Un agujero espa?ol en Dub¨¢i
El nuevo edificio p¨®stumo de Zaha Hadid es un hotel culminado por el estudio de la arquitecta angloiraqu¨ª en el golfo P¨¦rsico para la cadena Meli¨¢. Un proyecto contradictorio hecho de contrastes, audacia e irracionalidad
En el centro de Dub¨¢i, a pocos metros del Burj Khalifa ¡ªel rascacielos m¨¢s alto del mundo¡ª, Opus, el nuevo edificio p¨®stumo de Zaha Hadid, es un icono hueco, un inmueble que hace del vac¨ªo su principal aportaci¨®n. Sus autores hablan de un equilibrio entre contrarios: vac¨ªo-lleno, opaco-transparente e incluso el b¨¢sico interior-exterior. Sin embargo, cuando la desaparecida arquitecta anglo-iraqu¨ª present¨® la maqueta en 2007 lo hizo utilizando otros t¨¦rminos. Ella habl¨® de dos torres unidas en su base y en su cima para formar un cubo. El agujero es el hueco donde las torres no est¨¢n unidas. Hadid habl¨® de erosi¨®n ¡ªlas curvas del agujero que rompen la rigidez de un cubo¡ª y de pragmatismo ¡ªla separaci¨®n de usos y el control de seguridad entre ambas torres conectadas por cuatro plantas en la base y por tres en las alturas (a 71 metros del suelo)¡ª. Desvelando el misterio del vac¨ªo central, Hadid pudo buscar que lo irracional ¡ªun edificio agujereado¡ª pudiera ser visto como audaz.
Con todo, una vez visto el agujero y entendido su uso funcional ¡ªcomo una especie de patio¡ª est¨¢ claro que, m¨¢s all¨¢ del impacto formal, la mayor sorpresa del edificio es, efectivamente, el contraste: la precisi¨®n perimetral del cubo choca con las curvas que dibuja el agujero. Ese di¨¢logo de opuestos se subraya con el muro cortina que envuelve a ambos: vac¨ªo y edificio y que, tal vez, llega a distraer de una pregunta anterior y m¨¢s b¨¢sica: la oportunidad de construir en el desierto con muro cortina. Es cierto que la doble fachada de vidrio del edificio busca rebajar el azote del sol con un cierto aislamiento e incluso con una capa de protecci¨®n solar y con el efecto espejo que tanto contribuy¨® a la difusi¨®n de un tipo de arquitectura corporativa en las ciudades estadounidenses. Pero tambi¨¦n lo es que el hecho de tener que proteger tanto del sol el propio material podr¨ªa haberles llevado a pensar que el muro cortina no es la mejor soluci¨®n para la fachada del edificio ¡ªes decir funciona dando la cara, pero falla a la hora de proteger a sus usuarios¡ª. Queda por lo tanto claro cu¨¢l era el objetivo de los arquitectos: levantar un edificio vistoso ¡ªic¨®nico¡ª por encima de un edificio l¨®gico desde el punto de vista energ¨¦tico. Que tampoco atienda a la l¨®gica cultural ¡ªel genius loci¡ª es, fundamentalmente, una decisi¨®n econ¨®mica: la construcci¨®n de Dub¨¢i no ha pretendido nunca levantar una capital en el desierto, sino una ciudad rica, de aspecto supuestamente cosmopolita, a pesar del desierto.
Para Christos Passas, el arquitecto director del proyecto, el objetivo del agujero y de los reflejos del muro cortina es el mismo: disolver el volumen del edificio, convertirlo en bruma. Y es cierto que durante el d¨ªa ese muro cortina curvo ¡ªformado por un s¨¢ndwich de dos vidrios¡ª refleja el cielo. Al llegar la noche, el icono se da la vuelta: una instalaci¨®n de LED ilumina y subraya el agujero y es el cubo el que desaparece. D¨ªa y noche, el edificio es ciertamente espectacular.
Adem¨¢s de la arquitectura, Hadid firm¨® tambi¨¦n el interiorismo del hotel. Sus singulares dise?os amueblan los salones del local. Hay m¨¢s curvas: cada una de las camas y las ba?eras de las 74 habitaciones y las 19 suites son un dise?o Hadid. El promotor del sorprendente edificio es espa?ol: el grupo hostelero Meli¨¢ que lleva a?os apostando por el espect¨¢culo de los arquitectos m¨¢s famosos. Eso s¨ª, el hotel no tiene bufet de desayuno para no desperdiciar comida y, como sucede en casi todos los hoteles Meli¨¢, los hu¨¦spedes reciben al entrar botellas de acero inoxidable para rellenarlas de las fuentes y as¨ª evitar el uso del pl¨¢stico. El mundo en el que vivimos da mucho que pensar.
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