No siempre el sexo no convencional es una cuesti¨®n ¨ªntima. A veces llega a los tribunales.?"Hay que partir de la base de que las relaciones BDSM [siglas de?Bondage, Disciplina, Dominaci¨®n, Sumisi¨®n, Sadismo y Masoquismo] se configuran como actos que traspasan, de forma mutuamente consentida, los l¨ªmites que nuestro ordenamiento jur¨ªdico establece para preservar distintos bienes jur¨ªdicos como puede ser la integridad f¨ªsica, la integridad moral o la libertad individual". Javier Alberti, socio director de AOL Consultores, comienza muy serio nuestra conversaci¨®n sobre legalidad en el marco de las sexualidades no convencionales. "La clave de dichas relaciones es el concepto del consentimiento, de la aceptaci¨®n, por as¨ª decirlo, de las reglas del juego que la pareja establezca", concluye el abogado.
El propio penalista me lo compara con un combate de boxeo: "al igual que si dos adultos aceptan y admiten las reglas del juego del boxeo, el C¨®digo Penal se queda fuera del cuadril¨¢tero cuando una pareja pacta y consciente una relaci¨®n sexual que pueda atentar contra su integridad f¨ªsica o moral, el C¨®digo Penal habr¨¢ de quedar fuera de la habitaci¨®n".
?Siempre? Ama Monika es una mujer que ejerce de ama dura. Sus pr¨¢cticas son dif¨ªciles de presenciar. Su espect¨¢culo con el que est¨¢ presente en todas las citas de salones er¨®ticos que se precien, es uno de los que m¨¢s p¨²blico congrega, a pesar de que pocos lo aguantan ¨ªntegro.
Sobre el escenario, un hombre completamente desnudo, es excitado manual y oralmente. Al tiempo, es envuelto en pel¨ªcula transparente, solo queda al aire su miembro que erecciona al m¨¢ximo. Sobre la boca abierta de par en par bajo capas y capas de pl¨¢stico, Ama Monika ha clavado un tubo de pl¨¢stico para que sirva de respiradero. Pero hasta que que el respirador perfora el pl¨¢stico y hace su funci¨®n, sumiso y p¨²blico lo pasamos mal. Ama Monika, literalmente, lo lleva a la asfixia. Todo bajo la m¨²sica machacona y bakalaera?que tanto usan en todo lo que tenga que ver con sexo duro m¨¢s popular y pornogr¨¢fico. Esto es solo el principio. La tortura consistir¨¢ en golpear el pene (erecto) y los test¨ªculos con artilugios propios del spanking, una fusta y una pala de madera para ser exactos. Y dejar caer, desde el glande hasta la tripa, gotas de la cera de una vela que el ama porta en la mano libre de arma golpeadora.
Como afirma Ignasi Puig Rodas, psicosex¨®logo terapeuta de parejas, el riesgo de que todo salga mal siempre existe. Pero, como tambi¨¦n se?ala el especialista en sexualidades no convencionales, "en una relaci¨®n de sexo no convencional, a lo que se aspira es a llegar al placer mutuo de las diferentes partes. No se piensa en el placer de manera individual sino colectiva. Esa persona hace todo ese despliegue de medios pensando en la otra persona y establece su propia comunicaci¨®n para que saber que se est¨¢ disfrutando".
Al especialista le resulta muy extra?o que practicando sexo duro se pueda llegar a la muerte. Pero esa es la excusa que se est¨¢ usando en los tribunales. We Can't Consent To This es una campa?a puesta en marcha en Reino Unido ante el aumento casos de hombres, acusados de asesinatos, que al llegar ante los tribunales, argumentaron practicar sexo no convencional con las v¨ªctimas y que aquello se les hab¨ªa ido de las manos.
Espa?a no est¨¢ al margen: En el a?o 2016 un joven fue absuelto por la audiencia de Alicante de un delito de violaci¨®n, precisamente porque el juez que llev¨® el caso consider¨® que los implicados hab¨ªan mantenido con anterioridad relaciones sadomasoquistas que permit¨ªan el uso de la violencia, las vejaciones e insultos. Justo lo que hab¨ªa ocurrido. Para la mujer, el guion se hab¨ªa incumplido mucho antes, cuando ellos hab¨ªan dejado de tener relaci¨®n y, despu¨¦s de un encuentro, ¨¦l la hab¨ªa obligado a tener sexo duro. Ella reconoci¨® que hab¨ªan tenido un pasado sado, pero asegur¨® que aquel encuentro no fue deseado.
El sexo duro siempre debe ser el m¨¢s seguro. Al que practica sado no siempre le apetece, porque no todo el sexo con violencia es sexo no convencional. El placer es el eje central del segundo, la dominaci¨®n lo es del primero. Por eso el sexo no convencional establece una liturgia, en la que, se dan los permisos expl¨ªcitamente y en el que se establece un comportamiento muy concreto. Es frecuente que sea dentro del entorno del BDSM donde se den las primeras alertas de una situaci¨®n de maltrato ante determinados comportamientos. La mala fama del BDSM ha sido tambi¨¦n utilizada en divorcios. "En mi entorno conozco dos casos en los que la pr¨¢ctica de este sexo duro ha llegado a los tribunales, utiliz¨¢ndolo de prueba para denegar la guardia y custodia de unos hijos", apunta Puig Rodas.
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