La Rioja, la buena tierra

Confluencia de climas, paisajes y tradiciones, La Rioja es una tierra en la que se aprecia el rastro de todos los pueblos y culturas que han habitado la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica a lo largo de la historia. Entre la Sierra de Cantabria al norte y el Sistema Ib¨¦rico (con los montes de Cameros al sur), siete r¨ªos dan nombre a siete valles singulares con pueblos para la visita pausada.

En esta peque?a regi¨®n de prodigiosa biodiversidad se asientan seis espacios naturales protegidos de la Red Natura 2000 que suponen un tercio de su territorio. Desde sus valles a sus monta?as de m¨¢s de 2.000 metros con circos glaciares se entretejen m¨¢s de 650 kil¨®metros de itinerarios verdes.

En este territorio, donde se encuentra el primer testimonio escrito en lengua espa?ola, y que ha forjado su identidad con el paso del Camino de Santiago, el paisaje y la cultura hablan de vino y de una gastronom¨ªa que se rinde a una despensa generosa, que ensalza la calidad de sus productos al ritmo de las estaciones.

Todo empieza en la tierra. Con su favorable orograf¨ªa de sierras y valles, en este territorio de excelente huerta y frutales, legumbres, carnes y quesos, el producto local es el punto de partida para una gastronom¨ªa que se expresa en un recetario de rica herencia y que aglutina sabiamente culturas culinarias.

Vino y gastronom¨ªa son binomio indisoluble de esta regi¨®n que se resiste a ser etiquetada. Hay tradici¨®n y hay innovaci¨®n, a menudo c¨®mplices, y un deseo de crear desde las ra¨ªces del producto de cercan¨ªa. La Rioja es convivencia de generaciones de cocineros y propuestas: la cocina de las madres, de las guisanderas, de la cultura de la tapa, de las casas tradicionales, de los soles Repsol y las estrellas Michelin. Siempre con un pie puesto en la tierra, en su historia y su legado.

La Rioja hace justicia, ante todo, a su definici¨®n de tierra de los mil vinos y ofrece la heterogeneidad de paisajes y estilos de vino que solo despliegan las grandes regiones vit¨ªcolas. En sus m¨¢s de 400 bodegas pertenecientes a la DOCa. Rioja hay una variedad de discursos con una voluntad com¨²n de elaborar el mejor vino que esta tierra puede dar a luz a partir sus infinitos terru?os.

La Rioja acrecienta y diversifica su oferta de enoturismo. Un d¨ªa de descubrimiento catando en los bares de vino de las bodegas, entre barricas, en sus terrazas y en sus salas de cata. Una visita a una bodega familiar en la que el anfitri¨®n es el embajador de su tierra y de su cultura. Un viaje en el tiempo a trav¨¦s de los calados subterr¨¢neos de una bodega centenaria. Conocer un vino desde la vi?a, recorrer a pie el terru?o que lo define. Comprobar c¨®mo la arquitectura contempor¨¢nea se pone al servicio del vino. Participar del proceso de elaboraci¨®n hasta la botella. Descifrar un vino desde su cata en barrica. La Rioja y sus bodegas divulgan la cultura del vino con la calidez de una tierra que se redescubre en cada visita y que invita a reservar para volver.

Peque?a gran diversidad

En apenas 200 kil¨®metros de oeste a este y escasamente 60 kil¨®metros de norte a sur, La Rioja despliega infinitas razones para abandonar la urgencia y explorarla en sus muchas vertientes. La Rioja se consolida como territorio natural, alimentario, enol¨®gico y gastron¨®mico de referencia a partir de un patrimonio de gran valor: sus paisajes, sus pueblos, sus marcas de calidad, el saber hacer de sus productores y elaboradores, sus bodegas y sus cocineros, los mejores prescriptores, que permiten experimentar todo ello a pie de vi?a, callejuela o mantel. Todos ellos son identidad de una regi¨®n que se expresa desde el respeto al entorno.