va de a?o. No hab¨ªa habido tantas desde 1934, cuando se contaron tambi¨¦n siete. Hay que remontarse a 1929 para encontrar un registro m¨¢s mort¨ªfero: aquel a?o los tiburones se cobraron nueve vidas.

La cifra de 2020, cuando a¨²n faltan 74 d¨ªas para el nuevo a?o, contrasta con la bondad de 2019, donde, de enero a diciembre, no se registr¨® ninguna muerte.??Una organizaci¨®n conservacionista recopila los datos de ataques de estos escualos, mortales o no, desde 1984, y compila investigaciones de fechas anteriores para completar su fondo documental.?

La ¨²ltima v¨ªctima fue un surfero de 52 a?os en Australia Occidental, a principios de este mes. Como recoge CNN, las autoridades mandaron embarcaciones a la zona donde desapareci¨®, y drones para sobrevolarla. Pero lo ¨²nico que encontraron fue su tabla; el cuerpo no ha aparecido.

El n¨²mero de ataques de tiburones de este a?o, 21, no destaca especialmente con los 23 de 2019, o los 27 de 2018, o los 18 de 2017, pero s¨ª el de muertes. En 2019, no muri¨® nadie. En 2018, solo muri¨® una persona en todo el a?o, igual que hab¨ªa ocurrido un a?o antes. S¨ª con 2015, cuando hubo 32 ataques, aunque el balance de muertos fue solo de dos personas.

Un estudio de 2019?de la Universidad Macquarie que cita BBC?compar¨® datos recogidos del comportamiento de los animales durante m¨¢s de un siglo con los registros de temperatura y lluvias, y encontraron cierta relaci¨®n entre el tiempo y los ataques en algunos puntos de la geograf¨ªa. En la parte norte?a del Estado de Nueva Gales del Sur, donde han muerto dos personas en los ¨²ltimos meses, parece que el riesgo aumenta cuando caen grandes precipitaciones. La lluvia arrastra nutrientes a la costa, que atraen a peces y focas, presas de los tiburones, unos animales cuyo comportamiento sigue siendo misterioso.