Acoso callejero, m¨¢s all¨¢ de la pandemia
Esta crisis, en la que hemos visto m¨¢s claras las desigualdades, nos da la oportunidad de construir sociedades m¨¢s equitativas
¡°Casi siempre que voy sola, me silban o me dicen algo obsceno¡ Si voy por la calle y hay un grupo de hombres, cruzo al otro lado o me doy la vuelta y busco otra alternativa. Me acosan desde que soy adolescente¡ No puedes hacer mucho porque, si lo hacen en grupo, les parece divertido y tienes miedo de decirles algo y, si lo hace un hombre solo, procura que solo t¨² te des cuenta, y lo que sientes es indescriptible: una mezcla de asco, rabia, verg¨¹enza y miedo¡±.
Este es el testimonio de Mar¨ªa, una joven que ha decidido contar su experiencia en Safer Cities For Girls, un proyecto de Plan International para visibilizar y combatir el acoso callejero. Desafortunadamente, el suyo no es un caso aislado: cuatro de cada cinco mujeres han sufrido acoso sexual en la calle. Es una de las formas de violencia de g¨¦nero m¨¢s extendidas y toleradas en todo el mundo y, en contra de lo que pudiera parecer, las medidas para prevenir la covid, como el toque de queda o el distanciamiento social, podr¨ªan estar aumentando los casos.
En un momento en el que frenar la propagaci¨®n del coronavirus es la m¨¢xima prioridad de los gobiernos de todo el mundo, y a medida que el oto?o avanza y los d¨ªas se acortan, las calles se vuelven inseguras para las ni?as y adolescentes: hay menos transe¨²ntes, menos lugares abiertos donde solicitar ayuda y ya no se mueven con libertad. Simplemente, no pueden volver del colegio, la universidad o el trabajo sin miedo a ser acosadas o intimidadas. ¡°Por las noches me da miedo ir sola por las calles de barrios residenciales porque est¨¢n muy solitarios y no sabes qu¨¦ te puede pasar¡±, cuenta otra joven en la web.
El virus parece absorber toda la atenci¨®n pero esas violencias extendidas, cotidianas, normalizadas y a veces invisibles, a las que las ni?as y adolescentes aprenden a resignarse siguen ah¨ª. Violencias que, sin embargo, provocan cambios en sus comportamientos, h¨¢bitos y rutinas para protegerse y sentirse seguras, y que adem¨¢s limitan sus movimientos, reducen sus oportunidades y tienen impactos reales en su autoestima, su salud mental y sus relaciones sociales. No podemos seguir tolerando, normalizando y apartando la vista ante el acoso callejero.
Es el momento de construir ciudades seguras, responsables e inclusivas en las que todas las chicas quieran y puedan vivir libremente. Ese es el objetivo de nuestro proyecto Safer Cities for Girls, una de las mayores iniciativas a nivel europeo para recoger las experiencias de j¨®venes de entre 15 y 25 a?os sobre su percepci¨®n de seguridad en el espacio p¨²blico en Madrid, Sevilla y Barcelona, as¨ª como tres ciudades belgas: Bruselas, Amberes y Charleroi.
Es el momento de construir ciudades seguras, responsables e inclusivas en las que todas las chicas quieran y puedan vivir libremente
En la web, las j¨®venes residentes en estas tres ciudades espa?olas podr¨¢n se?alar en el mapa el punto en el que han vivido una situaci¨®n de acoso o, por el contrario, el lugar en el que se sienten seguras. Recabar esta informaci¨®n es el primer paso para detectar la dimensi¨®n de un problema que la pandemia ha agravado. Necesitamos escuchar las voces de las j¨®venes, saber d¨®nde y por qu¨¦ se sienten inseguras, qu¨¦ ocurre cu¨¢ndo lo reportan o piden ayuda y c¨®mo afecta a su vida diaria. Con los testimonios de las participantes y las opiniones de grupos de discusi¨®n con j¨®venes, elaboraremos una Gu¨ªa de recomendaciones para las Ciudades, que compartiremos con la Uni¨®n Europea.
Hoy m¨¢s que nunca, prevenir y eliminar el acoso callejero debe ser una de las prioridades de todos los pa¨ªses comprometidos con la Agenda 2030, pero no solo a nivel gubernamental, sino tambi¨¦n desde una responsabilidad como sociedad. En estos momentos, est¨¢ en tr¨¢mite en el Congreso de los Diputados la Ley de protecci¨®n de la infancia y la adolescencia frente a la violencia, que debe incluir formas de violencia que afectan especialmente a las ni?as, como el acoso callejero. No podemos permitir que la pandemia haga retroceder los avances conseguidos en derechos e igualdad. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de negarle a toda una generaci¨®n su derecho a vivir libres y a desempe?ar un rol activo en la sociedad.
Esta crisis, en la que hemos visto m¨¢s claras las desigualdades, nos da la oportunidad de construir sociedades igualitarias que no toleren ninguna forma de discriminaci¨®n o de violencia por raz¨®n de g¨¦nero. Ha llegado el momento de que las calles tambi¨¦n sean nuestras.
?Quieres participar y ayudar a construir una ciudad m¨¢s segura?
Si vives en Madrid, Barcelona o Sevilla o si has visitado alguna de estas tres ciudades y quieres compartir c¨®mo te has sentido en ellas, en sus calles, puedes hacerlo haciendo clic aqu¨ª.
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