Una fiesta fuera de serie
Vicky Luengo y Eneko Sagardoy son protagonistas de dos de las ficciones espa?olas m¨¢s aclamadas de la temporada: Antidisturbios y Patria. Amigos y c¨®mplices, disfrutan del ¨¦xito en un momento tan at¨ªpico como las celebraciones que nos esperan. Sin m¨¢s alfombra roja que la moqueta de casa ni mejores galas que las que permitan acomodarse en el sof¨¢.
Vicky Luengo acude sola a su cita de esa ma?ana. El hotel de ocho plantas est¨¢ cerrado a cal y canto. Le abren la puerta lateral y le indican que suba al segundo piso. Cuando sale del ascensor, la oscuridad le impide avanzar por los pasillos en penumbra. Tras unos minutos, logra dar con la ¨²nica estancia iluminada del edificio, la 216. Media hora m¨¢s tarde, la secuencia se repetir¨¢ con Eneko Sagardoy. ¡°Pero ?qu¨¦ es esto?¡±, exclama al entrar en la habitaci¨®n. Los dos actores se miran y gritan al un¨ªsono: ¡°?Es como en El resplandor!¡±. Y estallan a re¨ªr. Empieza la fiesta.
Los protagonistas de esta sesi¨®n de fotos navide?a se colaron en nuestras casas por la puerta grande de las series: ella, como la inspectora Laia Urquijo, protagonista de Antidisturbios (Movistar +); ¨¦l, como Gorka Garmendia en Patria (HBO). La actriz catalana de 30 a?os, que se ha estrenado este 2020 en el Festival de San Sebasti¨¢n, siente una mara?a de emociones: ¡°Profesionalmente ha sido un a?o muy bonito, pero tambi¨¦n muy complicado. Es una sensaci¨®n agridulce¡±. Sagardoy, que en 2018 se hizo con el Goya a mejor actor revelaci¨®n por Handia, pone peso en el lado positivo de la balanza: ¡°Hacemos que todo esto sea un poco m¨¢s llevadero. La ficci¨®n siempre ayuda, y ahora m¨¢s que nunca necesitamos desconectarnos¡±.
Las dos producciones compiten por el premio a la mejor serie en los Forqu¨¦, que por primera vez se abre a esta categor¨ªa. Luengo comparte adem¨¢s nominaci¨®n en el apartado a mejor actriz con las madres de Patria: Ane Gabarain y Elena Irureta. Sagardoy, hijo de Gaba?rain en la pantalla, vive la conquista de las actrices vascas como si fuera propia: ¡°Han sido mis referentes. Me han ense?ado que en nuestro idioma tambi¨¦n se pod¨ªa subir al escenario y hacer cine¡±, cuenta emocionado.
Luengo y Sagardoy son amigos y compartieron verano en la capital madrile?a mientras se enfrascaban juntos en dos productos de ficci¨®n. ¡°Hay momentos en que los proyectos todav¨ªa est¨¢n a la sombra y encuentras c¨®mplices. Se genera un espacio donde intercambiar opiniones¡±, explica ¨¦l. Luengo lo utilizaba para trabajar a Laia: ¡°Constru¨ªa en su cabeza la imagen del personaje que yo tengo en la m¨ªa. Es muy especial compartir eso¡±.
Fue el teatro el culpable de que se cruzaran por primera vez. Fueron a ver una obra en la que actuaba un amigo en com¨²n, Ricardo G¨®mez. Ten¨ªan asientos contiguos. Cenaron todos juntos y conectaron enseguida. ¡°Coincidimos mucho en la cr¨ªtica de la obra, ?te acuerdas? Rollo actores intensos de teatro¡±, r¨ªe Sagardoy. ¡°Imag¨ªnate que cuando nos conocimos en Bilbao te ponen una foto de este momento, ?qu¨¦ hubieras cre¨ªdo?¡±, pregunta Luengo mientras posan juntos sobre la cama: ¡°?Que no iba a pasar nunca!¡±, grita ¨¦l entre carcajadas.
M¨²sica y ropa de gala. ¡°Es lo m¨¢s parecido a una fiesta que he vivido el ¨²ltimo a?o¡±, reconoce ella. El traje de Sagardoy parece haberle dado ganas de bailar, desde que lo lleva puesto no para. La energ¨ªa va in crescendo y culmina el movimiento con un aplauso. ¡°?Eres t¨² el t¨ªpico que est¨¢ en la discoteca y da palmadas, no?¡±, le pregunta su amiga sin dar cr¨¦dito. ¡°Siempre hay uno de esos¡±, dice mientras lo imita. ¡°Es verdad que yo aplaudo mucho bailando¡±, confiesa Sagardoy. Y, una vez m¨¢s, estallan en una carcajada.
A la protagonista de Antidisturbios le asoman un par de moratones min¨²sculos detr¨¢s de las rodillas. Gajes del oficio. Son los dedos de Daniel P¨¦rez, actor con el que ensaya Principiantes, una adaptaci¨®n teatral de Andr¨¦s Lima que empezar¨¢ la gira en febrero. Tiene otro par de marcas en la piel, pero grabadas con tinta. La del tobillo es indescifrable; un 21 en hind¨²: ¡°Quer¨ªa una numeraci¨®n que no se entendiera. Ten¨ªa 17 a?os cuando me lo hice¡±, se justifica sonriente. ¡°Es la fecha en que se muri¨® mi yayo, era como mi padre¡±. El dibujo que se esconde bajo el brazo es m¨¢s reciente. Dos peque?os peces separados por una esfera: ¡°Me lo hice con otra de las actrices de La pecera de Eva, Susana Abaitua, que se convirti¨® en una gran amiga¡±, y que casualmente protagoniza Patria junto a Sagardoy.
Es el s¨¦ptimo trabajo en el que se embarca el vasco donde ETA est¨¢ presente. Y tiene claro que no va a ser el ¨²ltimo. ¡°Si hay contadores de historias que sienten la necesidad de hablar sobre algo es porque la sociedad necesita escucharlo. Todas las ficciones que impulsen un di¨¢logo de la realidad van a ser sanadoras¡±, concluye. El actor entiende Patria como parte de un mosaico m¨¢s amplio. ¡°Ha puesto la c¨¢mara en un lugar muy necesario. La veremos formar parte de un mapa con distintos ¨¢ngulos que ser¨¢ rico para todos¡±.
¡°Hacemos que todo esto sea m¨¢s llevadero. La ficci¨®n siempre ayuda, y ahora m¨¢s que nunca necesitamos desconectar¡±
El teatro tambi¨¦n es la cuna art¨ªstica de ambos. Un arranque temprano. Para Luengo, su vocaci¨®n fue tan precoz que ni siquiera recuerda el momento en que lo decidi¨®: ¡°Mi madre cuenta que con 10 a?os le ped¨ª que me apuntara en una escuela de teatro musical en Barcelona. Nunca he querido ser otra cosa¡±. Nacida en Palma, con cuatro a?os se fue a Catalu?a, y con 18, a Madrid a rodar su primera pel¨ªcula: El pacto. Tambi¨¦n empez¨® a estudiar publicidad, psicolog¨ªa y comunicaci¨®n audiovisual. ¡°Pero no por tener un plan b¡±, aclara. Justo despu¨¦s se pregunta: ¡°?Deber¨ªa tenerlo?¡±.
No han trabajado en nada que no sea interpretar. En la ikastola en la que estudiaba Sagardoy, el teatro era obligatorio. ¡°Afortunadamente¡±, apunta. As¨ª que aprendi¨® a recitar casi a la vez que a multiplicar. El actor, de 26 a?os y nacido en Durango, estableci¨® un fuerte v¨ªnculo con el escenario y con su mentor, Jos¨¦ Mart¨ªn Urrutia. ¡°Falleci¨® la noche que gan¨¦ el Goya. Fue muy simb¨®lico¡±. Si viera lo que est¨¢ haciendo su aprendiz ahora, no se lo creer¨ªa. ¡°Txotxe fue mi gran amigo. Obtuve la ilusi¨®n, el respeto y el amor con el que salen bien las cosas. Que es m¨¢s importante un proceso sano que un resultado incre¨ªble¡±.
Hay algo que le atrae especialmente. ¡°Estar en el otro lado de la c¨¢mara y construir equipos que puedan crear algo emocionante¡±. Todav¨ªa se considera primerizo en un mundo de dimensiones tan grandes como las del espect¨¢culo. Sin embargo, se siente con la fuerza para llegar donde quiera: ¡°En los ¨²ltimos a?os [ese mundo] se me ha empeque?ecido. Es mucho m¨¢s desinflado de lo que nos venden¡±, confiesa. ¡°Y eso, en vez de desilusionarme, me relaja y hace que me sienta m¨¢s cerca de todo y todos, m¨¢s cerca de que todo es posible¡±, cuenta el actor, que a partir de abril representar¨¢ la versi¨®n en euskera de La clausura del amor.
Aunque quiz¨¢ no sean prop¨®sitos para A?o Nuevo, porque ser¨ªa precipitado, los int¨¦rpretes esbozan alg¨²n que otro sue?o a largo plazo. Para ¨¦l, tener un Goya est¨¢ lejos de ser su meta m¨¢s alta: ¡°Que la gente me recuerde por un buen trabajo, eso es m¨¢s dif¨ªcil que conseguir un premio¡±. Luengo fantasea con tener un proyecto propio en el futuro: ¡°Contar con mi voz algo que yo quiera expresar. Ser¨ªa una de las cosas que m¨¢s feliz me har¨ªa¡±, aunque le da v¨¦rtigo pensar en el colof¨®n de su carrera.
Ya es de noche cuando termina la sesi¨®n de fotos. En unos minutos apagar¨¢n las luces de la 216. La ¨²nica habitaci¨®n iluminada de este edificio cerrado que esa tarde parece el escenario del filme de Kubrick. Embriagados por la m¨²sica, el baile y las risas, Sagardoy y Luengo quieren alargar el encuentro. Piden un solo taxi para irse juntos. Han quedado a cenar con unos amigos comunes. Y para el d¨ªa siguiente ya han reservado entradas para ir al teatro, la pasi¨®n que les present¨® aquella tarde en Bilbao.
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