El factor Cenicienta
Los horarios condicionados por el toque de queda est¨¢n modificando los h¨¢bitos sociales, pero seg¨²n la cronobiolog¨ªa son una ventaja para la salud.
De aqu¨ª al fin del toque de queda es posible que lo vivamos m¨¢s de una vez. Nos invitan por la noche a casa de alguien. Nuestro habitual horario para cenar es sustituido por el europeo, y no porque nos hayamos vuelto m¨¢s civilizados. No hay otra forma de poder pasar un par de horas en la mesa antes de tener que salir escopeteado para llegar a casa antes del l¨ªmite. En caso de que el anfitri¨®n se muestre muy hablador, puede que salgamos con el tiempo justo y totalmente estresados, como Cenicienta cuando pierde su zapato bajando las escaleras en estado de p¨¢nico.
Sin embargo, esta nueva forma de compartir el ocio nocturno, condicionada por lo que podr¨ªamos llamar el factor Cenicienta, no solo es estresante en los cierres. De hecho, la cuenta atr¨¢s empieza desde el mismo momento que acudimos a la cita, limitados por el tiempo como la hero¨ªna popularizada por Disney. El encuentro est¨¢ presidido por una sensaci¨®n de urgencia y de falta de tiempo que nos impide relajarnos. Quiz¨¢ ser¨ªa mejor quedarnos en casa, como recomiendan las autoridades sanitarias, limitando al m¨¢ximo la interacci¨®n social. Sin embargo, hay que tener cierto esp¨ªritu mon¨¢stico para no salir una sola noche hasta el fin del estado de alarma.
En cualquier caso, las restricciones que est¨¢ imponiendo el toque de queda, m¨¢s all¨¢ de la vida social, afectan directamente a la salud y a los ritmos naturales del cuerpo. Y no precisamente para mal. El doctor Eduard Esti?vill, autor de numerosos libros y director de la Cl¨ªnica del Sue?o, se?ala que en Espa?a, hasta la presente situaci¨®n, se dorm¨ªa de promedio una hora menos que en el resto de Europa. Esto se debe a nuestros horarios sociales, que difieren de forma notable de los de las naciones vecinas. La consecuencia es un pa¨ªs que cena tarde y va corto de sue?o, lo cual incide de forma negativa en el rendimiento laboral y en nuestra propia salud. M¨¢s all¨¢ de la pandemia, en palabras del doctor Estivill, ¡°avanzar los horarios sociales tal como son en Francia, Portugal o Italia, por citar tres pa¨ªses mediterr¨¢neos, ser¨ªa altamente beneficioso para la sincronizaci¨®n de nuestros relojes internos¡±.
Esto implicar¨ªa terminar la jornada laboral como muy tarde a las 19.00, cenar a las 20.00 y que el prime time de la televisi¨®n fuese a las 21.00, para a las 23.00 estar ya en la cama y podernos levantar a las 7.00. ¡°Ser¨ªa extraordinariamente positivo para la salud de las personas¡±, a?ade Estivill, ¡°por eso el horario que acabamos de dejar por las actuales restricciones no es el que recomiendan los especialistas en sue?o y cronobiolog¨ªa¡±. Esta ¨²ltima es la ciencia que estudia c¨®mo los relojes internos se sincronizan con los ciclos naturales, muy especialmente a trav¨¦s de la claridad solar, para el buen funcionamiento del organismo. Si nos levantamos con el sol, como hac¨ªan nuestros ancestros, el cerebro empieza a fabricar melatonina antes, despertando todos nuestros sentidos. De este modo, el sue?o nos vendr¨¢ temprano, con lo cual los horarios internos y los externos ir¨¢n perfectamente sincronizados.
Contrariamente a nuestros pa¨ªses vecinos, la costumbre tan arraigada en Espa?a de cenar a las 21.30 o incluso a las 22.30 el fin de semana va en contra de estos ciclos naturales y adem¨¢s dificulta un buen descanso. Una cena copiosa que termine a medianoche producir¨¢ una digesti¨®n pesada a unas horas en las que el cuerpo necesita descanso. Los especialistas aconsejan terminar de cenar al menos dos horas antes de acostarnos, para evitar un sue?o de baja calidad y una ma?ana marcada por la fatiga, la irritabilidad y el bajo rendimiento cognitivo.
Los horarios que estamos siguiendo ahora, aunque forzados por las circunstancias, est¨¢n m¨¢s sincronizados con nuestros ritmos biol¨®gicos. Por tanto, el efecto Cenicienta nos ha robado diversi¨®n y tal vez nos haga perder un zapato, con las prisas para retirarnos pronto, pero nos har¨¢ ganar en salud. ¡ªeps
Francesc Miralles es escritor y periodista experto en psicolog¨ªa.
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