Iker Casillas, el guardameta que fue santo
Un infarto cort¨® en seco en 2019 su carrera y todo bascul¨® en la vida de Iker Casillas, uno de los grandes guardametas de la historia del f¨²tbol. Pero el portero de los milagros del Real Madrid, la selecci¨®n espa?ola y el Oporto renaci¨® y lo vio todo de otro color. Ahora, un documental se adentra en su remontada personal y evoca su leyenda.
El 1 de mayo de 2019, D¨ªa de los Trabajadores, el flujo mitol¨®gico de buena suerte de Iker Casillas Fern¨¢ndez (M¨®stoles, 1981) se tapon¨® exactamente en su arteria coronaria derecha. Un infarto agudo de miocardio lo tumb¨® sobre el c¨¦sped cuando se dispon¨ªa a iniciar un entrenamiento con el Oporto. Lo primero que not¨® fue ¡°una bocanada de aire que sab¨ªa diferente¡±, seg¨²n relata en Colgar las alas, la serie sobre su carrera que estrena Movistar el 27 de noviembre. ¡°Era como un aire seco¡±, precisa a principios de este mes en una entrevista con El Pa¨ªs Semanal al hilo del documental. Le cuesta describir con palabras aquella angustia. ¡°Era como si intentara aprovechar el mismo aire que ten¨ªa dentro, como si mi cuerpo intentase sobrevivir respirando lo que fuera. Sent¨ªa un dolor tan fuerte en el pecho que parec¨ªa que me lo estaban aplastando. ?Te imaginas estar sumergido en una piscina y que haya un cristal en la superficie que te impide salir?¡±.
El hombre que fue santo, el superdotado de la porter¨ªa cuyas paradas inveros¨ªmiles parec¨ªan del orden de lo milagroso, experiment¨® lo vulnerable que puede ser el coraz¨®n de un ser humano. Con la tensa hora que transcurri¨® entre el inicio del infarto, su traslado al hospital y el cateterismo que le limpi¨® el co¨¢gulo arranca una serie que muestra c¨®mo se salv¨® la vida de la persona y se cerr¨® el recorrido del mito, y que da un banderazo de salida a la puesta en valor de la leyenda; un concepto del que Casillas huye con la modestia relativa de quien todav¨ªa conserva en las yemas de los dedos el tacto ?¨¢ureo de la Copa del Mundo.
¡°Cuando oigo esa palabra, me digo: ¡®?Estar¨¢n hablando de m¨ª o se estar¨¢n equivocando?¡±, dice durante el encuentro en un impersonal chal¨¦ a las afueras de Madrid de la agencia que lo representa. Prefiere mantener la privacidad de su hogar, y que no se aborden temas de su intimidad. Hace a?os trascendi¨® un conflicto grave con sus padres por el control de sus propios negocios. La prensa rosa lo escruta desde que en 2010 mostr¨® su noviazgo con la periodista Sara Carbonero d¨¢ndole un beso ante las c¨¢maras en pleno ¨¦xtasis mundialista. Hoy son padres de dos ni?os. Ella fue operada de un tumor maligno tres semanas despu¨¦s del infarto de su marido. Tras su malhadado 2019, prueban nuevos rumbos. Carbonero con la moda. Casillas con la parte pol¨ªtica del f¨²tbol. En febrero se postul¨® a presidente de la Federaci¨®n Espa?ola ¡ªaunque desisti¨® en junio con todo patas arriba por la pandemia¡ª y en verano se rumore¨® en distintos medios que esta temporada podr¨ªa volver con alg¨²n cargo al Madrid. Entretanto, va y viene al cole a recoger a sus cr¨ªos, Mart¨ªn y Lucas. Por las ma?anas toma clases de ingl¨¦s.
La entrevista se realiz¨® en un cuartito en presencia de un representante suyo ¡ªlos h¨¦roes de nuestro tiempo ya no se suelen quedar a solas con los periodistas¡ª y del reportero que lo sigui¨® meses para Colgar las alas, Luis Fermoso. ¡°Lo m¨¢s interesante¡±, dice el periodista, ¡°ha sido acompa?ar a un personaje extraordinario en un momento extraordinario. Acompa?arlo en el proceso de recuperaci¨®n y, sobre todo, en la toma de una decisi¨®n dif¨ªcil, porque yo siempre he pensado que para el futbolista existen dos grandes demonios: las lesiones y la retirada¡±. Fermoso, disc¨ªpulo del maestro Michael Robinson, y sus compa?eros han elaborado un relato que cruza el repaso de la descomunal carrera de Casillas con el seguimiento de su tenaz rehabilitaci¨®n cardiaca. En una escena de sus primeros ejercicios de fuerza, Iker trata de levantar unas pesas, se fatiga y necesita sentarse en una banqueta. Se queda mirando para las pesas, l¨ªvido, frot¨¢ndose la cara con la mano, como incr¨¦dulo, y dice: ¡°Son 30 kilos, ?no?¡±.
Al guardameta le quedaban dos a?os de contrato con el Oporto y pensaba retirarse a los 40. Aunque hab¨ªa empezado a prepararse para la vida despu¨¦s del f¨²tbol y la retirada no le daba p¨¢nico, el infarto lo precipit¨® todo con una violencia que describe como si se hubiera cortado ¡°un filete¡± de golpe. Para un hombre acostumbrado desde que era un porterito prodigio en la cantera del Real Madrid al control y a la suficiencia, fue desconcertante perder el mando ¡ª¡°?Por qu¨¦ no puedo cerrar mi cap¨ªtulo cuando yo quiera y como yo quiera?¡±, se preguntaba¡ª y ver su cuerpo doliente: ¡°Mi mayor frustraci¨®n era que yo el d¨ªa anterior estaba volando de palo a palo de la porter¨ªa y al d¨ªa siguiente no pod¨ªa ni caminar los ocho metros entre mi camilla y el ba?o¡±.
Cuando Fermoso se encontr¨® con ¨¦l por primera vez para ponerse con el documental, dos meses despu¨¦s del infarto, se qued¨® impactado por lo castigado que estaba. Enjuto, con los p¨®mulos marcados y la mirada apagada. ¡°F¨ªsicamente parec¨ªa un zombi de esos de The Walking Dead¡±, ilustra Casillas, que ahora presenta un aspecto formidable, con una bonita figura, de espaldas anchas y con ese explosivo tren inferior que le permiti¨® brincar tanto y tan r¨¢pido como para realizar una parada como la que le hizo en Sevilla a Perotti ¡ª¡°?Atenci¨®n. El portero levita!¡±, improvis¨® el locutor Manolo Lama¡ª u otras menos famosas como el gol que evit¨® ante un testarazo a bocajarro y a puerta vac¨ªa de Saizar en Eibar en 2004, recordado con deleite durante una conversaci¨®n telef¨®nica por Manuel Amieiro, el exentrenador de porteros del Madrid que lo puli¨® desde que era ni?o. ¡°Vi desde el principio que era muy observador¡±, dice Amieiro. ¡°Siempre estaba con los ojos y los o¨ªdos como platos¡±.
Han pasado tres d¨¦cadas y uno tiene la impresi¨®n de que Casillas ¡ªdespu¨¦s de todas las Ligas de Campeones, las Ligas espa?olas, la Copa del Mundo, las dos Eurocopas, los r¨¦cords; despu¨¦s de todos esos trofeos de club, de selecci¨®n e individuales, y de los millones y millones de euros¡ª mantiene esa inteligencia de zorro. A diferencia de otras grandes figuras del deporte o de otros ¨¢mbitos, o directamente del com¨²n de la poblaci¨®n, es capaz de callar, mirar y escuchar al otro. Iker Casillas es una estrella que presta atenci¨®n. Su tono de voz es juvenil y su actitud tiene notas adolescentes de candidez y vacile, pero sobre la mascarilla asoma una mirada inspectora, de ojos peque?os y lindos, que conduce a una mente madura y pragm¨¢tica cada vez m¨¢s ejecutiva. Ya no estamos ante ¡°el Iker futbolista¡±, sino ante el ¡°Iker directivo¡±, dice, o m¨¢s bien, podr¨ªa precisarse, ante un Casillas en cuidada transici¨®n del terreno de juego al del poder.
Tras el infarto pas¨® unos meses desubicado y tratando de comprender lo que hab¨ªa pasado. Los doctores le explicaron que forma parte del reducto de poblaci¨®n joven que sufre una cardiopat¨ªa sin motivo aparente. Juan Villoro, autor de Dios es redondo, una cr¨®nica del f¨²tbol como religi¨®n laica, ha escrito: ¡°El guardameta es el pararrayos, el fusible que se calcina para evitar da?os¡±. ?Pudo tener que ver el haber estado sometido a estr¨¦s durante a?os como portero de ¨¦lite? ¡°Pues es que eso lo llevo soportando desde que tengo 15 a?os¡±, responde. ¡°Y ahora estaba en mis ¨²ltimos momentos en el f¨²tbol, disfrutando sin ning¨²n tipo de presi¨®n. No lo entiendo. A lo mejor puede ser una acumulaci¨®n de tanto tiempo, que un d¨ªa explota. No s¨¦. Tampoco quiero darle m¨¢s vueltas¡±, dice. Con los meses, su preocupaci¨®n por el infarto se ha ido rebajando. Ya no cuenta cada ma?ana cu¨¢ntos d¨ªas han pasado desde aquello, pero, veloz con los n¨²meros, le bastan un par de segundos para calcularlo: ¡°Hoy va un a?o, seis meses y tres d¨ªas¡±. A finales de 2019 su proceso de recuperaci¨®n cogi¨® ritmo y volvi¨® a sentirse en forma. La serie de Movistar refleja c¨®mo el portero va sopesando qu¨¦ hacer. No dej¨® de plantearse la posibilidad de volver a jugar hasta que la respetuosa capacidad de persuasi¨®n de los m¨¦dicos portugueses le hizo asumir que no era lo m¨¢s sensato. ¡°Fui colocando el puzle y al final me dije: ¡®?Y si un chico que tiene hambre y le quiere meter un gol a Iker Casillas llega en un c¨®rner y te pega un codazo o te da un golpe fuerte? ?Otra vez a dar preocupaciones a tu familia y a tus amigos?¡±. En otra escena del documental, cuando a¨²n no hab¨ªa tomado la decisi¨®n, visita en Doha a su amigo Xavi, que entrena a un club catar¨ª. En un lujoso vest¨ªbulo, el exbarcelonista le sugiere que pare y deje paso a la leyenda.
¡ªQue ya est¨¢, m¨¢quina, ya est¨¢.
Seg¨²n dice Casillas, se involucr¨® en el proyecto del documental por dos razones. ¡°Una, reencontrarme conmigo mismo y saber si pod¨ªa superar la incertidumbre que surge cuando te pasa algo as¨ª. La otra, hacerle ver a la gente que a pesar de un contratiempo tan grande te puedes reconvertir y puedes volver a ser t¨²¡±.
El pasado 4 de agosto comunic¨® su retirada con un mensaje en el que dec¨ªa adi¨®s: ¡°Hoy dejo atr¨¢s esos tres palos a los que tanto debo y que echar¨¦ de menos¡±.
Ahora, aparte de sus intereses directivos, espera con ilusi¨®n a que France Football anuncie el 17 de diciembre a qui¨¦n entrega su Bal¨®n de Oro a mejor portero de la historia. Compite con otros nueve, con tan grandes contempor¨¢neos como Buffon o Schmeichel y con glorias del pasado como Yashin, Banks o Maier. ¡°?l es desde luego uno de los m¨¢s grandes¡±, dice por tel¨¦fono Arconada, el portero que marc¨® ¨¦poca en Espa?a cuando Iker era un ni?o y o¨ªa todo el rato repetir el nombre de aquel se?or. El periodista Santiago Segurola lo define con una singular paradoja: ¡°Era un portero m¨¢s preparado para lo extraordinario que para lo ordinario¡±, y menciona su parada cumbre, cuando en el mano a mano con Robben en la final de Sud¨¢frica, Casillas aguant¨® en la salida ante el holand¨¦s sin tirarse al suelo, provoc¨® un lapso de indecisi¨®n en aquel habilidoso Robocop zurdo y en el instante en que Robben tir¨® a porter¨ªa tuvo la intuici¨®n de sacar la pierna derecha para ¡ªen palabras de Segurola¡ª ¡°desviar con la badana de la bota un bal¨®n que pr¨¢cticamente val¨ªa un Mundial¡±. El hombre que estuvo m¨¢s cerca de esa jugada fue Joan Capdevila. Por tel¨¦fono cuenta que solo trat¨® de que Robben notase su aliento y que lo ¨²nico que pas¨® por su cabeza en el instante que dur¨® la jugada fue la palabra ¡°quiricocho¡±. Iba Capdevila esprintando y repitiendo ¡°?quiricocho, quiricocho, quiricocho!¡±, un conjuro que le ense?¨® un t¨¦cnico argentino para invocar el mal fario hacia los jugadores contrarios.
Cuando el bal¨®n desviado sali¨® por la l¨ªnea de fondo, el narrador Carlos Mart¨ªnez hizo lo que V¨ªctor Hugo Morales cuando Maradona meti¨® su gol alien¨ªgena en M¨¦xico 86: entrar en trance.
¡°?Casillas que vuelve a ser santo! ?Casillas que nos vuelve a iluminar! ?Casillas que cierra la porter¨ªa! ?Casillas que anula a Robben!¡±.
Ser¨ªa bonito que en las escuelas de Espa?a los ni?os viesen esta jugada y escuchasen la intensa narraci¨®n de Mart¨ªnez, que viesen la de Diego y tambi¨¦n la narraci¨®n de Morales, que lleg¨® al paroxismo de la locuci¨®n ¨¦pica, y que luego en un viaje al pasado leyesen en silencio la Oda a Platko, de Rafael Alberti, dedicada a un portero del Este que brill¨® en el Bar?a hace un siglo.
Y el aire tuvo piernas,
tronco, brazos, cabeza.
?Y todo por ti, Platko,
rubio Platko de Hungr¨ªa!
Todos nos acordamos de aquella parada, del gol de Iniesta, de la selecci¨®n espa?ola con Casillas de capit¨¢n levantando la codiciada copa de oro con dos bandas de malaquita mientras este sufrido pa¨ªs llamado Espa?a atravesaba una gran depresi¨®n econ¨®mica. Pero ¨¦l dice que su recuerdo m¨¢s querido es el de sus primeros tiempos en la antigua Ciudad Deportiva del Madrid, adonde lleg¨® gracias a su padre, Jos¨¦ Luis Casillas, un guardia civil natural del g¨¦lido pueblo de Navalacruz (?vila), empe?ado en que le hiciesen pruebas al muchacho.
¡ªTodo aquello era muy familiar ¡ªdice Iker.
¡ª?Y ahora todo es demasiado empresarial?
¡ªNo. Es necesario. Los tiempos que corren han hecho que el f¨²tbol y el club hayan ido por ah¨ª, y creo que la perspectiva con la que lo enfoc¨® en su d¨ªa Florentino [P¨¦rez] ha sido la acertada. No hay duda. Y m¨¢s con lo que est¨¢ haciendo ahora.
El Real Madrid se encuentra inmerso en una reforma fara¨®nica del Bernab¨¦u para la que ha pedido un cr¨¦dito de 575 millones de euros.
¡ª?Y cu¨¢l es tu peor recuerdo?
¡ªEl recuerdo de mi salida del Madrid. Yo creo que esa salida no fue acorde al club ni a un jugador que llevaba tanto tiempo ¡ªdice Casillas, que en uno de los cap¨ªtulos del documental sostiene que en aquel momento hubo fallos por ambas partes. En su caso, considera que en el mal desenlace influy¨® tambi¨¦n su ¡°¨ªmpetu por querer salir¡±.
La corrosiva etapa de Jos¨¦ Mourinho en el Madrid (2010-2013) lo dej¨® tocado y, pese a ganar en 2014 su tercera Liga de Campeones con el club, el 12 de julio de 2015 anunci¨® que se marchaba. El periodista de EL PA?S Diego Torres escribi¨®: ¡°No lo acompa?¨® ni el apuntador cuando se abri¨® la puerta de la sala de conferencias, mal iluminada, y apareci¨® este hombre triste enfundado en una camisa oscura¡±. Seg¨²n el periodista Juanma Trueba, director de A La Contra, ¡°su salida ha sido uno de los m¨¢s grandes agravios del deporte espa?ol¡±. ¡°Yo creo que no se hab¨ªa visto nunca un desplome tan dr¨¢stico de un mito como ¨¦l, provocado por la toxicidad de un entrenador, sin que nadie se rasgase las vestiduras¡±.
En la entrevista le ense?o a Casillas el recorte de una vi?eta publicada d¨ªas atr¨¢s en EL PA?S por El Roto. La vi?eta no hace ninguna referencia a ¨¦l, pero aparece un sant¨®n con su cabeza nimbada por un aura dorada y unas palabras que podr¨ªan evocar su herida de aquel entonces. Casillas toma el trozo de papel de peri¨®dico y lee en alto la leyenda.
¡ªExtrajeron el oro de su aura, y al santo lo desecharon.
Piensa un instante. Sonr¨ªe.
¡ª?Qu¨¦ te sugiere?
¡ªPues ?sabes qu¨¦ ocurre? Que cuando me fui de aqu¨ª me fui triste, pero despu¨¦s de estos cinco a?os en Oporto he vuelto y siento mucho m¨¢s cari?o. Hoy en d¨ªa en Madrid, all¨¢ donde voy la gente solo tiene palabras de agradecimiento.
El d¨ªa de la primera cita para preparar esta entrevista, a inicios de octubre, Iker Casillas acudi¨® a un estudio para ver la grabaci¨®n de la banda sonora de la serie de Movistar. Antes de marcharse, una empleada le pidi¨® que le firmase un guante min¨²sculo para su ni?o de cuatro a?os.
¡ªEs muy fan del f¨²tbol ¡ªexplic¨®¡ª, e igual que hay ni?os que se vuelven locos con el Pollo Pepe, pues ¨¦l lo mismo con Iker.
El chiquillo quiere ser portero. Ahora tiene un amuleto: una manopla con la r¨²brica de un guardameta al que se le atribu¨ªan intervenciones divinas, si bien detr¨¢s de toda esa imaginer¨ªa lo que hubo fue un individuo con un don natural para su oficio, un club ideal para llegar lejos, una gran confianza en s¨ª mismo y una competitividad de acero. Andoni Zubizarreta, exportero del Bar?a y de la selecci¨®n, dice: ¡°He jugado demasiados a?os en la porter¨ªa para creer en la fortuna. Lo que ¨¦l ten¨ªa era la capacidad de aparecer en los momentos decisivos, y eso es una calidad, una virtud¡±.
Casillas ratifica la importancia de esa autoconfianza que lo caracteriz¨® desde aquel lejano d¨ªa de 1999 en que siendo juvenil debut¨® con el primer equipo contra el Athletic de Bilbao en un San Mam¨¦s a reventar, sin mover una pesta?a. ¡°Es que si tienes confianza en ti mismo es como si el resto del mundo te importa tres pelotas, o sea, hablando mal¡±, dice. ¡°No puedes dudar de ti mismo¡±.
Y cuando parec¨ªa que le ven¨ªan mal dadas, sobreven¨ªan hechos que reconoce como soplos de una fortuna inexplicable. ¡°Creo que tambi¨¦n he tenido suerte. Ha habido circunstancias en las que parec¨ªa que las cosas se torc¨ªan y sin embargo se recolocaban¡±, rememora. Fue un accidente clave la lesi¨®n de C¨¦sar durante la final de la Liga de Campeones de 2002. Iker ten¨ªa 21 a?os y no ve¨ªa tan claro que pudiera ser titular contra un meta tan experimentado. Pero le toc¨® salir al campo y el Madrid conquist¨® la copa tras un asedio del Bayer Leverkusen en el que el guardameta par¨® todo y consolid¨® para siempre la base de su culto.
La ¨²ltima sesi¨®n de fotos se hace en el enclave financiero que se levanta sobre los terrenos de la vieja Ciudad Deportiva del Real Madrid, a la que el portero lleg¨® con nueve a?os. Subimos a la sede de la multinacional KPMG en la Torre de Cristal, el rascacielos m¨¢s alto de Espa?a. Iker Casillas aparece vestido con su habitual indumentaria ¡ªmoderna, sobria¡ª y con una mascarilla con la rojigualda y el toro. Mientras es fotografiado, mira por la ventana. Su expresi¨®n es neutra, quiz¨¢ un punto nost¨¢lgica.
¡ª?En qu¨¦ piensas?
¡ªEn los campos que hab¨ªa aqu¨ª abajo y donde entren¨¢bamos. A veces hasta te da la sensaci¨®n de que todo aquello nunca estuvo aqu¨ª.
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